El adi¨®s a la voz del pueblo

Jos¨¦ Antonio Labordeta muri¨® ayer en Zaragoza, a los 75 a?os, despu¨¦s de una larga enfermedad. Con ¨¦l se apaga la voz del pueblo, como record¨® ayer su paisana y cantante Eva Amaral, la voz de quien cant¨® desde todos los escenarios: desde su partido, la Chunta Aragonesista, desde su esca?o en el Parlamento y desde las tablas, con sus canciones populares.

Un torrente de condolencias lleg¨® desde todos los ¨¢mbitos (pol¨ªtico, social y cultural). Le lloraron desde el jefe del Estado al pueblo. "Era un gran patriota y un hombre ejemplar, que era mi amigo", afirm¨® ayer el rey Juan Carlos desde Alca?iz (Teruel). Tambi¨¦n lo describi¨® como "ejemplar" el l¨ªder de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, y la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, dijo sentir por el pol¨ªtico, escritor y cantautor "una profunda admiraci¨®n y un enorme agradecimiento por su contribuci¨®n a la cultura".

El Rey le defini¨® como "un gran patriota, un hombre ejemplar, un amigo"

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quiso dedicar sus primeras palabras en la Fiesta de la Rosa catalana a "un hombre aut¨¦ntico que nos ha dejado, a Labordeta, al que queremos". Y tambi¨¦n el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, lament¨® la p¨¦rdida en un telegrama a la familia en el que destac¨® el "compromiso pol¨ªtico de Labordeta con Arag¨®n". La eurodiputada del PP y ex alcaldesa de Zaragoza Luisa Fernanda Rudi subray¨®, por su parte, "la suerte de haberlo tenido".

Arag¨®n era ayer Labordeta. En la capilla ardiente, instalada junto al patio de los naranjos del Palacio de la Aljafer¨ªa, sede de Las Cortes de Arag¨®n -donde fue diputado en 1999- pasaron a lo largo de la tarde cerca de 16.000 personas, seg¨²n fuentes de las Cortes de Arag¨®n. Hasta la capilla llegaron las rosas rojas de su amigo el cantante Joaqu¨ªn Sabina, con un lazo morado en el que se le¨ªa: "Gracias por tu ejemplo". Fuera sonaban los aplausos. Y dentro, su familia -Juana, su mujer; sus hijas Ana, Paula y ?ngela, y sus compa?eros de la Chunta- y las autoridades aragonesas apenas pod¨ªan contener las l¨¢grimas.

Desfil¨® ante el f¨¦retro un muy afectado alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que decret¨® tres d¨ªas de luto, y tambi¨¦n el presidente de Arag¨®n, Marcelino Iglesias, que anunci¨® la concesi¨®n de la medalla de Arag¨®n a t¨ªtulo p¨®stumo. Paco Pina, el presidente de Las Cortes, dijo que todo el mundo "le lleva en el coraz¨®n", y la presidenta de la Chunta, Nieves Ibeas, ni siquiera encontr¨® palabras para describir a "alguien imprescindible".

Junto a Labordeta estaba el pueblo. Personas de todas las edades. Alberto de 28 a?os y Alba, su novia, le ve¨ªan como un "ejemplo de libertad". Tambi¨¦n estaba, Desiree, de 11 a?os, con sus padres. Y Luc¨ªa Benedicto de 76 a?os, aseguraba que llevaba "todo el d¨ªa triste" desde que escuch¨® la noticia. Incluso su equipo, el Zaragoza, luci¨® ayer crespones negros y guard¨® un minuto de silencio en El Sardinero antes del partido.

Unas 500 personas se reunieron en la plaza de San Felipe de Zaragoza para despedirle cantando sus canciones. "Es el mismo duelo que cuando muri¨® Enrique Tierno Galv¨¢n", dijo un hombre. Solo que Labordeta no desfilar¨¢ por las calles de Zaragoza, no habr¨¢ funeral ni acto p¨²blico por deseo de la familia. Ser¨¢ incinerado, y sus cenizas esparcidas por el Pirineo que tanto amaba.