'Los emilios' cierran el s¨²per

Los cabecillas del conocido como el clan de los emilios se enfrentan a partir del pr¨®ximo lunes a nueve a?os de c¨¢rcel. El fiscal tratar¨¢ de demostrar en el juicio, que comenzar¨¢ en dos d¨ªas en la Audiencia Provincial, que Jos¨¦ Ram¨®n J. B., Francisco J. B., Emilio J. F., ?ngela F. F., Mar¨ªa F. S., Vanesa J. F. y V¨ªctor Augusto D. M. regentaban un aut¨¦ntico supermercado de la droga, que suministraba sus dosis a unos 250 toxic¨®manos al d¨ªa.

La operaci¨®n de la Polic¨ªa Judicial se inici¨® el 24 de noviembre de 2008. Fue en esa fecha cuando los agentes comprobaron que centenares de toxic¨®manos acud¨ªan a diario a una parcela ubicada en el poblado de la Ca?ada Real Galiana de Valdeming¨®mez en busca de drogas, principalmente coca¨ªna. La investigaci¨®n que pusieron en marcha los responsables del Grupo 14 de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) pone de manifiesto, tal y como recoge la acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa, que en esta parcela del poblado se vend¨ªan desde las ocho de la ma?ana y hasta bien entrada la noche grandes cantidades de drogas. Como si de un horario comercial se tratara. De hecho, los miembros del clan hab¨ªan construido en el interior del terreno, en el que hab¨ªa cuatro viviendas, un quiosco, dependencia que utilizaban para vender la coca¨ªna.

Cuatro miembros del grupo est¨¢n acusados de agredir a los polic¨ªas

La polic¨ªa investig¨® durante cuatro meses la venta de estupefacientes

La parcela la custodiaba Augusto D. M., un colombiano con antecedentes penales, que solo permit¨ªa la entrada a los compradores tras recibir las ¨®rdenes de los machacas, que tambi¨¦n est¨¢n acusados, y cuyo cometido era el de vigilar desde el exterior a los potenciales clientes del clan, compuesto en su mayor parte por miembros de una misma familia.

El modus operandi de los miembros del clan no dejaba nada al azar. Los hombres del grupo que se encontraban en el exterior de la parcela tambi¨¦n eran los encargados de captar a los toxic¨®manos. Muchos de ellos llegaban en las llamadas cundas, veh¨ªculos que se encargan de trasladar a los consumidores hasta la Ca?ada Real.

Una vez franqueada la puerta, uno de los miembros del clan les acompa?aba al interior del patio por la ¨²nica entrada. Dentro hab¨ªa otra persona de la organizaci¨®n, que, tras cerrar convenientemente la puerta, les indicaba a los consumidores que acudieran al quiosco.

En esta dependencia el intercambio lo efectuaban las mujeres que, en el caso de una intervenci¨®n policial, se desprend¨ªan de la droga tir¨¢ndola por el retrete, o dentro de una estufa que ten¨ªan permanentemente encendida o en cacerolas con aceite hirviendo. Todo para evitar ser detenidas con las sustancias ilegales. Una vez realizada la venta, los toxic¨®manos abandonaban la parcela por el mismo port¨®n de entrada.

Los miembros del clan manejaban en el quiosco escasas dosis de droga que iban reponiendo progresivamente, en tanto que otras acumulaban cantidades grandes de sustancias estupefacientes y el dinero obtenido del tr¨¢fico. De esta forma, minimizaban los robos de los toxic¨®manos o las consecuencias de una intervenci¨®n policial.

El 26 de febrero de 2009 los agentes registraron, tras recibir la pertinente autorizaci¨®n judicial, la parcela, deteniendo en total a 16 personas, de las que finalmente siete han sido acusadas de un delito contra la salud p¨²blica. Otras cuatro m¨¢s est¨¢n inculpadas de un delito de atentado contra la autoridad por lanzar piedras, sillas plegables y una pala a los agentes que se encontraban en el interior. Como resultado de estos actos un polic¨ªa sufri¨® el impacto de una piedra, y los veh¨ªculos policiales presentaron diversos desperfectos valorados en m¨¢s de 4.500 euros. En la operaci¨®n se decomisaron numerosas sustancias estupefacientes, que habr¨ªan supuesto unos 160.000 euros de beneficios para el clan, adem¨¢s de 300.000 euros en billetes. Los polic¨ªas se incautaron adem¨¢s de ocho veh¨ªculos de alta gama, numerosas joyas, una pistola simulada y munici¨®n de pl¨¢stico.

Gran parte de las ganancias generadas por el tr¨¢fico de estupefacientes se encontraban en un domicilio que la organizaci¨®n pose¨ªa en la localidad de Torrejoncillo, de la que eran originarios los principales miembros del clan. Dicha vivienda era propiedad de dos de los acusados en el juicio que desde el pr¨®ximo lunes se celebrar¨¢ en la Audiencia Provincial.