Esto no es tan f¨¢cil como parece"

Al abandonar Nueva York en semifinales, pendiente a¨²n un domingo de compras y ni?os, cualquier cosa menos ver la final del Abierto de Estados Unidos, Roger Federer hace algo m¨¢s que perder un encuentro tras tener dos puntos de partido: cede a Novak Djokovic el n¨²mero dos del mundo; pone en peligro el r¨¦cord de acabar por octavo a?o seguido siendo uno de los dos mejores tenistas del planeta; y cierra 2010 con el gran ¨¦xito de haber conquistado un grande (Abierto de Australia) y la decepci¨®n del resto de sus resultados (cuartos, en Roland Garros y Wimbledon; semifinales, en el Abierto de Estados Unidos). Para cualquier otro tenista ese hubiera sido un magn¨ªfico a?o. Para Federer, un nombre de leyenda con la Copa de Maestros a¨²n por delante, fue un curso gris que dej¨® una cosa clara: todav¨ªa puede ganar cualquier torneo que dispute, pero es improbable que vuelva a producir un curso apabullante como en sus buenos viejos tiempos.

"Soy suficientemente viejo como para no necesitar que mi equipo me anime"

"Federer es dos personas. El genio y el padre atento de dos gemelas"

"Soy lo suficientemente viejo como para no necesitar que la gente de mi equipo me anime. Creo que estoy jugando bien y que merec¨ª estar en la final", analiz¨® el suizo. "Es normal, no puedes pasar por una carrera de 10 o 15 a?os pensando que siempre estar¨¢s en lo m¨¢s alto. Creo que he hecho un trabajo incre¨ªble para estar entre los dos mejores del mundo durante tanto tiempo. No es tan f¨¢cil como parece. Hay t¨ªos muy duros ah¨ª fuera, esto se ha convertido en algo muy f¨ªsico, muy mental", prosigui¨®. "Siento que el partido estuvo en mi raqueta. Es una derrota dura. Un partido as¨ª merece dos ganadores, pero, desgraciadamente, no creo que lo escriban as¨ª".

Federer es hoy dos personas. Est¨¢ el campe¨®n capaz de producir ratos impresionantes de tenis, incluidos los que dibuj¨® contra Djokovic. Y est¨¢ el padre de dos gemelas, hombre de 29 a?os que intenta ense?arles a las ni?as a decir pap¨¢ en persona y no a distancia, como ocurre cuando le ven por la tele. Antes o despu¨¦s, es muy probable, Federer volver¨¢ a ganar un torneo. Hasta entonces, se escuchar¨¢ que hoy proliferan los gigantes, que los Berdych, Del Potro, Murray, etc¨¦tera, son tenistas de nuevo corte, gentes de fuertes golpes, que ¨¦l, con su rev¨¦s a una mano, no puede controlar. Federer, que ya domin¨® a jugadores m¨¢s violentos, de golpeo a¨²n m¨¢s fiero (el ruso Safin, por ejemplo), no dir¨¢ nada, pero pensar¨¢ esto: "Creo que lo estoy haciendo muy bien en estas circunstancias, con tantos retos. Hay muchos t¨ªos que han sido capaces de ganarme, pero muchas veces sent¨ª que el partido estaba en mi raqueta. Eso es bueno. Puedo competir con la nueva generaci¨®n. Para m¨ª, no es un problema".