"Yo no dejar¨ªa el destino de las noticias en manos de Google"
Hay un hombre de pelo cano y mirada azul, de lince, en medio de la redacci¨®n. Est¨¢ sentado frente a un ordenador m¨¢s, tecleando como uno m¨¢s, con su camisa a cuadros azules y sus pantalones vaqueros desgastados. La redacci¨®n de The New York Times se antoja como un oasis de calma a las dos de la tarde. En el exterior de este majestuoso edificio dise?ado por el arquitecto Renzo Piano, el coraz¨®n de Nueva York bulle de ruido y bulle de calor.
El hombre de la mirada azul se levanta y se acerca a saludar. S¨ª, es ¨¦l, es Bill Keller, el director del peri¨®dico m¨¢s influyente del mundo. Y ah¨ª est¨¢, como uno m¨¢s, en medio de la gente.
No hay pompa ni s¨ªmbolos de estatus en su despacho, sencillo, peque?o, funcional: una mesa de trabajo, otra de m¨¢rmol, un sof¨¢ y dos butacas verde claro. Keller se sienta en una de ellas y apoya el pie sobre la mesa.
"La gente est¨¢ dispuesta a pagar por contenido. Lo hace para descargarse libros o m¨²sica"
"Hay una diferencia entre enlazar y robar. Esto es el salvaje Oeste, ?qui¨¦n va ser el polic¨ªa de la ciudad sin ley?"
En la pared cuelgan alineadas en serie cinco m¨¢scaras de cuatro ex presidentes de la Uni¨®n de Rep¨²blicas Socialistas Sovi¨¦ticas y un ex jefe de la KGB: Stalin, Lenin, Breznev, Gorbachov y Laventri Beria. Pertenecen a los d¨ªas en que Keller obtuvo el Premio Pulitzer como corresponsal en Mosc¨² por su cobertura del desmembramiento de un imperio. "Fueron sin duda los d¨ªas m¨¢s felices de mi vida", dice. "No hay mejor oficio que ser corresponsal en un peri¨®dico al que le interesan las noticias internacionales".
Pregunta. ?Y usted por qu¨¦ se meti¨® a periodista?
Respuesta. Hay muchos motivos por los que la gente que conozco se meti¨® a periodista. Hay quien lo hace por contar una gran historia, por cambiar el mundo, por viajar a sitios ex¨®ticos o por el aparente glamour de estar bajo los focos, y supongo que yo sent¨ª todo eso en alguna medida. Pero para m¨ª el gran atractivo del periodismo es el factor puzle: abordar un problema complicado y escribir para explic¨¢rselo a alguien. Me encanta que me digan: "Oh, no lo sab¨ªa"; pero prefiero a¨²n m¨¢s que me digan: "Nunca pens¨¦ en ello de ese modo". Cuestionar los prejuicios y repensar la sabidur¨ªa convencional es un gran logro y por eso es tan importante lo que hacemos para una democracia; no s¨®lo exponer las cosas horribles que ocurren detr¨¢s de puertas cerradas, sino tambi¨¦n hacer que la gente use su maldito cerebro.
The New York Times est¨¢ cocinando su ¨®rdago. A partir de enero de 2011, su web ser¨¢ de pago. Para la mayor parte de los usuarios seguir¨¢ siendo gratis, dice Keller. Implantar¨¢n un sistema con contador, parecido al de Financial Times. "Cobraremos a los usuarios m¨¢s adictos". Solo a partir de un consumo determinado de p¨¢ginas se empieza a cobrar. "Lo bueno de utilizar un sistema con contador es que puedes ajustar el contador. El plan contempla que en los primeros a?os no vamos a conseguir grandes ingresos; no queremos cortar el tr¨¢fico y ganamos mucho dinero con la publicidad de la web, queremos preservarlo. Si nos damos cuenta de que el contador est¨¢ cortando el tr¨¢fico, ajustamos el contador".
P. ?Pero cree usted que a estas alturas de la pel¨ªcula, con lo reticente que es Internet al pago y la facilidad que tiene para saltarse los muros, la gente va a pagar?
R. La gente est¨¢ dispuesta a pagar por contenido. El Financial Times y The Wall Street Journal lo han demostrado. Ya paga por descargas de libros, de m¨²sica. No pagar¨¢ por algo que pueden conseguir gratis en otro sitio. Confiamos en que esto funcione, porque no hacemos lo mismo que hace la CNN, o la BBC, o USA Today, sitios donde podr¨¢n conseguir la informaci¨®n gratis. Y estamos bastante seguros de que nuestros lectores lo perciben.
Hace cinco a?os, el peri¨®dico l¨ªder de la prensa norteamericana abord¨® el proceso de integraci¨®n de sus redacciones de papel y web. Una de las mejores decisiones que han tomado hasta ahora, dice Keller. A muchos periodistas tradicionales les cost¨® pasar a hacer blogs sin sentir que compromet¨ªan su integridad. "La resistencia no ha desaparecido, pero se ha reducido enormemente. La barrera real era psicol¨®gica y cultural. La integraci¨®n nos dio licencia para experimentar y nos llev¨® a la innovaci¨®n".
P. ?Y c¨®mo van a competir con un medio como The Huffington Post, que est¨¢ pis¨¢ndole los talones en las cifras de tr¨¢fico web con apenas 55 periodistas?
R. Se le podr¨ªa dar la vuelta a la pregunta: ?c¨®mo puede The Huffington Post competir con The New York Times cuando tienen muy pocos reporteros, ni siquiera pagados, o poco pagados? Atraen el tr¨¢fico con noticias de celebridades y v¨ªdeos de YouTube; no lo digo como una cr¨ªtica a The Huffington Post; simplemente, nosotros no hacemos eso. Tengo una gran admiraci¨®n por lo que Arianna ha conseguido, pero, esencialmente, no es un sitio de noticias. Cuelga mucha opini¨®n: la opini¨®n es barata, no tienes que mandar a nadie en un avi¨®n... El ¨¢rea en que critico a The Huffington Post, Pol¨ªtico, y otros agregadores es que a veces son muy descuidados tomando prestado material nuestro y de otros sitios. The Huffington Post trae mucho tr¨¢fico a The New York Times: cuando ponen un titular y un enlace a nuestras p¨¢ginas est¨¢ bien; pero a veces reproducen tanto de nuestro art¨ªculo que ya nadie necesita hacer clic en el enlace a nuestra p¨¢gina. Esto va a ser un campo de batalla continuo entre los agregadores low cost y los medios de noticias de calidad.
Keller cree que, si no se ordena la situaci¨®n, los medios acabar¨¢n litigando en los tribunales. "Hay una diferencia entre enlazar y robar. Creo que es preferible para todos llegar a un acuerdo y negociar una soluci¨®n que les deje resumir nuestro material sin robarlo. Esto es el salvaje Oeste. ?Qui¨¦n va a ser el polic¨ªa de la ciudad sin ley?".
La relaci¨®n con Google es complicada, asegura. Les proporciona mucho tr¨¢fico, s¨ª, obtienen algunas ventajas negociando con ellos. "Pero al mismo tiempo hay una relaci¨®n de adversarios. No me gustar¨ªa que el destino de las noticias quedara enteramente en manos de la gente de Google. Eso s¨ª, no respaldo la frase de Rupert Murdoch de que son esencialmente piratas y depredadores".
Bill Keller carraspea. Habla reposadamente, se toma su tiempo para buscar las palabras precisas. Su tono de voz es grave: su acento conserva el deje de su California natal, donde lleg¨® al mundo hace 61 a?os. Parece mucho m¨¢s joven. Le describen como un hombre cerebral y cuidadoso.
Estudi¨® en un instituto cat¨®lico, solo para chicos, en California. Hizo sus primeros pinitos en el peri¨®dico del instituto: "Te daba la oportunidad de meterle el dedo en el ojo a las autoridades", recuerda. Luego, en la Universidad sigui¨® adelante con su vocaci¨®n. Tras el Premio Pulitzer por su cobertura como corresponsal en Mosc¨², fue corresponsal en Sud¨¢frica, columnista y ha pasado por todas las instancias del peri¨®dico que dirige.
P. El gur¨² Jeff Jarvis dice que los contadores de historias est¨¢n acabados.
R. Me encanta Jeff, pero suele darse a grandes pronunciamientos. ?Los contadores de historias acabados? ?De verdad? Mira la lista de las noticias m¨¢s enviadas de nuestro sitio web: las historias que la gente comparte son historias narrativas; y creo que cuanto mejores sean los dispositivos, m¨¢s historias se podr¨¢n contar, el iPad no es el final, habr¨¢ mejores dispositivos para leer, m¨¢s f¨¢ciles para el ojo, ilustraciones en colores maravillosos; creo que el periodismo narrativo tiene un futuro robusto, de verdad lo creo.
P. ?C¨®mo cree que ser¨¢ el paisaje medi¨¢tico de aqu¨ª a cinco a?os? ?El peri¨®dico impreso ser¨¢ una parte secundaria de una gran plataforma digital?
R. No estamos en el negocio de predecir el futuro, sino en el negocio de lo que pasa hoy, o ayer. Supongo que el futuro ser¨¢ una combinaci¨®n de supervivientes y nuevas empresas: habr¨¢ medios tradicionales que se habr¨¢n adaptado bien. De aqu¨ª a cinco a?os, creo que a¨²n habr¨¢ una significativa demanda de peri¨®dicos impresos, no de todos. La edad media de suscriptores de The New York Times est¨¢ por debajo de los 50, la gente no cambia sus h¨¢bitos tan r¨¢pido. Y todav¨ªa se venden discos en vinilo; igual al final los peri¨®dicos se convierten en un ¨ªtem boutique (objeto de culto). En cinco a?os, cada vez m¨¢s gente se mover¨¢ hacia la web como primera elecci¨®n. Y habr¨¢ nuevas empresas con distintos modelos de negocio: iniciativas sin ¨¢nimo de lucro; algunas, sostenidas por fil¨¢ntropos; otras, como The Huffington Post, sustentadas por publicidad.
P. La cuesti¨®n aqu¨ª es cu¨¢l es el futuro del periodismo de calidad. ?El periodismo online ser¨¢ rentable como para pagar a periodistas que investiguen? [Bill Keller lanza un hondo suspiro].
R. No lo s¨¦. Esta es una preocupaci¨®n real. Yo tiendo a ser optimista por naturaleza y creo que hay una demanda real de periodismo de investigaci¨®n, del periodismo que pide cuentas a las instituciones poderosas, creo que siempre habr¨¢ un mercado para esto. Pero la realidad es que una gran parte de ese periodismo ha muerto en los ¨²ltimos cinco o diez a?os porque es caro. Los peri¨®dicos que m¨¢s sufrieron los trastornos de nuestro negocio fueron diarios metropolitanos que depend¨ªan de los anuncios clasificados. Entre las nuevas empresas hay organizaciones que est¨¢n dispuestas a hacer buen periodismo, periodismo duro. Y hay que decir que la web ayuda en muchas cosas: permite comprobar mejor los datos; el estudio de bases de datos dar¨¢ buenos frutos; y nacer¨¢n nuevas formas de periodismo de control.
P. Entonces, ?la revoluci¨®n digital ayudar¨¢ a robustecer las democracias?
R. Es una cuesti¨®n importante. Espero que s¨ª; digamos que tengo esa esperanza.
The New York Times ya tiene una aplicaci¨®n para el iPad que permite acceder a ocho o diez contenidos, el llamado Editor's choice (La elecci¨®n del director). "El iPad cambia el juego", dice, "pero nadie sabe en qu¨¦ medida. Cambia el juego a favor de los peri¨®dicos, porque es una experiencia de lectura muy placentera. Hay un mito de que la gente no lee piezas largas en una pantalla. Pues, de hecho, lo hacen. Y mucho".
La plantilla es de 1.150 periodistas. The New York Times Company cerr¨® el primer trimestre de 2010 con un beneficio neto de 9,54 millones de euros, cifras que han dado un respiro a la dama gris del quiosco americano, que el a?o pasado registr¨® unas p¨¦rdidas de 74,5 millones de euros. "La mayor parte de los ingresos provienen del peri¨®dico impreso", confirma Keller. Los ingresos publicitarios en papel han descendido vertiginosamente, y ya s¨®lo representan la mitad de todo lo que genera el papel (la otra mitad proviene de la venta de ejemplares).
P. Hoy, en general, los directores de peri¨®dico suelen capitular con m¨¢s facilidad a las demandas de la empresa que generaciones anteriores. No s¨¦ si est¨¢ de acuerdo.
R. Generalizando en torno al negocio, creo que hay bastante verdad en ello; en parte, el desesperado estado de la econom¨ªa ha hecho que todo el mundo se sienta m¨¢s vulnerable, as¨ª que hay m¨¢s compromisos de los que sol¨ªa haber y estamos en esa fren¨¦tica b¨²squeda de una soluci¨®n m¨¢gica de negocio que respalde el periodismo.
P. ?Y en su caso es as¨ª?
R. Est¨¢ claro que ha habido una b¨²squeda de nuevos negocios, pero una de las cosas que m¨¢s me gustan de este sitio es que puedo ir a mi editor y decirle: "No podemos hacer esto, esto compromete nuestra integridad, o nuestro periodismo". Y siempre gano ese debate. Y si la cuesti¨®n es dejar que los anunciantes tengan m¨¢s influencia en lo que escribimos o echarnos para atr¨¢s en un reportaje de investigaci¨®n, soy un tipo afortunado: estoy protegido de una manera en que no lo est¨¢n muchos directores.
"Las redes sociales son buenas herramientas para encontrar noticias"
P. EL PA?S acaba de poner en funcionamiento Eskup, una red social que pone en contacto a los periodistas con los lectores. ?Crecer¨¢ la dimensi¨®n social de los medios de comunicaci¨®n?
R. S¨ª, lo creo. Tiendo a ser esc¨¦ptico con las personas que declaran c¨®mo va a ser el futuro en t¨¦rminos absolutos, tiene que haber espacio en este debate para la incertidumbre. Los periodistas se mueven bien en la incertidumbre, no sabemos c¨®mo va acabar una guerra o qu¨¦ pol¨ªtico caer¨¢ y nuestro mundo est¨¢ en un momento de gran incertidumbre. Creo que las redes sociales son buenas como herramienta para encontrar noticias, para diseminar informaci¨®n y como manera de conectar con los lectores. Hace tiempo que tenemos las entrevistas de los lectores y hacen muy buenas preguntas.
P. Mucha gente piensa que la prensa tradicional fue muy arrogante durante a?os, se sintieron propietarios de las noticias y no tuvieron en cuenta a los lectores.
R. Hay algo de verdadero en ello. Uno de los motivos por el que muchos medios fueron lentos al adaptarse a Internet fue porque se ve¨ªan como una ¨¦lite inalcanzable y les gustaba controlar el debate; as¨ª que, s¨ª, merecemos ser criticados por excesos de orgullo en nuestra historia. Por otro lado, la gente nos paga por nuestro criterio. Hay una diferencia entre lo que dice la Wikipedia y The New York Yimes: la gente va a la Wikipedia sabiendo lo que quiere; pero viene a The New York Times, o la BBC, o a EL PA?S sin saber qu¨¦ es lo que quieren saber, vienen a ver qu¨¦ les cuenta gente inteligente y bien formada, para que les cuenten que pas¨®, qu¨¦ importa y qu¨¦ significa eso; nadie tiene tiempo de hacer eso por su propia cuenta; nos pagan por nuestro criterio y no creo que sea arrogante tomar decisiones sobre qu¨¦ es importante; con el tiempo, puede que se demuestre que te equivocaste, pero es lo que nuestros lectores demandan.
P. ?Qu¨¦ les ha aportado el iPad?
R. Cuanto m¨¢s c¨®moda y agradable es la pantalla, m¨¢s natural es leer un art¨ªculo de un peri¨®dico serio o de una revista. Es pronto para decir c¨®mo va a ser en t¨¦rminos econ¨®micos. Tenemos una aplicaci¨®n del iPad que es una versi¨®n temprana, no hemos tenido tiempo para desarrollarla a tope. Es gratuita, se llama Editor's choice (La elecci¨®n del director), y es una selecci¨®n de historias que est¨¢n vivas en la p¨¢gina web.
P. Pero ya est¨¢n trabajando en una aplicaci¨®n de pago.
R. S¨ª, estamos trabajando en ella. Yo tengo mi iPad, mi aplicaci¨®n de iPhone y la web, y al final casi siempre voy a la web, porque si tienes una pantalla grande, la web es preciosa y lo tiene todo; y en este momento a¨²n es gratis. No s¨¦ hacia d¨®nde se dirige el mundo, si hacia las aplicaciones para noticias o si el iPad acabar¨¢ por no necesitar aplicaciones ya que con un buen sitio web puede ser suficiente. He hecho el mismo ejercicio con la BBC, The Guardian, The Washington Post... En vez de utilizar su aplicaci¨®n en el iPad, voy a su web; si es buen sitio web, es precioso en el iPad.
P. ?Qu¨¦ impacto tiene la llegada del iPad en su web?
R. Es una muy buena pregunta y, honestamente, no lo s¨¦. La gente va a experimentar. En las ¨²ltimas semanas hemos lanzado una aplicaci¨®n para el iPad que es el primer intento serio de una aplicaci¨®n de servicios en Nueva York, c¨®moda para el usuario: tiene los restaurantes favoritos de nuestros cr¨ªticos, los mejores bares, listas de eventos interesantes, y a?adiremos la base de datos de cine, tours de museos... Esto es algo distinto de las noticias. Alguien est¨¢ en Nueva York y quiere saber qu¨¦ exposici¨®n debe ir a ver, a qu¨¦ restaurante ir...Se pueden hacer muchas cosas empaquetando de una manera distinta porciones de nuestro paquete period¨ªstico, pero no s¨¦ qu¨¦ impacto tendr¨¢ en la web per s¨¦. Ofreceremos todo lo que tenemos en la web, en el iPad, y en ambos casos confiaremos en que la gente pague si consume mucho de lo que lo que ofrecemos; habr¨¢ que ver qu¨¦ prefieren los lectores.
P. ?Tienen futuro las iniciativas de periodismo sin ¨¢nimo de lucro?
R. Nos hemos involucrado en esta cuesti¨®n. Actualmente tenemos dos ediciones, una en Chicago y otra en San Francisco, donde el contenido es producido por consorcios sin ¨¢nimo de lucro de periodistas profesionales, gente a la que conocemos y en la que confiamos y que est¨¢n sustentados por tipos ricos que decidieron pagar para respaldar el periodismo. Hemos hecho algunos proyectos con ProPublica, que est¨¢n respaldados por fil¨¢ntropos... Nuestra experiencia con todas estas organizaciones ha sido muy buena hasta ahora.
P. Usted suele utilizar una cita: "Los peri¨®dicos ser¨¢n dinosaurios, pero los dinosaurios anduvieron por la Tierra durante millones de a?os". Bueno, millones de a?os, no, pero ?cu¨¢nto tiempo dir¨ªa que van a durar?
R. No lo s¨¦. Para dentro de millones de a?os estoy bastante seguro de que el papel no existir¨¢. Yo tengo esperanzas, no en torno a un objeto impreso, sino en torno al concepto de periodismo agresivo, independiente y de alta calidad.
De frente y perfil
? Bill Keller, director de 'The New York Times', 61 a?os.
? Dirige el diario y su web desde julio de 2003. Gan¨® el Premio Pulitzer en su etapa de corresponsal en Mosc¨² (1986-1991). Ha pasado por todas las instancias del peri¨®dico.
? Los datos: el sitio web tiene 16,1 millones de usuarios ¨²nicos, seg¨²n Nielsen. Es el peri¨®dico l¨ªder en Internet en Estados Unidos. Vende 951.063 ejemplares en papel, 1,4 millones en la edici¨®n dominical.
? Su apuesta: en enero de 2011, su web ser¨¢ de pago. Estar¨¢ basada en un sistema con contador, s¨®lo se pagar¨¢ a partir de un amplio consumo de p¨¢ginas. Ser¨¢ un modelo similar al de Financial Times.
? ?l: casado con la escritora Emma Gilbey desde 1998, tiene tres hijos: Tom, Molly y Alice.
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