El rey del suelo urbano en Alicante

El promotor Enrique Tom¨¢s Ortiz Selfa (Gra?¨¦n, Huesca, 1960) ha armado en un cuarto de siglo un imperio econ¨®mico que le ha catapultado a las primeras posiciones de la lista de empresarios m¨¢s influyentes en el ¨¢mbito de la Comunidad Valenciana, y el m¨¢s popular en el territorio donde es casi hegem¨®nico: Alicante.

En la capital alicantina, seg¨²n fuentes municipales oficiales, controla directamente el 25% del suelo urbano, cifra que se dispara hasta el 70% si se suma el que posee en sociedad con otros mercantiles. Otro dato ilustrativo de su poder¨ªo, siempre seg¨²n las mismas fuentes, es el volumen de facturaci¨®n con el Ayuntamiento. Sus contratos suponen cerca del 10% del presupuesto del consistorio (260 millones en el ejercicio vigente). Seg¨²n datos de su p¨¢gina web, el Grupo C¨ªvica -integrado por una decena de firmas y comandado por Ortiz-, cerr¨® 2009 con una facturaci¨®n de 2000 millones de euros, un 40% m¨¢s que en el ejercicio anterior.

El promotor posee directamente el 25% del suelo urbano en Alicante

"Estoy tranquilo. No he hecho nada malo", dice sobre la imputaci¨®n judicial

El empresario comenz¨® su actividad en el sector inmobiliario, y especialmente en el apartado de comprador y gestor de suelo y promoci¨®n de viviendas. El buque insignia en este apartado es el plan Rabassa (programa urban¨ªstico m¨¢s ambicioso de Alicante, que prev¨¦ 13.505 casas en la periferia norte de la capital alicantina). Pero Ortiz tambi¨¦n es el adjudicatario de grandes PAI en otros puntos del territorio valenciano, como por ejemplo Manises.

El negocio del promotor de origen ma?o, pero alicantino de esp¨ªritu seg¨²n el mismo se califica, alcanz¨® un impulso definitivo en 1994 con la llegada de Luis D¨ªaz Alperi, del PP, a la alcald¨ªa de Alicante. En los 14 a?os de mandato del regidor, Ortiz sum¨® a sus negocios un sinf¨ªn de contratas municipales, la m¨¢s destacada la recogida de la basura y limpieza de la ciudad, mediante la mercantil Inusa. Con esta firma tambi¨¦n explota la planta de basuras de la capital, aunque en este caso la adjudicaci¨®n le vino a trav¨¦s de la Generalitat Valenciana.

Las relaciones de Ortiz con los sectores campistas del PP, que lidera el presidente de la Generalitat Valenciana, han sido siempre cordiales. El promotor no dud¨® en salir al rescate del parque Terra M¨ªtica de Benidorm, impulsado por el gobierno auton¨®mico, cuando el complejo present¨® suspensi¨®n de pagos. Ortiz compr¨® la reserva de suelo del complejo por 85 millones de euros.

El ¨²ltimo gran contrato ganado por el empresario ha sido la planta basura del plan zonal de La Vega Baja, adjudicado por el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, heredero del sector zaplanista del PP valenciano.

El progresivo ascenso econ¨®mico y social de Ortiz, este ¨²ltimo derivado de su condici¨®n de m¨¢ximo accionista del H¨¦rcules C. F., ha sufrido un serio rev¨¦s en el ¨²ltimo a?o. Ortiz ha saltado a las primeras p¨¢ginas de los diarios por su implicaci¨®n en las dos supuestas tramas corruptas m¨¢s destacadas que han germinado en la Comunidad Valenciana: el caso G¨¹rtel y el caso Brugal. En el segundo, est¨¢ imputado por los supuestos delitos de cohecho, fraude y tr¨¢fico de influencias, derivados de una supuesta d¨¢diva (dos pisos o su equivalente en met¨¢lico, entre 800.000 y un mill¨®n euros) al l¨ªder provincial del PP. El supuesto cohecho est¨¢ con la mencionada contrata de basuras del plan zonal.

Ortiz ha coronado su implicaci¨®n en supuestos esc¨¢ndalos con el caso de la compra de partidos para garantizar el ascenso del H¨¦rcules. Unas escuchas recogidas en el sumario del caso Brugal revelan que Ortiz dirigi¨® en primera persona el ama?o de al menos cuatro partidos. El caso fue archivado porque estos hechos no son delito -s¨ª lo ser¨¢n cuando entre en vigor la reciente reforma del c¨®digo penal, el 22 de diciembre-.

El aluvi¨®n de supuestas irregularidades no ha arredrado al empresario y ha confeccionado un potente equipo para su retorno a Primera. El viernes, al ser preguntado por esta redacci¨®n sobre las cifras de sus negocios y su situaci¨®n procesal dijo: "Los n¨²meros, como comprender¨¢s, no los tengo en la cabeza". Y a?adi¨®: "Sobre los casos judiciales, estoy muy tranquilo, porque estoy convencido de que no he hecho nada malo".