Barajas despide a la marea roja
Cientos de espa?oles volaron a Sud¨¢frica para ver la final - Los aficionados pagaron 2.500 euros por el vuelo y la entrada
Mucho m¨¢s que banderas y camisetas: bufandas, gorros, mochilas, ba?adores, pelucas rojigualdas y hasta flotadores colgando de la cabeza de alg¨²n que otro aficionado se dejaban ver ayer por la tarde en la terminal 1 del aeropuerto de Barajas. Hasta cinco vuelos salieron ayer, entre las nueve de la noche y la una y media de la madrugada, para transportar a los alrededor de 1.500 privilegiados que disfrutar¨¢n esta noche -previo pago de unos 2.500 euros- de la final de la Copa del Mundo en Sud¨¢frica.
Dos de los puntuales esta noche en el Soccer City de Johanesburgo son Ram¨®n y Alicia. Desde Valdemoro han viajado mucho para ver a la selecci¨®n. Tambi¨¦n a Austria. "Vimos los penaltis de la Eurocopa contra Italia. Se me pone la carne de gallina al recordarlo", afirma Ram¨®n. "Lo mejor es la gente, siempre. Algunos han hecho aut¨¦nticas diabluras para ver esto, de trabajos, de dinero, de kil¨®metros", comenta a apenas 10 metros para alcanzar el mostrador y recoger los billetes.
Varias agencias de viajes cancelaron sus vuelos ch¨¢rter a Sud¨¢frica el viernes
"Tienes que verlo con tu gente, con los que quieres", dice un sevillano
Mostradores solo para registrar los pasaportes y entregar la documentaci¨®n. Nada m¨¢s. Ayer no se facturaba para ir a Sud¨¢frica. Nadie llevaba equipaje, todo iba a la cabina para agilizar tr¨¢mites. Gigi, una de las gu¨ªas que acompa?an a los viajeros, intentaba organizar las colas. Los cuatro mostradores iniciales pasaron r¨¢pidamente a ser 11. La marea roja ansiaba sus billetes. Las entradas, sin embargo, no las tendr¨¢n hasta ma?ana. "Se entregan todas all¨ª, solo se mandaron aqu¨ª las de la primera fase. Por seguridad", afirma Gigi.
No todos los que sal¨ªan desde Barajas ven¨ªan de la capital. Eduardo y Joyce llegaban de Londres con sus tres ni?os, Simon, Max y Daniel. Los tres peque?os aficionados del Real Madrid, como su padre -y un poquito del Chelsea-, apostaban por Espa?a bandera al cuello. "Pens¨¢bamos llegar haciendo escala en Dubai, pero hemos encontrado este vuelo v¨ªa Madrid. El horario es mejor", contaba la madre entre mochilas y banderas.
No todos han llegado a Johanesburgo. Varias agencias de viajes cancelaron sus vuelos ch¨¢rter a ¨²ltima hora del viernes. Andr¨¦s y sus dos amigos ten¨ªan los billetes desde Barcelona cuando les llamaron para cancelar su viaje. No hab¨ªa entradas suficientes. "Nos ofrec¨ªan volar sin entradas, vaya tomadura de pelo", se quejaba Andr¨¦s. Les devolver¨¢n el dinero. En total, unas 1.000 personas se quedaron en tierra
Desde las agencias se reconoc¨ªan desbordados. Portavoces de Halc¨®n Viajes aseguran que avisaron a sus clientes en cuanto lo supieron, y que las entradas no depend¨ªan de ellos, sino de las federaciones futbol¨ªsticas.
Adem¨¢s de familias, lo m¨¢s habitual era ver grupos de amigos de toda Espa?a. Jes¨²s y ?lvaro, sevillanos, iban con otros 13 colegas. "Lo importante es verlo con tu gente, con los que quieres. He estado en Wimbledon, en finales de la NBA... Pero jam¨¢s ir¨ªa yo solo", afirma Jes¨²s. Estos ejecutivos andaluces -el viaje era un regalo de empresa- tienen reservado un hotel para descansar en Johanesburgo.
Emoci¨®n y ganas mezcladas con mucho avi¨®n y cierto miedo a la resaca. "Lo ¨²nico que tengo claro, si ganamos o si perdemos", re¨ªa Ram¨®n, propietario de una f¨¢brica de m¨¢rmol, "es que el lunes toca trabajar". Como dec¨ªa serio Jes¨²s, con guasa sevillana, "el f¨²tbol es lo ¨²nico en el mundo con lo que los hombres no bromeamos". Y que dure la alegr¨ªa de La Roja en ?frica.
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