Zapatero cita a los ministros del ¨¢rea econ¨®mica para abordar un oto?o dif¨ªcil
El jefe del Ejecutivo preside el jueves la cita semanal que dirige Salgado - Los recortes presupuestarios y las novedades fiscales centrar¨¢n el debate
El Gobierno se prepara ya para afrontar un oto?o cargado de medidas econ¨®micas. Convencido de que los recortes presupuestarios, la huelga y las reformas laboral y de las pensiones marcar¨¢n la agenda pol¨ªtica en los pr¨®ximos meses, el presidente ha convocado el jueves a los ministros del ¨¢rea econ¨®mica para coordinar la actividad. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero presidir¨¢ la comisi¨®n delegada de asuntos econ¨®micos, que re¨²ne cada semana a los ministros del ramo y que normalmente dirige la vicepresidenta Elena Salgado.
De esa forma, Zapatero asume personalmente la supervisi¨®n econ¨®mica del Ejecutivo y marca las directrices m¨¢s inmediatas. El encuentro -una reuni¨®n especial, seg¨²n fuentes del Gobierno- se plane¨® antes del verano con la idea de poner en com¨²n los proyectos pendientes, especialmente el Presupuesto. Las cuentas p¨²blicas de 2011 , las m¨¢s restrictivas de la democracia, se presentar¨¢n en el Congreso los ¨²ltimos d¨ªas de septiembre. El encaje resulta este a?o m¨¢s complicado que nunca, pues los ministros deben asumir tijeretazos que afectar¨¢n seriamente a sus pol¨ªticas sociales. Las tensiones se antojan mayores y por eso el presidente intentar¨¢ limar asperezas y unificar el discurso del Gobierno.
Salgado, Blanco, Corbacho, Sebasti¨¢n y Espinosa acudir¨¢n al encuentro
El mayor reto es unificar el discurso y contrarrestar la presi¨®n de la huelga
Adem¨¢s de Salgado y de sus dos secretarios de Estado acudir¨¢n al encuentro los titulares de Fomento (Jos¨¦ Blanco), Trabajo (Celestino Corbacho), Industria (Miguel Sebasti¨¢n) y Medio Ambiente (Elena Espinosa), miembros permanentes de la comisi¨®n delegada que se re¨²ne los jueves con la presencia tambi¨¦n del jefe de gabinete de la Presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Enrique Serrano. La cita de este jueves ser¨¢ en La Moncloa, y no en el escenario habitual del Ministerio de Econom¨ªa.
Pocas veces ha presidido Zapatero una comisi¨®n delegada de asuntos econ¨®micos. La ¨²ltima vez fue hace justo dos a?os, un d¨ªa antes de que el Consejo de Ministros aprobara un gui¨®n con reformas que se desarrollaron en los meses siguientes. En esta ocasi¨®n no habr¨¢ sobre la mesa iniciativas concretas, aseguran las fuentes gubernamentales, pero lo acordado condicionar¨¢ las tareas pendientes y, sobre todo, la forma de abordarlas.
A un mes de que se conozcan unos Presupuestos que previsiblemente incorporar¨¢n subidas de impuestos a las rentas altas, Zapatero tiene por delante el reto de unificar el discurso en pol¨ªtica fiscal. En el Ejecutivo conviven ministros como Jos¨¦ Blanco, m¨¢s partidario de subir impuestos para mantener el Estado del bienestar, y otros como la propia Salgado, reticente a mayores esfuerzos en un momento de incertidumbre econ¨®mica. Zapatero deber¨¢ decidir si el impuesto para ricos que prometi¨® se saldar¨¢ con un mero retoque en el IRPF para los contribuyentes m¨¢s acaudalados -la propuesta de Salgado- o se abordan reformas m¨¢s ambiciosas. De momento parece triunfar la primera opci¨®n.
De c¨®mo se trasladen estos elementos a la opini¨®n p¨²blica depender¨¢ en parte el ¨¦xito de la huelga general convocada por UGT y Comisiones Obreras para el 29 de septiembre . A favor del paro los sindicatos esgrimir¨¢n motivos diferentes al oficial, una reforma laboral que el Congreso aprobar¨¢ definitivamente el 9 de septiembre con la flexibilidad interna y el abaratamiento del despido como principales novedades. M¨¢s all¨¢ de ese proyecto, el Ejecutivo perge?ar¨¢ en breve su reforma de las pensiones, que retrasar¨¢ la edad de jubilaci¨®n -previsiblemente de 65 a 67 a?os- y elevar¨¢ el n¨²mero de a?os cotizados que cuentan para calcular las prestaciones.
El presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, celebr¨® la semana pasada una reuni¨®n similar a la que ha convocado ahora Zapatero. Como fin oficial de las vacaciones, Sarkozy cit¨® a su equipo econ¨®mico para hablar del crecimiento y el d¨¦ficit p¨²blico.
Los sacrificios pendientes
- Presupuestos austeros. Antes del 1 de octubre deben estar en el Congreso las cuentas p¨²blicas para 2011, que recortar¨¢n el gasto un 7,7% de media respecto a los Presupuestos de 2010. Si se a¨ªslan el pago de intereses de la deuda, que necesariamente crecer¨¢ en 2011, y la partida del desempleo, que ser¨¢ como m¨ªnimo tan abultada como la de este, el recorte ser¨¢ mucho m¨¢s pronunciado en la mayor¨ªa de los ministerios, con rebajas que rondar¨¢n el 15%. El Gobierno necesitar¨¢ grandes dosis de pedagog¨ªa para explicar estos sacrificios.
- Impuesto para ricos. La promesa que hizo Zapatero para intentar contrarrestar las fuertes cr¨ªticas a los ajustes anunciados en mayo -rebaja de salarios p¨²blicos, congelaci¨®n de pensiones, recortes en inversi¨®n y en dependencia, entre otros- se traducir¨¢ finalmente en el Presupuesto del a?o pr¨®ximo. Hacienda se inclina por gravar m¨¢s a las rentas altas creando un nuevo tramo en el IRPF con un tipo superior al 43%. Mientras este departamento trabajaba sobre el proyecto, el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, irrumpi¨® hace unos d¨ªas en el debate al abogar por subidas de impuestos para mantener el Estado de bienestar.
- Huelga general. Con la austeridad como tel¨®n de fondo, los sindicatos UGT y CC OO han convocado para el pr¨®ximo 29 de septiembre la primera huelga contra Zapatero, oficialmente por la reforma laboral, ya en vigor aunque el Congreso dar¨¢ el visto bueno definitivo el 9 de septiembre. El seguimiento del paro servir¨¢ al Gobierno para medir el grado de descontento ante la pol¨ªtica de recortes.
- Pensiones. Es la mayor inc¨®gnita hasta el momento, tanto en fechas como en contenido. El Ejecutivo est¨¢ pendiente de recibir las propuestas del Pacto de Toledo -deber¨ªan estar listas en septiembre- para abordar una reforma de pensiones. Los ministros de Econom¨ªa y Trabajo han dado a entender que, con acuerdo parlamentario o sin ¨¦l, la edad legal de jubilaci¨®n aumentar¨¢ progresivamente de 65 a 67 a?os. Tambi¨¦n cambiar¨¢ la forma de calcular la pensi¨®n, aunque esa idea est¨¢ menos definida. Lo m¨¢s probable es que se eleve el periodo que se tiene en cuenta para calcular el importe de la prestaci¨®n (ahora, los 15 ¨²ltimos a?os cotizados).
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