La familia disfuncional funciona
La familia es el n¨²cleo de nuestras penas y alegr¨ªas. Da igual que sea de puertas adentro, en el sof¨¢ de casa, o de puertas afuera, desde el mismo sof¨¢, pero mirando al televisor. Desde I love Lucy, en los cincuenta y en blanco y negro, pasando por los colorines de La tribu de los Brady, el dram¨®n de La casa de la pradera, la sacarina de Los Walton y puro sabor americano de Bonanza, la familia siempre fue el plato fuerte de la peque?a pantalla. Familias monstruosas como Los Munster y Los Adams o retorcidas como las de culebrones tipo Dallas y Falcon Crest. En d¨¦cadas de programaci¨®n televisiva, nunca faltaron familias nucleares y mod¨¦licas al estilo "americano". Hasta los noventa, cuando la familia como tal dej¨® de ver la tele. Junta al menos. Con m¨¢s televisores que habitaciones y con m¨¢s formas de verla que nunca (Internet, DVD y grabador digital), la familia como centro de la programaci¨®n estuvo en v¨ªas de extinci¨®n.
"Las familias felices son aburridas. No nos interesan. No son reales", dice Chloe Sevigny
"Tratamos temas universales. Matrimonio, divorcio, hijos, amistad, edad. Ser mujer. Por eso seguimos siendo populares"
Se not¨® en la comedia, cuando veteranos como Malcolm in the middle o Everybody loves Raymond sucumbieron a una programaci¨®n que en busca de un p¨²blico m¨¢s diverso puso su mirada en el lugar de trabajo (The office) o en las relaciones de adultos que se comportan como ni?os siguiendo esos fen¨®menos de audiencia llamados Friends o Seinfeld.
Pero todo cambia. La televisi¨®n vuelve a ser una gran familia. Eso s¨ª, disfuncional. Para risas o llantos. "No es m¨¢s que el reflejo de la sociedad", asegura Jon Hamm, el gal¨¢n de Mad men, esa innovadora serie con sabor de anta?o. "En mi infancia ve¨ªa La tribu de los Brady. Era el American way of life lo que quer¨ªa ver la gente, aunque esa familia no se parec¨ªa en nada a la m¨ªa. Ahora la gente quiere sentirse reflejada y me sentir¨ªa deshonesto retratando algo que no existe", reflexiona desde el drama m¨¢s de moda, centrado en el mundo de la publicidad, pero contado a trav¨¦s de una familia fracturada de los sesenta. Repasamos las apuestas m¨¢s exitosas.
'Modern Family'. La idea original era contar esta sitcom a trav¨¦s de Geert, documentalista holand¨¦s con un pasado de estudiante de intercambio, con el deseo de contar las peculiaridades de una familia made in USA en un falso documental. "Yo tambi¨¦n pensaba que hab¨ªa algo t¨ªpicamente estadounidense en esta familia, pero a juzgar por el ¨¦xito que tenemos hay algo universal", asegura Ty Burrell, protagonista de la serie. En esta comedia de media hora, el personaje de Geert desapareci¨®, pero se qued¨® la idea de rodar cada cap¨ªtulo como un documental capaz de capturar las anormalidades familiares. Jesse Tyler Ferguson y Eric Stonestreet interpretan la parte m¨¢s rompedora de la serie, la primera vez que una comedia en abierto incluye una pareja gay, la que forman Mitchell y Cameron, como padres de una ni?a reci¨¦n adoptada. "El humor nace del hecho de ser novatos como padres, no de que sean gays", aclara Ferguson.
Hay otras sorpresas como la de Ed O'Neill, m¨¢s conocido como el croma?¨®n de Al Bundy de la serie Casado con hijos, hecho un patriarca?unido a una explosiva colombiana mucho menor que ¨¦l (Sof¨ªa Vergara), una mujer diez... con un hijo de diez a?os. El realismo se extiende al personaje de Burrell, capaz de avergonzar continuamente a sus hijos con sus intentos de contactar con ellos. "Me temo que los hombres somos como ni?os. As¨ª nos ven las mujeres. ?Y la serie est¨¢ escrita por dos hombres!", recuerda el actor. Steve Levitan y Christopher Lloyd son esos dos hombres. Modern family, que ha ganado seis Emmys (mejor serie de comedia y gui¨®n, entre otros), tiene una audiencia media de 10,6 millones de espectadores en EE UU.
'Big Love'. "Hubo cr¨ªticas antes de empezar, gente que pensaba que la serie era la realizaci¨®n de lo que suena a sue?o machista sobre un hombre con tres esposas", resume Will Scheffer, uno de los creadores de esta serie centrada en una familia pol¨ªgama. Para disfuncionalidades, las suyas, pero cuando comienza el rodaje de su quinta temporada, Big love sigue sumando adeptos. "De hecho, las tres esposas son el mejor ejemplo del feminismo", a?ade Scheffer sobre un tr¨ªo que interpretan Jeanne Tripplehorn, Chloe Sevigny y Ginnifer Goodwin. "Es un estilo de vida tab¨², pero lo cierto es que los espectadores quieren que la familia Henrickson salga a flote", se asombra Bill Paxton, protagonista de la serie. ?Existe un final feliz para los Henrickson? "Las familias felices son aburridas. No nos interesan. No son reales", dice Sevigny.
'Mujeres desesperadas'. Ya lo dijo Hillary Clinton: a la hora de hablar de la familia hace falta una aldea. En Mujeres desesperadas lo han dejado en una calle, Wisteria Lane, esa en la que viven Teri Hatcher, Eva Longoria Parker, Felicity Huffman, Marcia Cross y este a?o Vanessa Williams, protagonistas que dan el t¨ªtulo a la serie. Son m¨¢s familia que nadie. Vecinas y, como se suele decir, cada una en su casa y husmeando la de todos. "Tratamos temas universales. Matrimonio, divorcio, hijos, noviazgos, solter¨ªa, amistad, edad. Ser mujer. De ah¨ª que sigamos entre las series dram¨¢ticas m¨¢s populares de la televisi¨®n. Y siete a?os son muchos a?os", enumera Longoria. Como el resto de sus compa?eras de rodaje , ella ha pasado por cualquier fase imaginable (e inimaginable) de lo que significa vivir en familia. "Imag¨ªnate", explica Cross, Bree en la serie. "Cuando llegu¨¦ era soltera, conoc¨ª a mi marido, me cas¨¦, tuvimos gemelos que ahora tienen tres a?os y medio. Toda una vida". Eso en su vida real. El ¨¦xito y longevidad de la serie se lo achacan a la "qu¨ªmica" que existe entre las actrices y al talento de Marc Cherry, su creador. "Parece mentira que haya tenido que ser un gay quien reconozca que las mujeres a los cuarenta son sexy", sentencia Huffman.
'Padre de familia'. Seth MacFarlane se cri¨® con Los Picapiedra, pero Los Simpsons le abrieron los ojos a lo que quer¨ªa ser de mayor: millonario gracias a las tres series de animaci¨®n que tiene en antena, Padre de familia, American dad y The Cleveland Show. Solo con la primera ha amasado 1.500 millones de euros. "No es que me guste molestar por molestar, pero en animaci¨®n puedes decir cosas que de otra forma no podr¨ªas", afirma el que tambi¨¦n es guionista y da la voz a muchos de sus personajes en series todas ellas con una familia en el centro de sus parodias. ?Y qu¨¦ familias! Especialmente en Padre de familia (que va por los 175 episodios), el clan Griffin est¨¢ formado por un padre gordo y tonto, una madre que es la voz de la raz¨®n, una hija progre, un hijo igual de gordo y tonto que el padre y ese beb¨¦ que quiere matar a sus padres y ser el amo del mundo. Adem¨¢s del perro Brian, playboy y charlat¨¢n. Padre de familia tiene en EE?UU una media de audiencia de 2,2 millones de espectadores en edades comprendidas entre los 11 y los 44. "No tengo ning¨²n problema por tener audiencia infantil. Mis padres siempre me dejaron ver de todo. Pero nunca utilizaron la televisi¨®n como ni?era. Ve¨ªan televisi¨®n conmigo y me ganaba mis buenos guantazos si repet¨ªa algo inapropiado", recuerda.
'Dos hombres y medio'. Son la ant¨ªtesis de la familia. Fuera y dentro de la pantalla. La estrella?es Charlie Sheen, arrestado por abuso dom¨¦stico, divorciado tres veces, con problemas de alcoholismo, sexo y violencia, cuatro hijos y una factura de 57.000 euros en prostitutas del servicio de Heidi Fleiss, la madame de Hollywood. Su ¨¢lter ego en la pantalla, tambi¨¦n llamado Charlie, es un hedonista, mujeriego y mis¨®gino que da los consejos y el ejemplo menos adecuado a su sobrino. Sin embargo, Dos hombres y medio es la sitcom m¨¢s popular, y Sheen, el actor mejor pagado (un mill¨®n de euros por episodio). "La comedia ha cambiado mucho en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, en especial despu¨¦s de 2001, cuando nos invadi¨® el conservadurismo", explica Chuck Lorre, productor de la serie y defensor de un estilo m¨¢s provocativo en televisi¨®n. Como dice, tampoco hay tanta diferencia entre Charlie y Sam Malone, el mujeriego borrach¨ªn de Cheers. Y esa serie fue un cl¨¢sico. Dos hombres y medio lleva siete temporadas y dos m¨¢s en camino.
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