La UE reabre la guerra con EE UU sobre los ajustes fiscales en el G-20
Reclama a Obama que dise?e "estrategias cre¨ªbles para buscar una salida a los est¨ªmulos" en un documento que fija la posici¨®n europea en la pr¨®xima cumbre
En los d¨ªas previos al ¨²ltimo G-20, EE UU lanz¨® una soflama para que ning¨²n pa¨ªs retirara los paquetes de est¨ªmulo econ¨®mico: Alemania respondi¨® anunciando un plan de austeridad de a¨²pa y toda Europa ha elegido esa v¨ªa por unas u otras razones. Lejos de amainar, esa pol¨¦mica -austeridad o m¨¢s est¨ªmulos para salir de la crisis- amenaza con protagonizar el pr¨®ximo G-20, que quiere convertirse en una suerte de Gobierno econ¨®mico mundial, lo que en su d¨ªa trat¨® de ser, con escaso ¨¦xito, el G-7. La UE tiene previsto reclamar en la pr¨®xima cumbre, prevista para noviembre en Se¨²l, "un ambicioso programa de consolidaci¨®n fiscal" a EE UU y Jap¨®n, seg¨²n un borrador del documento que fija la posici¨®n europea y que empezar¨¢ a discutirse en una minicumbre que se celebra a partir de hoy en Gwangju (Corea del Sur).
Obama y el Gobierno japon¨¦s preparan nuevos planes de est¨ªmulo
Las tesis europeas ya triunfaron en la cumbre de Toronto (Canad¨¢)
"Los riesgos aumentan en EE UU y Jap¨®n", seg¨²n la posici¨®n europea
La Uni¨®n muestra tibieza frente a la nueva tasa sobre el sector financiero
El ¨®rdago europeo llega en un momento delicado: Europa reclama disciplina fiscal justo cuando los Gobiernos de Jap¨®n y EE UU anuncian nuevos planes de est¨ªmulo por los riesgos de reca¨ªda en la recesi¨®n. Jap¨®n acaba de poner en marcha medidas adicionales ante las dificultades que atraviesa su econom¨ªa, que tras una salida sorprendentemente r¨¢pida de la crisis se ha gripado en los ¨²ltimos meses. Barack Obama pretende aprobar tambi¨¦n un tercer plan de est¨ªmulo: la econom¨ªa norteamericana lleva ya cuatro trimestres fuera del t¨²nel de la crisis, pero ese ¨ªmpetu va decayendo y ya hay quien avisa de los riesgos de una doble recesi¨®n.
El documento, al que ha tenido acceso este peri¨®dico, atribuye a los planes de austeridad la mejor¨ªa de la econom¨ªa europea: "Las nuevas medidas de consolidaci¨®n fiscal para 2010 y 2011 han contribuido a restaurar la confianza de los inversores y a estabilizar la situaci¨®n". En cambio, "los riesgos han aumentado en EE UU y Jap¨®n", que han optado por la pol¨ªtica econ¨®mica opuesta: seguir con los est¨ªmulos y dejar la austeridad para m¨¢s adelante, tal y como ven¨ªa reclamando el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero eso era antes: ahora el Fondo se alinea con Europa. El FMI reaccion¨® a la crisis pidiendo est¨ªmulos fiscales y sostiene que todo eso evit¨® un remake de la Gran Depresi¨®n. Pero poco a poco ha vuelto a ser el FMI de siempre. Esta misma semana aseguraba que EE UU, el pa¨ªs que m¨¢s aboga por los est¨ªmulos, no tiene m¨¢s margen fiscal por el incremento espectacular de su deuda p¨²blica.
Europa o Estados Unidos: el ¨¦xito de una u otra receta de pol¨ªtica econ¨®mica marcar¨¢ los pr¨®ximos a?os, pero los expertos no se ponen de acuerdo acerca de qui¨¦n tiene raz¨®n. Europa afirma que la austeridad genera confianza y eso contribuye a la recuperaci¨®n, mientras que EE UU, con el Nobel Paul Krugman a la cabeza, dice que las medidas de ajuste pueden minar el crecimiento, y a la larga eso impedir¨¢ pagar la factura de la deuda acumulada. En medio de ese debate, la UE cierra filas: EE UU "deber¨ªa dise?ar estrategias cre¨ªbles para buscar una salida a los est¨ªmulos fiscales y a la vez iniciar las reformas para salvaguardar la sostenibilidad de sus cuentas p¨²blicas", seg¨²n el documento que fija la posici¨®n europea en la reuni¨®n a la que asistir¨¢n hoy los viceministros de Econom¨ªa, el equivalente a secretarios de Estado en Espa?a.
El comunicado final del ¨²ltimo G-20 de Toronto ya consagraba como prioridad el recorte del d¨¦ficit p¨²blico: las tesis europeas salieron ganadoras, si bien EE UU consigui¨® incluir varias referencias a la necesidad de "potenciar el crecimiento". Al final cada pa¨ªs ha hecho lo que ha querido; no hab¨ªa medidas sancionadoras para los incumplidores. Pero si triunfa, la tesis europea entra?a riesgos: "Hay un peligro evidente de que un ajuste fiscal sincronizado pueda tener un impacto adverso en la recuperaci¨®n", asegura el economista Raj Patel ante la respuesta europea, que en casos como el espa?ol, el irland¨¦s o el griego obedece a las presiones de los mercados, pero que en otros como el alem¨¢n es una mezcla de ideolog¨ªa y fantasmas del pasado.
El documento aborda otras cuestiones que se discutir¨¢n dentro de un par de meses en Se¨²l. Europa se muestra tibia en lo relativo a la nueva tasa a la banca, por el impacto en el cr¨¦dito y por tanto en la recuperaci¨®n. Apenas hay una menci¨®n a los para¨ªsos fiscales, uno de los m¨¢s sonados fracasos del G-20. En cuanto a un cambio en los derechos de voto en el FMI, el documento echa balones fuera: aboga por dar m¨¢s votos a los pa¨ªses emergentes, pero a cambio de que pierdan peso todos los pa¨ªses que est¨¦n sobrerrepresentados, no solo los europeos.
Formaciones G
- Creado en 1999, el G-20 re¨²ne a los pa¨ªses m¨¢s ricos y a los emergentes m¨¢s pujantes (Brasil, China, India, M¨¦xico y Argentina, por ejemplo) y con la Gran Recesi¨®n ha tomado el testigo del G-7, en el que participaban s¨®lo las grandes potencias, como foro de cooperaci¨®n econ¨®mica internacional.
- Tras las cumbres de Washington y Londres, en las que se pusieron en marcha una bater¨ªa de medidas tras el colapso de Lehman Brothers, el G-20 se ha reunido tambi¨¦n en Pittsburgh y Toronto. Pr¨¢cticamente todo el cap¨ªtulo de reformas financieras sigue varado. Frente al entusiasmo inicial, desde Londres las protestas de los antiglobalizaci¨®n han sido la t¨®nica en todas las cumbres.
- Se¨²l (Corea del Sur), ser¨¢ la sede del pr¨®ximo encuentro, en noviembre, al que de nuevo asistir¨¢ Espa?a, que ha realizado grandes esfuerzos diplom¨¢ticos para asistir a las cumbres. Antes de esa reuni¨®n habr¨¢ varias minicumbres preparatorias, como la de hoy y ma?ana en Gwangju. El presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, asumir¨¢ entonces la presidencia del G-20.
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