La cuenta atr¨¢s
Aunque la legislatura no se agotar¨¢ hasta el 1 de marzo de 2012, el nuevo curso pol¨ªtico pone en marcha el mecanismo de su cuenta atr¨¢s, que podr¨ªa incluso precipitar una disoluci¨®n anticipada. El calendario de nueve meses entre septiembre de 2010 y junio de 2011 incluye cuatro citas diferentes de obligado cumplimiento que pondr¨¢n en jaque la capacidad del presidente del Gobierno para consumir su segundo cuatrienio: la huelga general del 29 de septiembre, las elecciones catalanas en noviembre, la negociaci¨®n de los pr¨®ximos Presupuestos Generales del Estado y los comicios municipales y auton¨®micos de r¨¦gimen com¨²n en mayo del pr¨®ximo a?o. Y esa lista no incluye por definici¨®n los eventuales conflictos de orden interior o internacional que pudieran a?adirse a ese programa fijo de desaf¨ªos inevitables.
Comienza el nuevo curso con la perspectiva de huelga general, presupuestos, elecciones catalanas y municipales
En los tiempos de subvaloraci¨®n optimista por Zapatero -querer es poder- de la profundidad y duraci¨®n de la crisis econ¨®mica iniciada en el verano de 2007, la irrestricta confianza puesta en la r¨¢pida salida espa?ola de la recesi¨®n y la correlativa recuperaci¨®n inmediata de los puestos de trabajo sirvi¨® al presidente del Gobierno de b¨¢culo milagroso para soportar imp¨¢vidamente las primeras embestidas del paro y de las quiebras empresariales. El subjetivismo de comienzos de la legislatura y el desprecio hacia los agoreros ("?cuidad de no confundir -exclamaba ret¨®ricamente Palmiro Togliatti en un Congreso de la Komintern- las notas del pesimismo con los acentos de la verdad!") tropezar¨ªa luego con la terca realidad de una econom¨ªa globalizada y con las exigencias de una reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario y de la deuda: la desconfianza de los mercados financieros internacionales hizo saltar todas las alarmas a comienzos de este a?o. La elevaci¨®n de los impuestos y el recorte del gasto p¨²blico, la reforma del mercado laboral y los preparativos para modificar el c¨¢lculo de las pensiones y la edad de jubilaci¨®n han borrado los ensue?os de una vuelta a la recuperaci¨®n en 2010 y a la prosperidad en 2011 capaz de proporcionar a los socialistas una c¨®moda victoria electoral en 2012.
Probablemente el PSOE s¨®lo podr¨¢ contar como mucho con una fatigosa y modesta mejor¨ªa de la situaci¨®n econ¨®mica de aqu¨ª al final de la legislatura. Adem¨¢s, el desarrollo de los acontecimientos en los pr¨®ximos meses tal vez obligue a una disoluci¨®n anticipada del Parlamento cuando la luz de la salida del t¨²nel de la crisis ni siquiera se divise. Una excesiva aspereza de la huelga general o un marcado retroceso socialista en las elecciones catalanas, municipales y auton¨®micas pueden aconsejar a Zapatero un llamamiento adelantado a las urnas. Y la falta de apoyos parlamentarios en la negociaci¨®n de los presupuestos para 2011 no le dejar¨ªa seguramente otra soluci¨®n -bajo la amenaza de otra eventual acometida de los desconfiados mercados financieros- que poner fin a la legislatura.
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