Arranca el cerco comercial en Melilla pese a la gesti¨®n del Rey con Mohamed VI

"Esta frontera tiene mucho estr¨¦s". La frase la pronuncia un taxista melillense que cada d¨ªa espera clientes frente al paso fronterizo marroqu¨ª de Beni Enzar, pero es repetida, con distintos matices -dif¨ªcil, problem¨¢tica, tensa-, por otros residentes.

Ayer el "estr¨¦s" se materializ¨® en piquetes en la frontera y desabastecimiento de algunos productos en los mercados en el inicio del Ramad¨¢n. La Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Comit¨¦ para la Liberaci¨®n de Ceuta y Melilla no dejaron pasar camiones con frutas, verduras, pescados y mariscos ante la mirada impert¨¦rrita de la polic¨ªa marroqu¨ª.

Esto es solo el principio de un plan organizado, que parece seguir adelante pese a la llamada del mi¨¦rcoles del Rey a Mohamed VI para tratar de rebajar la tensi¨®n . El fin de semana ser¨¢ tranquilo, pero a partir del lunes, y durante 15 d¨ªas, el boicoteo afectar¨¢ a los materiales de construcci¨®n. Desde el martes, y durante 48 horas, impedir¨¢ el paso a las mujeres marroqu¨ªes que trabajan como empleadas dom¨¦sticas. Y desde el mi¨¦rcoles hasta el s¨¢bado volver¨¢n a frenar la entrada de frutas, verduras y pescado.

Alegan que la protesta responde a agresiones recientes de la polic¨ªa espa?ola en la frontera. "Nos rompen los pasaportes y nos tratan de forma discriminatoria porque s¨ª", afirma Mounaim Chaouki, de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos. "Desde hace un a?o, todo ha ido a peor", a?ade. Los agentes melillenses ofrecen una versi¨®n bien distinta: denuncian al menos cinco incidentes de car¨¢cter machista desde junio, protagonizados por marroqu¨ªes que quer¨ªan cruzar a Espa?a. Seg¨²n cuentan, insultaron y vejaron -e incluso agredieron en un caso, el 2 de agosto en Farhana- a mujeres polic¨ªa, neg¨¢ndose a acatar su autoridad.

Los marroqu¨ªes no niegan este problema, pero no lo achacan al machismo sino a las supuestas agresiones. Piden adem¨¢s "polic¨ªas veteranos y especializados" y "no en pr¨¢cticas". Nada m¨¢s pasar el control de Beni Enzar, en la zona entre ambas fronteras, hab¨ªa ayer colocado un fotomontaje en el que aparec¨ªan, perfectamente reconocibles, nueve mujeres polic¨ªa rodeadas de manos ensangrentadas. Junto a ellas, un agente que solo se dedica a labores de inform¨¢tica, seg¨²n fuentes policiales.

A su lado hab¨ªa otras pancartas, en ¨¢rabe y castellano, que mezclaban quejas por la presunta violencia policial y reivindicaciones soberanistas sobre Ceuta y Melilla: "No podemos aguantar m¨¢s las agresiones racistas"; "exigimos al Gobierno marroqu¨ª una respuesta contundente ante los procedimientos de discriminaci¨®n racial"; "la sociedad civil del Rif pide a Espa?a entrar de inmediato en negociaciones serias con Marruecos para dar fin al colonialismo espa?ol en Ceuta y Melilla".

Una treintena de miembros de las dos asociaciones marroqu¨ªes vigilaba ayer muy de cerca el paso de Beni Enzar, el m¨¢s importante de los tres entre la ciudad aut¨®noma y Marruecos. No solo los camiones ten¨ªan la entrada prohibida, tambi¨¦n cualquier coche sospechoso. En la frontera todos se conocen, as¨ª que los conductores que se dedican habitualmente al contrabando eran parados de inmediato. A veces, por error. Los piquetes llegaron a las manos con el conductor de un desvencijado Mercedes Benz negro que intentaba cruzar con su mujer de copiloto. Tras una discusi¨®n violenta, y despu¨¦s de comprobar que la pareja no llevaba mercanc¨ªas "prohibidas" en Melilla, les dejaron seguir su camino.

La frontera, por la que cruzan a diario y tras soportar largu¨ªsimas colas m¨¢s de 30.000 personas (en Melilla viven 75.000; en Beni Enzar, 25.000), a pie o en veh¨ªculos, estaba tranquila. Sobre las doce y media del mediod¨ªa hab¨ªa algunas camionetas esperando para poder pasar m¨¢s tarde, pero la mayor¨ªa de veh¨ªculos se hab¨ªan dado la vuelta o, directamente, ni siquiera se hab¨ªan acercado al paso.

Una hora despu¨¦s, y tras comprobar los marroqu¨ªes que los mercados melillenses estaban a punto de cerrar, se permiti¨® de nuevo la entrada de camiones con frutas y verduras. Lo que entrara por la tarde podr¨ªa esperar en los frigor¨ªficos hasta el d¨ªa siguiente, y as¨ª los vendedores no perder¨ªan del todo las ganancias por sus productos.

Las pescader¨ªas de Melilla solo pudieron vender ayer los excedentes del d¨ªa anterior. Un puesto del mercado central lo hizo durante un rato, pero en seguida se les acab¨® el g¨¦nero y tuvieron que cerrar, relataban desde la carnicer¨ªa de al lado -contentos porque ellos hab¨ªan vendido el doble-. "Nos han faltado tomates, patatas, pimientos, uva, perejil, puerro, apio, calabacines...", se lamentaba en su puesto Salah Mohammed, de 50 a?os y nacido en Melilla. De la Pen¨ªnsula solo les llega mercanc¨ªa, en barco, dos veces a la semana, y los productos son m¨¢s caros, explica. "El tomate de Marruecos cuesta unos 0,40 euros el kilo; el que viene de la Pen¨ªnsula, m¨¢s de un euro. Con la crisis, nos va a perjudicar estar cuatro d¨ªas sin recibir nada de la frontera. Ojal¨¢ que esto no siga as¨ª", a?ade.

Cada uno tiene sus propias soluciones para el "estr¨¦s de la frontera" del que hablaba el taxista. Los organizadores del boicot piden, por la fuerza, di¨¢logo entre el Gobierno espa?ol y el marroqu¨ª. Juli¨¢n Mill¨¢n, representante del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) en Melilla, plantea la necesidad de contar con un dispositivo permanente con 200 agentes m¨¢s para controlar de forma segura la entrada en la ciudad aut¨®noma. "Son situaciones que se van repitiendo. Cada verano. Cada a?o", se?ala Mill¨¢n. "Y cada d¨ªa pasan por aqu¨ª verdaderas masas humanas. El conflicto ser¨¢ permanente, as¨ª que habr¨¢ que ponerle una soluci¨®n permanente", concluye. El SUP ha tachado los carteles con fotomontajes de las agentes de polic¨ªa de "burla denigrante".

"El boicot es malo para Marruecos y es malo para Melilla"

Los mercados de Melilla desabastecidos por el boicot marroqu¨ª