Emprendedores solidarios
Aumentan las empresas sociales en Espa?a, pero a¨²n est¨¢ lejos de Europa y EE UU
Viajar cuatro meses por rincones abandonados de Latinoam¨¦rica cambi¨® para siempre a David del Ser. "Conoc¨ª por primera vez la pobreza m¨¢s absoluta; eso me dej¨® un poso". A su regreso a Espa?a,
Vodafone le fich¨® como ingeniero de I+D. Aguant¨® cinco a?os. "Necesitaba un giro profesional y ten¨ªa muy claro hacia d¨®nde". Consigui¨® una beca para costearse un MBA en Columbia Business School (Nueva York), "fue como si me tocara la loter¨ªa", y justo despu¨¦s cumpli¨® su sue?o: crear una empresa social, Frogtek, cuya misi¨®n es ayudar a los tenderos en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo a modernizar su negocio.
David es un ejemplo de una nueva raza de emprendedores que, muy t¨ªmidamente, empiezan a nacer en Espa?a: los emprendedores sociales. Su objetivo no es hacerse rico, ni dominar el mundo ni vender la compa?¨ªa al mejor postor. Es ayudar a los m¨¢s necesitados. Bill Drayton, fundador de la organizaci¨®n mundial Ashoka, impulsora de empresas sociales, populariz¨® el t¨¦rmino a mediados de los ochenta, aunque solo en los ¨²ltimos a?os ha adquirido reconocimiento global.
Solo el 0,5% de la poblaci¨®n activa espa?ola se implica en estos proyectos
"La diferencia entre un emprendedor social y una ONG es el enfoque. La segunda afronta un problema de forma tradicional, por ejemplo, llevando m¨¢s doctores o profesores a un lugar necesitado. Un emprendedor social innova, crea metodolog¨ªas de formaci¨®n de m¨¦dicos locales o utiliza tecnolog¨ªa para interconectar hospitales", explica Mar¨ªa Calvo, directora de Ashoka en Espa?a. Esta entidad, cuya financiaci¨®n depende de donaciones de fil¨¢ntropos y firmas como Grupo Vips o Caixa Catalu?a, apadrina cada a?o a cuatro o cinco emprendedores sociales seleccionados entre m¨¢s de 200 proyectos.
Beatriz Fad¨®n es una de ellas. Qu¨ªmica agr¨ªcola de 42 a?os, se traslad¨® hace 11 a un municipio de C¨¢ceres de 250 habitantes. Desde all¨ª, junto a tres socios, fund¨® Red Calea, que ayuda a agricultores de toda Espa?a a pasarse a la producci¨®n ecol¨®gica. "Estos alimentos est¨¢n en auge, suponen una nueva oportunidad de negocio para cientos de granjas", asegura. Ya ha convencido a m¨¢s de 370 productores. Tambi¨¦n fomenta la agrupaci¨®n de campesinos para que vendan directamente en Internet y mejoren m¨¢rgenes. Todos los beneficios de Red Calea se reinvierten en proyectos sociales relacionados con el sector.
Este tipo de iniciativas no han hecho m¨¢s que despegar en nuestro pa¨ªs. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), solo un 0,5% de la poblaci¨®n adulta activa en Espa?a est¨¢ involucrada en tareas de emprendimiento social, frente a m¨¢s de un 2% de EE UU, Reino Unido o Finlandia. Isidro de Pablo, director de la escuela de emprendedores sociales de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), lo achaca a una mentalidad conservadora y al excesivo peso hist¨®rico del Estado de bienestar. "Pensamos que es solo el Estado quien debe encargarse de los problemas sociales, y no es as¨ª. Ayudamos mucho en cat¨¢strofes naturales y emergencias puntuales, pero falta trabajo continuo", dice. Y apunta a otra carencia: "La ausencia de compromiso real de las multinacionales espa?olas, sus programas de responsabilidad social corporativa (RSC) son, en la mayor¨ªa, pura imagen".
Andr¨¦s Mart¨ªnez, impulsor de EHAS, coincide: "Llevo a?os hablando con las fundaciones de las grandes operadoras en Espa?a y nunca he sido capaz de acordar nada con ellas". Ingeniero de telecomunicaciones, vivi¨® a?o y medio en zonas aisladas de Per¨² cumpliendo la antigua objeci¨®n de conciencia. Ah¨ª se gest¨® su poso. A la vuelta analiz¨® en una tesis doctoral c¨®mo las nuevas tecnolog¨ªas pod¨ªan mejorar el servicio sanitario en ¨¢reas rurales. De ah¨ª surgi¨® EHAS, organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro en la que hoy trabajan 22 personas y que ya ha interconectado con radio e Internet decenas de hospitales en Per¨², Colombia, Cuba, Ecuador y Bolivia.
"Decidimos constituirnos sin ¨¢nimo de lucro porque, una vez das entrada a accionistas pierdes independencia, no sabes d¨®nde puede acabar el fin social", dice Mart¨ªnez. GEM distingue cuatro tipolog¨ªas: ONG, organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, h¨ªbridas (con ingresos propios y donaciones) y con ¨¢nimo de lucro. Estas ¨²ltimas son una minor¨ªa, pero suponen una alternativa intermedia a los extremos tradicionales de ONG y empresa privada. Una opci¨®n que podr¨ªa dinamizar el sector.
"No hay que ser dogm¨¢ticos, actividades que no cubren ni ONG ni empresas privadas pueden ayudar a mucha gente", explica David del Ser, afincado en Nueva York y con equipo entre Espa?a y Latinoam¨¦rica. Frogtek, de 14 empleados, ha desarrollado una aplicaci¨®n que permite a peque?os comerciantes llevar la contabilidad del negocio desde el m¨®vil. M¨¢s de 250 tenderos en Colombia y M¨¦xico lo usan. "Estamos empezando, pero nuestros inversores son sociales, est¨¢n dispuestos a renunciar a una parte de su retorno a cambio de mejorar la vida de las personas".
Su idea ha recibido un mill¨®n de d¨®lares de financiaci¨®n, pero afirma que es la satisfacci¨®n personal lo que le mueve. "Antes dise?aba aplicaciones de m¨®vil para europeos ricos y aburridos. No cambiaba la vida a nadie. Ahora s¨ª". Es la sensaci¨®n de plenitud profesional la que motiva a la mayor¨ªa de emprendedores sociales. No trabajan solo para engrosar una cuenta de resultados. Quieren dejar huella en la sociedad.
"Me di cuenta de que solo pensaba en c¨®mo generar m¨¢s ingresos, c¨®mo lanzar nuevos productos... tiene que haber un balance", dice Manuel Roca. Es cofundador de Atrapalo.com, una de las principales agencias de viajes online en Espa?a, con 200 empleados y 200 millones de euros de facturaci¨®n. "Si tienes suerte en la vida, creo que debes devolver algo a la sociedad". Su forma de hacerlo se llama Miaportacion.com, un agregador de ONG estrenado el pasado mayo a trav¨¦s del cual cualquiera puede hacer donaciones a cientos de causas. "Es sin ¨¢nimo de lucro y 100% financiado de mi bolsillo". Pronto tendr¨¢ tres empleados a tiempo completo. "?Mi sue?o? Mejorar el mundo. ?Por qu¨¦ no?".
C¨®mo conseguirlo
Montar una empresa social no suele requerir conocimientos ni sacrificios muy diferentes de los de lanzar una con ¨¢nimo de lucro. Pero s¨ª existen reglas concretas. Los emprendedores sociales que lo han conseguido recomiendan:
- Conocer bien el terreno. Los proyectos centrados en pa¨ªses en v¨ªas en desarrollo no funcionar¨¢n si el emprendedor no conoce de primera mano las necesidades locales. Vivir en estos lugares es la mejor forma de dar con una soluci¨®n efectiva.
- Entender el doble mercado. Un emprendedor social se enfrenta a un doble obst¨¢culo: ofrecer un producto o servicio a alguien que no puede pagarlo y convencer a un inversor o entidad que sufrague el coste sin un retorno monetario tangible. El proyecto debe ser doblemente atractivo.
- Ser (m¨¢s) paciente. Los ritmos de la empresa social son diferentes. Todo es m¨¢s lento: decisiones, subvenciones, negociaciones... Prepare dosis extra de paciencia. -
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