El PSOE logra apoyos de la izquierda para suavizar los cambios m¨¢s duros del Senado

Con m¨¢s de 70 enmiendas incorporadas, la reforma laboral responde m¨¢s que nunca a la categor¨ªa de reforma de la letra peque?a. El proyecto innova en flexibilidad interna de las empresas, despido, contrataci¨®n y hasta en desempleo. Incluso se desliza la promesa de modificar la negociaci¨®n colectiva si empresarios y sindicatos no lo hacen en seis meses. Pero ninguno de esos cambios se aborda de manera decidida, sino a trav¨¦s de m¨²ltiples detalles de redacci¨®n farragosa.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta reforma la ha despojado -gracias al apoyo de la izquierda minoritaria al PSOE- de varios aspectos aprobados en el Senado que endurec¨ªan el texto. El m¨¢s significativo ata?e a la conversi¨®n en fijo de un contratado por obra despu¨¦s de tres a?os en la empresa. La reforma inicial preve¨ªa para estos casos la entrada en plantilla, pero una enmienda del PNV en el Senado precis¨® que la condici¨®n de indefinido solo llegar¨ªa si el trabajador realizaba "id¨¦ntica actividad y en el mismo puesto de trabajo", lo que relajaba mucho la medida.

Tambi¨¦n han deca¨ªdo las mayores facilidades que aprob¨® el Senado para despedir por absentismo. El PNV logr¨® eliminar el requisito de que la plantilla rebasara un nivel m¨ªnimo de absentismo para despedir individualmente por esta causa. El Congreso ha vuelto al texto anterior, que en cualquier caso allana el camino para esos despidos respecto a la situaci¨®n actual. Con la reforma laboral, un trabajador ausente el 20% de la jornada en dos meses consecutivos (el 25% en cuatro discontinuos) ser¨¢ despedido con indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o trabajado si el absentismo medio de la plantilla supera el 2,5% de la jornada (hasta ahora era el 5%).

S¨ª ha prosperado la incursi¨®n que realiza la reforma en el desempleo, una materia en principio ajena a este proyecto. El Senado rebaj¨® de 100 a 30 d¨ªas el periodo m¨¢ximo en el que un parado puede rechazar formaci¨®n y as¨ª ha quedado en el texto final.

El debate de ayer en el Congreso evidenci¨® que la regulaci¨®n del despido constituye el aspecto m¨¢s controvertido de la reforma. Las empresas podr¨¢n acogerse a la indemnizaci¨®n m¨¢s barata si alegan p¨¦rdidas "actuales o previstas" o si registran "una disminuci¨®n persistente de su nivel de ingresos", una redacci¨®n que ha encendido los ¨¢nimos sindicales. Y el Estado subvencionar¨¢, a trav¨¦s de un fondo que engrosan los empresarios, parte de ese despido.

Menos evidente resulta la mayor flexibilidad interna a la que podr¨¢n acogerse las empresas a partir de ahora. Adem¨¢s de aplicar el modelo alem¨¢n de reducci¨®n de jornada (el empleado cobra una parte del sueldo y otra del paro), el texto facilita el descuelgue salarial respecto de lo que marquen los convenios sectoriales, fija un plazo de 15 d¨ªas improrrogables para negociar cambios en las condiciones de trabajo y ofrece la posibilidad de recurrir a un ¨¢rbitro en caso de desacuerdo entre las partes.