"Irm¨¢ns da terra, pobo de Deus"
La Romaxe de Crentes Galegos re¨²ne cada a?o a 5.000 personas en una singular liturgia itinerante que tiene dividida a la comunidad cat¨®lica
"Pai noso que est¨¢s no ceo, / desde a terra de Galicia / chamamos pola irmandade / berramos pola xustiza". As¨ª comienza el Noso Pai Galego, uno de los c¨¢nticos de la Romaxe de Crentes Galegos que tiene lugar el segundo s¨¢bado de septiembre desde 1978. "La fiesta naci¨® para acercar la Iglesia al pueblo y enraizar las creencias cristianas en la cultura de Galicia", cuenta Xavier Blanco, un sacerdote salesiano de Vigo que a los 14 a?os particip¨® por primera vez en esta celebraci¨®n religiosa en la localidad ourensana de Os Peares. "Nunca hab¨ªa visto una fiesta que sintetizase tan bien la liturgia con lo que somos", recuerda.
Aquella experiencia le marc¨® y, hace una d¨¦cada, cogi¨® el testigo de uno de los fundadores: el te¨®logo y ex sacerdote Xos¨¦ Chao, que sigui¨® al pie del ca?¨®n hasta que el p¨¢rkinson no le dej¨® alternativa. "Pepe predicaba en gallego durante el franquismo, cuando el sistema era r¨ªgido y parec¨ªa que no hab¨ªa otra forma de vivir la fe", dice con orgullo Blanco y explica c¨®mo las romaxes se convirtieron en su manera de cambiar las cosas: "Organiz¨® una primera en Irimia, la cuna del r¨ªo Mi?o, y all¨ª surgi¨® una comunidad laica con ese nombre, que ha continuado con la tradici¨®n".
El 11 de septiembre se celebrar¨¢ la pr¨®xima ceremonia en Monterroso
Los obispos evitan pronunciarse sobre esta fiesta que no se rige por el rito oficial
Lois Ferrad¨¢s es el presidente de esta asociaci¨®n que re¨²ne a 5.000 personas en cada convocatoria. "La gente viene buscando una alternativa, como sucedi¨® en Iberoam¨¦rica con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Quieren una Iglesia universal que reconozca la identidad de su pueblo", se?ala Ferrad¨¢s en defensa de esta ceremonia itinerante.
"Escogemos lugares evocadores, como la orilla del mar de Arousa, y all¨ª organizamos un xantar compartido con productos de la tierra y m¨²sica de A Quenlla. Nos juntamos para o¨ªr fragmentos del Evangelio, aprender cosas sobre nuestra historia y reflexionar sobre el paro, la crisis o los problemas del mar".
Seg¨²n relata el presidente de Irimia, la liturgia se cierra con el himno de Galicia y un grito de protesta por los males de la comunidad: "Le llamamos O berro seco en recuerdo de los canteros que se dejaban la voz d¨¢ndose ¨¢nimos para levantar las piedras m¨¢s pesadas".
Unai Gonz¨¢lez, presidente de la asociaci¨®n Francisco Lorenzo Mari?o, fue uno de los encargados de organizar la romaxe del a?o pasado en Agui?o (Ribeira, A Coru?a). "Somos la ¨²nica parroquia que ha acogido esta celebraci¨®n tres veces. Fletamos 57 autobuses y vinieron 600 turismos particulares para asistir al oficio de Rub¨¦n de Aramburu, p¨¢rroco de Santo Tom¨¦ de Pi?eiro", dice con orgullo el vecino de esta localidad, que consigui¨® recolectar 9.500 euros para pagar el evento con financiaci¨®n parcial del Ayuntamiento de Ribeira, que puso 3.000. El 11 de septiembre, Monterroso (Lugo) se convertir¨¢ en escenario de esta liturgia popular a pesar de las cr¨ªticas en la Red.
"He sido militante de las romaxes desde los 22 y lo que vi me ha abierto los ojos. Es una verg¨¹enza que la Iglesia se est¨¦ callando los abusos de Irimia, que act¨²a como un partido pol¨ªtico y comete una grave falta de respeto hacia la Santa Cena", denuncia el bloguero Jose Carlos Enr¨ªquez, y se une a las acusaciones de Catholic.net, en cuyo foro se afirma que el acto atenta contra el sacramento de la Eucarist¨ªa porque se alteran textos de la Sagrada Escritura, por la forma irregular de comulgar y porque se ha dedicado a l¨ªderes paganos como el guerrero celta Breog¨¢n. "No se puede recibir el cuerpo de Cristo mientras otros bailan y comen sardinas", espeta Enr¨ªquez.
Uno de los ide¨®logos de las romaxes, el te¨®logo Andr¨¦s Torres Queiruga, mantiene que son eucarist¨ªas extraordinarias que emplean recursos pr¨¢cticos para acercarse al pueblo y tacha estos argumentos como "pura calumnia de fundamentalistas que tuercen la verdad intencionalmente, creando un ambiente de crispaci¨®n y miedo".
Los obispos gallegos se han reunido con la organizaci¨®n e insisten en que el rito se siga "al pie de la letra", pero mantienen una actitud contradictoria. Manuel S¨¢nchez, obispo de Mondo?edo, la desautoriz¨® en 2008, aunque su ruego no fue atendido por el arzobispo Juli¨¢n Barrio, y se niega a hablar del tema al ser consultado. "El resto mira para otro lado", reconoce Unai Gonz¨¢lez. "Barrio se postula para cardenal y posicionarse en esto podr¨ªa costarle su carrera", dice este vecino comprometido con Irimia.
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