El Juli salva una tarde escasa de toros

Un toro grand¨®n, de 615 kilos, abri¨® la corrida. Tuvo dos caras. La oscura la ense?¨® en los dos primeros tercios. Manse¨® en varas, sali¨® suelto del caballo y esper¨® distra¨ªdo en banderillas. El Juli debi¨® ver juego en ese toro y sin aperitivo previo se lo merend¨® en el centro del ruedo con dos rotundas series sobre la derecha. Pareci¨® toro reconvertido. Reinsertado para la lidia. No tanto. Por el lado izquierdo ya no fue lo mismo. Menos entregado y algo defensivo. Por ah¨ª, El Juli le anduvo listo. Y luminoso en los golpes coloristas con la izquierda. El toro record¨® su condici¨®n y se march¨® a toriles a morir. En ese sitio lo mat¨® el Juli de un estoconazo.

El cuarto, solo aparente y de escasas defensas, no fue ni fu ni fa al principio, hasta que El Juli lo someti¨® sin contemplaciones. Con el toro ya rendido a sus pies, la faena tom¨® vuelo en las series con la izquierda, muy largas y con mando. A esas alturas, el de Daniel Ruiz pareci¨® incluso mejor. Un provocativo final, con circulares invertidos, puso la guinda a faena rotunda.

No pasaron de puntillas El Fandi y Manzanares, pero casi. De primeros platos tuvieron dos torillos de escasa presencia. El Fandi brill¨®, como siempre, en banderillas. Ni toro ni torero pelearon de verdad en la muleta. Al final, se vio sorprendido el torero y arrollado sin m¨¢s. El tercero fue el m¨¢s impresentable de todos. Manzanares gast¨® toda la p¨®lvora sobre la derecha. Ni oler la zurda. Solo esbozos de derechazos. Fandi volvi¨® a sus fueros con las banderillas en el quinto que, muy parado y mir¨®n, no le dej¨® hacer en la muleta. Y en el sexto, Manzanares aceleradillo y de nuevo apuntes. Esta vez con ambas manos.