La oposici¨®n frena a Hugo Ch¨¢vez
El presidente venezolano pierde las mayor¨ªas cualificadas en el Parlamento que permiten los cambios constitucionales y los nombramientos de altos cargos
La oposici¨®n venezolana resucit¨® el domingo despu¨¦s de cinco a?os cl¨ªnicamente muerta. El partido del presidente Hugo Ch¨¢vez cosech¨® menos votos que la coalici¨®n opositora en las elecciones legislativas celebradas ayer, si bien logr¨® mantener su mayor¨ªa en el Parlamento gracias a una ley electoral cocinada el a?o pasado para blindarse en el poder. De los 165 diputados en juego, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) logr¨® 98, mientras la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) alcanz¨® 65. Este resultado tiene un alto coste para el proyecto pol¨ªtico de Ch¨¢vez. Ya no podr¨¢ seguir legislando a su antojo ni nombrando a los fiscales o magistrados m¨¢s convenientes a su causa. Pero, sobre todo, supone un duro rev¨¦s personal. Convirti¨® las elecciones a la Asamblea Nacional en un aut¨¦ntico plebiscito. Y la victoria le supo tan amarga que ni siquiera quiso comparecer para celebrarla. Un presidente tan locuaz se qued¨® mudo.
La participaci¨®n alcanz¨® el 66,45% del censo electoral
El presidente, que acapar¨® los medios en campa?a, tard¨® 24 horas en hablar
La noche del domingo fue muy larga en Caracas. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, compareci¨® poco despu¨¦s de las seis de la tarde -la hora en que se cerraban los colegios electorales- para felicitarse por la alta participaci¨®n, del 66,45%, y para advertir que el sistema de recuento estaba funcionando a toda m¨¢quina y que en un plazo razonable se conocer¨ªan los resultados. El plazo razonable fue superior a las ocho horas. A falta de datos -la ley electoral venezolana proh¨ªbe expresamente la difusi¨®n de cualquier sondeo-, los gestos se fueron convirtiendo en noticia. Y el primer rasgo de la noche fue la progresiva afon¨ªa de Ch¨¢vez y sus pupilos.
El presidente, que durante los ¨²ltimos 15 d¨ªas compareci¨® una media de cuatro horas diarias en la televisi¨®n y envi¨® multitud de twitters arengando a sus huestes, se qued¨® mudo hasta 24 horas despu¨¦s del cierre de los colegios. Sus dirigentes tambi¨¦n fueron haciendo mutis por el foro conforme iba avanzando la madrugada.
El motivo parec¨ªa estar claro. Ch¨¢vez hab¨ªa fijado el umbral de su victoria en los dos tercios de la Asamblea. Lleg¨® a decir: "Ese es el calibre de la victoria, porque es una necesidad que la revoluci¨®n siga consolidando la nueva hegemon¨ªa". Su jefe de campa?a, el hist¨®rico dirigente Arist¨®bulo Ist¨²riz, fue m¨¢s all¨¢: "Podemos perder ganando si no obtenemos los dos tercios de la Asamblea Nacional". As¨ª que fueron ellos mismos, los m¨¢ximos dirigentes chavistas, los que convirtieron la derrota de la oposici¨®n en una aut¨¦ntica victoria. Cuando finalmente se decidi¨® a hablar ayer, Ch¨¢vez reivindic¨® a pesar de todo la "important¨ªsima victoria" del oficialismo y tach¨® de "manipuladores" a los opositores.
Pero, ?qui¨¦n se iba a imaginar un rev¨¦s as¨ª? En primer lugar, porque la oposici¨®n ven¨ªa de estar cinco a?os en coma. El a?o 2005, los partidos contrarios a la revoluci¨®n bolivariana de Ch¨¢vez no se presentaron a las elecciones por considerar que no reun¨ªan las m¨ªnimas garant¨ªas democr¨¢ticas. Aquella decisi¨®n, como se demostr¨® enseguida, fue un error. El comandante presidente gobern¨® a su antojo durante un lustro entero. Los parlamentarios no ten¨ªan m¨¢s misi¨®n que aplaudir a su l¨ªder, de ah¨ª que la malvada oposici¨®n llegara a llamar al Parlamento "la jaula de las focas". Por otro lado, una ley electoral aprobada por Ch¨¢vez en 2009 dejaba expedito el camino de la revoluci¨®n. No contaron con la democracia...
Como suele suceder tantas veces, los ciudadanos est¨¢n por encima de sus pol¨ªticos. Los venezolanos, salvo algunos incidentes sin demasiada importancia, salieron a votar en tromba, alegre y pac¨ªficamente, aguantando estoicamente bajo el sol de la ma?ana y exponi¨¦ndose al aguacero de la tarde que el domingo, por cierto, fue m¨¢s liviano. Despu¨¦s de votar se fueron a casa y, frente al televisor, esperaron el resultado. Una hora, dos horas, tres horas... Ocho horas. El Consejo Nacional Electoral fue muy cauto al ofrecer, en la madrugada de ayer, los resultados electorales. As¨ª, por ejemplo, en el primer bolet¨ªn ofrecido por la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, no fue anunciado el n¨²mero de votos nacionales que obtuvo cada bloque pol¨ªtico. La mayor¨ªa obtenida por la oposici¨®n (aseguran que se alzaron con el 52% de los votos), sin embargo, se vio reflejada en el resultado de la votaci¨®n para elegir a los 12 representantes venezolanos al Parlamento Latinoamericano, donde la oposici¨®n obtuvo 5.780.764 votos, contra 5.144.873 de la alianza oficialista.
?Qu¨¦ suceder¨¢ ahora? ?Qu¨¦ consecuencias tiene para Ch¨¢vez el rev¨¦s del domingo? Al carecer de los dos tercios -110 votos- no podr¨¢ nombrar a los miembros del Tribunal de Cuentas, al Defensor del Pueblo o a los cinco rectores del Poder Electoral. Pero tampoco podr¨¢ aprobar leyes org¨¢nicas ni promover reformas constitucionales. Aunque sin duda lo que m¨¢s le puede perjudicar en su camino hacia el socialismo del siglo XXI es la imposibilidad de recurrir a las leyes habilitantes. Son leyes que se aprueban para darle al presidente poderes legislativos por un tiempo determinado. Se necesitan tres quintas partes, 99 diputados, frente a los 98 logrados. En sus 11 a?os, Ch¨¢vez ya se ha beneficiado de dos leyes habilitantes. En la primera oportunidad, en diciembre de 2001, aprovech¨® para aprobar en un mes 49 leyes. Y en la segunda oportunidad, a mediados de 2008, sac¨® adelante una treintena.
Aunque, atenci¨®n, la nueva Asamblea Nacional no entra en funcionamiento hasta enero de 2011. Y Arist¨®bulo Ist¨²riz, el jefe del comando Bol¨ªvar, ya ha dicho que hasta entonces se pueden hacer muchas cosas... Ser¨ªa, dice la oposici¨®n, un atropello m¨¢s a la muy magullada democracia de Venezuela.
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