No recaemos. Salimos a c¨¢mara lenta
Los ¨²ltimos datos anticipan una recuperaci¨®n muy lenta, pero no una segunda recesi¨®n
"La codicia es buena", dec¨ªa Gordon Gekko en Wall Street. Esa pel¨ªcula se estren¨® en plena resaca del crash de octubre de 1987 y su secuela est¨¢ a punto de llegar a los cines, de nuevo en plena resaca -en esta oportunidad, de la Gran Recesi¨®n-, aunque con una diferencia: de aquella crisis burs¨¢til que apenas afect¨® a la econom¨ªa real se sali¨® a toda velocidad, mientras que ahora van ya tres a?os y a¨²n queda tormenta para rato. Cada vez que empieza a escampar, los mercados sorprenden con un giro brusco, normalmente sin datos sustanciales que expliquen ese cambio de tendencia. As¨ª ha sucedido esta misma semana. Pero una cosa est¨¢ clara: con o sin buenas razones, vuelve el pesimismo. Y vuelve desde el lugar donde empez¨® todo, EE UU.
El pesimismo ha vuelto desde el lugar en el que empez¨® esta crisis: EE UU
La cita de banqueros centrales en Jackson Hole ha cobrado especial relevancia
Carmen Reinhart: "Esta crisis durar¨¢ 10 a?os en pa¨ªses como Espa?a o EE UU"
La recuperaci¨®n tan r¨¢pida de Asia, gracias a China, es la ¨²nica sorpresa
EE UU tiene 14,6 millones de parados y 2,4 ya ni buscan empleo
Hace unas semanas la econom¨ªa estadounidense iba viento en popa, las pruebas de esfuerzo a la banca europea permitieron controlar los incendios en el mercado de deuda y Alemania sorprendi¨® con un crecimiento sensacional que parec¨ªa augurar una recuperaci¨®n m¨¢s r¨¢pida en Europa. Ese estado de ¨¢nimo se ha esfumado. El optimismo (probablemente demasiado tempranero) ha devenido estos d¨ªas en dudas, en una vuelta a la desconfianza, con algunos signos de alarma en los mercados financieros.
El que iba a ser el verano de la esperanza se est¨¢ convirtiendo en el del miedo a que EE UU tropiece, vuelva a caer en la recesi¨®n y se lleve por delante la recuperaci¨®n en todo el mundo. Ante tanta incertidumbre, el c¨®nclave en Jackson Hole (Wyoming, EE UU) de economistas y banqueros centrales internacionales ha cobrado especial relevancia, con un mensaje de nubes y claros. "Esta crisis durar¨¢ casi 10 a?os en los pa¨ªses m¨¢s endeudados -tanto EE UU como Espa?a est¨¢n entre ellos-, y apenas llevamos tres desde que estall¨®", explic¨® en una entrevista con este diario Carmen Reinhart, de la Universidad de Maryland, que defendi¨® esa tesis en uno de los trabajos m¨¢s destacados del aquelarre de Wyoming.
La econom¨ªa norteamericana perdi¨® vigor en el ¨²ltimo trimestre, y eso ha funcionado como un lastre para unos mercados con tendencia a sobrerreaccionar. Pero la media docena de expertos consultados para este reportaje se muestran partidarios de poner sordina al alud de datos que a diario causan movimientos s¨²bitos en las Bolsas. Brad DeLong, profesor de Berkeley y ex asesor de Bill Clinton, asegur¨® desde California que es el momento de relativizar: "La gente era excesivamente optimista hace tres meses, y ahora estamos m¨¢s cerca de entender lo seria que es la situaci¨®n actual". Ha habido malas noticias, "pero no hay que olvidar que la reca¨ªda en la recesi¨®n no es el escenario m¨¢s probable en EE UU, y que el ¨²ltimo PIB alem¨¢n es alentador", a?ade.
Cobra fuerza el convencimiento de que la salida del t¨²nel ser¨¢ a c¨¢mara lenta. "La previsi¨®n m¨¢s fiable era y es una recuperaci¨®n inusualmente lenta, an¨¦mica, especialmente en los pa¨ªses m¨¢s endeudados", dispara por tel¨¦fono el economista Paul Romer desde Stanford. Eso incluye a EE UU, a Espa?a, a Reino Unido, a Irlanda, a un buen pu?ado de econom¨ªas posburbuja. La ¨²nica sorpresa de los ¨²ltimos tres a?os es la r¨¢pida recuperaci¨®n de Asia, debido a la pol¨ªtica antic¨ªclica de China, que probablemente ha puesto en marcha las mejores medidas anticrisis del mundo, qui¨¦n lo iba a decir hace unos a?os. "Pa¨ªses como Alemania, capaces de exportar a Asia, sacaron provecho de ese crecimiento: los Gobiernos y los analistas sobrerreaccionaron a esa noticia y pensaron que la salida de la crisis pod¨ªa ser m¨¢s veloz. Pero no. La historia demuestra que se sale muy lentamente de las recesiones que est¨¢n acompa?adas de crisis financieras, como esta", remacha Romer.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), dio un mensaje parecido en Jackson Hole, en el discurso estelar del simposio, que ech¨® la persiana ayer. La recuperaci¨®n, reiter¨®, ser¨¢ "modesta". "El que espere m¨¢s que eso se equivoca", a?adi¨® el presidente de la Fed de Kansas, Thomas Hoening. EE UU lleva creciendo un a?o, desde julio de 2009. Pero el ritmo de la recuperaci¨®n ha perdido vigor de forma significativa durante los ¨²ltimos seis meses. ?Va entonces la econom¨ªa de nuevo hacia abajo?
En la calle, con 14,6 millones de parados y otros 2,4 millones que ni siquiera buscan empleo en la situaci¨®n actual, la respuesta parece ser afirmativa. En EE UU hay tambi¨¦n 8,5 millones de personas que no tienen m¨¢s remedio que trabajar a tiempo parcial, lo que se traduce en menos ingresos. Y 40 millones de personas con bajos recursos que acuden a las ayudas p¨²blicas para poder comer, a los conocidos food stamps: para todos ellos, la vida es una especie de depresi¨®n contenida. Tampoco hay buenas noticias para las empresas, que ven c¨®mo la demanda vuelve a bajar. Ni en el sector de la vivienda, donde las ventas avanzan al menor ritmo en cinco d¨¦cadas. Mark Zandi, de Moody's, opina que el riesgo de una reca¨ªda es "inc¨®modamente alto". Goldman Sachs hablaba hace unas de semanas de un 20% de posibilidades. El gur¨² Nouriel Roubini eleva esa cifra al 40%.
Fuera de EE UU las dudas son similares. "La d¨¦cada anterior a la crisis no fue normal. O sea que la crisis tambi¨¦n puede ser anormal en los pa¨ªses que m¨¢s deuda acumularon. Algunos de los europeos -y desde luego EE UU- van a sufrir un proceso doloroso de vuelta a niveles normales de endeudamiento, que puede llevar siete a?os", se?ala Reinhart. Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters, asegura que eso no supondr¨¢ una reca¨ªda en la recesi¨®n -la famosa double dip-, al menos por ahora. "Pero s¨ª en un crecimiento d¨¦bil durante mucho tiempo, con fases de algo m¨¢s de aceleraci¨®n y otras de ca¨ªdas durante a?os, que m¨¢s adelante -en un par de a?os- s¨ª podr¨ªan convertirse en una doble recesi¨®n", se?ala. "Pero es que en todas las grandes crisis ese ha sido el patr¨®n de comportamiento", declara. Para Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney, la clave es la pol¨ªtica econ¨®mica: tanto el papel de los bancos centrales como el de los Gobiernos, enzarzados en el debate entre austeridad o nuevos est¨ªmulos. "En EE UU hay pol¨¦mica acerca de una tercera ronda de est¨ªmulos. En Europa ya nadie habla de eso, pero no hay que olvidar que las medidas de austeridad de Alemania, por ejemplo, no entran en vigor hasta 2012. En los pa¨ªses que no han tenido m¨¢s remedio que adelantarse, como Espa?a e Irlanda, la situaci¨®n ha mejorado pero vienen trimestres complicados. La reca¨ªda o no en la recesi¨®n depender¨¢ de lo que tire el sector exterior", apunta.
Los mercados est¨¢n nerviosos. Y los analistas tambi¨¦n: esta misma semana Wall Street lleg¨® a bajar por una sentencia que obliga a Hacienda a rehacer 20.000 liquidaciones de IVA, seg¨²n Bloomberg, pese a que el Gobierno espa?ol asegura que eso no supondr¨¢ ning¨²n coste. "Hay mucho nerviosismo, cualquier mala noticia genera inquietud. Y sin embargo nada ha cambiado: sigue habiendo un foco de potenciales problemas con la deuda p¨²blica y en algunos sectores financieros, como el irland¨¦s o el espa?ol. Pero eso no tiene por qu¨¦ afectar la din¨¢mica de la recuperaci¨®n, que ser¨¢ an¨¦mica pero al fin y al cabo es recuperaci¨®n", apostilla Antonio Garc¨ªa Pascual, de Barclays Capital.
Entre "la codicia es buena" que pronunciaba Gordon Gekko en Wall Street y lo que dec¨ªa el personaje de Charlie Sheen, "el dinero es una maldici¨®n", deber¨ªa haber un t¨¦rmino medio. Entre los accesos de optimismo y ese movimiento pendular hacia el pesimismo, tambi¨¦n. Pero ni los banqueros ni los Gobiernos ni los economistas ni los mercados acaban de encontrarlo.
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