La industria capitanea la huelga
Los sindicatos paralizan las grandes factor¨ªas, mientras los funcionarios dan la espalda a la protesta - El cierre de comercios sigui¨® la estela de los piquetes
Los asalariados gallegos remarcaron ayer con m¨¢s fuerza que nunca la l¨ªnea que los separa por sectores. Los obreros de la industria y la construcci¨®n respondieron en masa a la llamada de los sindicatos para protestar contra la reforma laboral del Gobierno central que otorga m¨¢s facilidades a las empresas para despedir a sus trabajadores. La huelga general paraliz¨® la actividad de la planta de Citro?n en Vigo -la mayor factor¨ªa de Galicia-, de los puertos, de los astilleros del sur y del norte de la comunidad, de las factor¨ªas de Inditex, de los servicios de limpieza y recogida de basuras, y de las grandes obras, entre ellas las del gigantesco centro comercial coru?¨¦s de Marineda City y las de las d¨¢rsenas exteriores de A Coru?a y Ferrol.
Casi 100.000 personas, seg¨²n datos oficiales, participaron en las manifestaciones
De espaldas a la convocatoria se situaron, por contra, los funcionarios de las ¨¢reas administrativas de la Xunta y el Gobierno central, de los hospitales y de la ense?anza, con la ¨²nica excepci¨®n de las universidades, con unos campus semivac¨ªos en los que se llegaron a cerrar varias escuelas y facultades. Y en el medio de unos y otros, obreros y funcionarios, se quedaron los empleados y propietarios de comercios y locales de hosteler¨ªa, con un cierre de establecimientos que sigui¨® en muchos casos la estela callejera de los piquetes informativos. En Ferrol, por primera vez en la historia de las huelgas generales, ech¨® el cierre el hipermercado Alcampo.
Pese a estos altibajos y a los augurios de fracaso que se extendieron desde que en junio se convoc¨® la huelga, los sindicatos cifraron el seguimiento del 29-S en Galicia en una media del 82%, s¨®lo tres puntos por debajo del paro general de 2002 que llev¨® al Gobierno de Aznar a suavizar el decretazo con el que pretend¨ªa recortar derechos de los trabajadores, parados y despedidos. Frente a ellos, la patronal no dud¨® ayer en rebajar a un 25% el porcentaje de empleados en huelga, aunque, "a pesar de la normalidad que ha presidido la jornada", la Confederaci¨®n de Empresarios de Galicia lament¨® los elevados "costes econ¨®micos" de la protesta.
En las calles de las ciudades, adem¨¢s de la basura amontonada, el tr¨¢fico fluido en hora punta, los corrillos de piquetes y las verjas a medio cerrar, se sucedieron manifestaciones convocadas, de un lado, por UGT y CC OO y, de otro, por la CIG. Seg¨²n los datos de las tres centrales, fueron un total de 160.000 trabajadores (casi 100.000 sumando los datos oficiales) los que salieron a la calle para exigirle una "rectificaci¨®n" al Gobierno de Zapatero. Las marchas m¨¢s numerosas, en l¨ªnea con el seguimiento del paro, se celebraron en Vigo, coraz¨®n industrial del pa¨ªs. En el campo, el Sindicato Labrego Galego asegura haber movilizado a un millar de agricultores y ganaderos en Betanzos, Ordes, A Estrada, Vilalba y Ourense.
La evaluaci¨®n m¨¢s fr¨ªa del paro contra el Gobierno de Zapatero lleg¨® de la Xunta. En una escueta nota, la Conseller¨ªa de Presidencia fij¨® en un 14,4% el porcentaje de funcionarios de la Administraci¨®n general y organismos p¨²blicos que no compareci¨® en su puesto de trabajo. Los colegios e institutos, a los que acudieron casi m¨¢s profesores que alumnos, mostraron una indiferencia masiva a la huelga contra la reforma laboral que facilita el despido. De hecho, Xunta y sindicatos admiten que el paro se secund¨® m¨¢s en los centros concertados, donde los docentes no son funcionarios. En los hospitales se repiti¨® la misma estampa: baj¨® significativamente la afluencia de pacientes, pero no la del personal.
Xunta y Gobierno central destacaron el cumplimiento de los servicios m¨ªnimos, excepto en el transporte por autob¨²s. Doce personas fueron detenidas por presuntos actos vand¨¢licos y un dirigente de la CIG tuvo que ser atendido en el hospital de Ourense. El delegado del Gobierno en Galicia, Ant¨®n Louro, descart¨® "incidentes relevantes": "En general los ciudadanos han podido ejercer tanto el derecho a secundar la huelga como el derecho a acudir a su trabajo". Los empresarios aprovecharon la protesta contra la reforma laboral para reclamar otro cambio en la legislaci¨®n que limite las acciones de los piquetes.
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