Sofia Coppola seduce a c¨¢mara lenta

Y el tercer d¨ªa lleg¨® a Venecia el clan Coppola. Ellos, la lluvia y todo tipo de desperfectos provocados por la tormenta. Luciendo camisa azul de pu?os y cuello blanco y con su aspecto impoluto de costumbre, Sofia Coppola (Nueva York, 1971) se sent¨® ayer por la ma?ana junto a su productor -y hermano- Roman Coppola, y los actores Stephen Dorff y Elle Fanning para hablar de su ¨²ltima pel¨ªcula, Somewhere.

La rueda de prensa empez¨® con cierto retraso debido al caos provocado por la lluvia, y los protagonistas parec¨ªan tan contentos de estar all¨ª como poco interesados en contagiar su alegr¨ªa. "?Qui¨¦n es mi personaje? Bueno, Sofia Coppola lo sabe mejor que yo porque ella escribi¨® la pel¨ªcula. Pero creo que Johnny Marco es una estrella de Hollywood metida en un estilo de vida endiablado. De repente todo cambia cuando empieza a pasar m¨¢s tiempo con su hija. Es la historia de alguien que se transforma finalmente en un hombre. El gui¨®n era maravilloso as¨ª que solo puedo decir 'Grazie", se arranc¨® Stephen Dorff, un actor que hace a?os conoci¨® mejores momentos en la industria cinematogr¨¢fica con t¨ªtulos como Sangre y vino.

"Solo he pretendido mostrar el 'show business", seg¨²n la directora

Stephen Dorff: "Es el papel que llevaba esperando toda mi vida"

La feminidad de Coppola y su militancia en el mundo de las directoras tambi¨¦n fue motivo de interrogaci¨®n: "No pienso en ello cuando hago una pel¨ªcula. Obviamente me alegro de que cada vez haya m¨¢s mujeres directoras en el mundo del cine", respondi¨® como para sac¨¢rselo de encima y sin entrar en m¨¢s detalles. Para detalles -parec¨ªa decir- echadle un vistazo a Somewhere. Lo cierto es que el aplauso entusiasmado (muy diferente al trato de cortes¨ªa que recibi¨® hace un par de d¨ªas Julian Schnabel en esta misma sala) de la prensa para el equipo de la pel¨ªcula parece presagiar algo bueno. Somewhere nace y se hace en las mismas coordenadas que reg¨ªan Lost in translation y brilla en toda su extensi¨®n. Y todo -dicho sea de paso- con un esqueleto argumental del grosor de un papel de fumar.

A su lado, Stephen Dorff aseguraba: "Este es mucho m¨¢s que el rol so?ado, es el papel que llevaba esperando toda mi vida. Estoy trabajando desde hace mucho tiempo, y sin embargo, desde el instante en que Sofia me llam¨® pens¨¦ que era el personaje perfecto en el momento perfecto. Ha sido la experiencia m¨¢s incre¨ªble que he tenido desde que me dedico a la interpretaci¨®n". Lo cierto es que Dorff juega a la perfecci¨®n en una liga dif¨ªcil y no ser¨ªa extra?o verle compitiendo por premios importantes gracias a un personaje que en el papel parecer¨ªa aburrido y que en su traslaci¨®n a la gran pantalla convierte su insoportable levedad en algo trascendente. "Cuando empec¨¦ a escribir el gui¨®n, Stephen me vino a la cabeza y pens¨¦ que era el tipo perfecto para este papel: con un mont¨®n de talento aunque tambi¨¦n mucho coraz¨®n y sinceridad", confesaba Coppola regal¨¢ndole los o¨ªdos a un Dorff de aspecto radiante.

A su lado la peque?a Emma Fanning, hermana de otra actriz, Dakota, asist¨ªa maravillada a las idas y venidas de periodistas y cineastas, sin responder a nadie (ya que nadie le preguntaba) y emocionada cuando le toc¨® por fin encender su micr¨®fono y contar sus impresiones de un personaje al que hace respirar con naturalidad desarmante. Un papel que parece sentarle como un traje a medida: "Yo ve¨ªa a mi personaje como una ni?a de 11 a?os, normal y corriente, y al mismo tiempo como alguien cuyos padres se han divorciado y pasa por un periodo dif¨ªcil", acert¨® a responder con voz firme y pose profesional la nueva ni?a prodigio de Hollywood.

Ya de paso le preguntaron a la directora si ten¨ªa un Ferrari (el protagonista del filme conduce uno) y por su visi¨®n de Italia. Coppola hizo un doble regate y acab¨® contestando otra pregunta, probablemente m¨¢s interesante que la original. "Solo he pretendido mostrar el mundo del show business, que es igual en todo el mundo -no importa donde vayas-. Es un universo que conozco muy bien". Los 20 minutos que dur¨® el acto no dieron para mucho m¨¢s y los responsables de Somewhere emprendieron la huida tras dos discursos de sendos periodistas italianos que en realidad no conten¨ªan ninguna pregunta. Coppola ni se inmut¨®. Y los dem¨¢s, tampoco.