El mot¨ªn policial debilita a Correa
El presidente ecuatoriano supera el desaf¨ªo m¨¢s grave de su mandato, pero afronta una fr¨¢gil situaci¨®n pol¨ªtica - El general jefe de la polic¨ªa presenta su renuncia
Ecuador puso fin en la madrugada de ayer a la revuelta policial que manten¨ªa al pa¨ªs en jaque desde el jueves. El rescate del presidente Rafael Correa, retenido durante 11 horas por los sublevados en un hospital de Quito, ha devuelto la normalidad institucional, si bien la tensi¨®n pol¨ªtica, alimentada por la polarizaci¨®n y la par¨¢lisis legislativa, est¨¢ lejos de remitir.
En un intento por ahuyentar la imagen de vulnerabilidad que ofreci¨® durante varias horas, el presidente asegur¨® que "no habr¨¢ perd¨®n ni olvido" e insisti¨® en calificar de "intento de golpe de Estado" lo que en ¨¢mbitos opositores se considera una protesta policial fuera de control. "No se trat¨® de una leg¨ªtima reclamaci¨®n salarial", dijo Correa, sino de una "conspiraci¨®n" que no quedar¨¢ impune. El Gobierno busca responsables y ya hay uno en el punto de mira: el ex presidente y rival Lucio Guti¨¦rrez, a quien Correa acus¨® de estar detr¨¢s de la rebeli¨®n.
El opositor Lucio Guti¨¦rrez niega que est¨¦ detr¨¢s de la rebeli¨®n
Al menos dos muertos y m¨¢s de 80 heridos en el rescate del dirigente
Cuarenta minutos bastaron para acabar con el asedio del presidente en el Hospital de la Polic¨ªa. All¨ª hab¨ªa recalado, a mediod¨ªa del jueves, tras una accidentada reuni¨®n con los agentes sublevados en el regimiento Quito 1, a cargo de la seguridad de la capital. Los amotinados protestaban contra la decisi¨®n del Gobierno de suprimir sus incentivos salariales. Pero el tono fue subiendo (Correa se lleg¨® a abrir la camisa y a retar a que le dispararan) y el encuentro acab¨® entre gases lacrim¨®genos y zarandeos que lastimaron al presidente, convalenciente de una operaci¨®n de rodilla.
Los agentes rebeldes rodearon el hospital durante varias horas, hasta que el Ej¨¦rcito, apoyado por un grupo policial de ¨¦lite, se abri¨® paso a tiros. Correa fue sacado en un todoterreno en medio de un intenso intercambio de disparos, que dej¨® al menos dos polic¨ªas muertos (uno de ellos, del equipo de rescate, alcanzado por fuego amigo). Unas 80 personas, entre militares, agentes y seguidores del presidente, resultaron heridos. "Eso es lo que lograste Correa, que nos enfrentemos pueblo contra pueblo", se lamentaba uno de los agentes de ¨¦lite, citado por el diario El Comercio.
Superada la crisis, rod¨® la primera cabeza. Fue la del comandante general de la Polic¨ªa, Freddy Mart¨ªnez, que renunci¨® su cargo en cuanto Correa fue rescatado. "Un comadante irrespetado y agredido por sus subalternos no puede quedarse al frente de ellos", dijo Mart¨ªnez, que lament¨® que los polic¨ªas "equivocaran el camino" en sus reivindicaciones y sugiri¨® que "posiblemente hubo infiltraci¨®n de gente interesada en desestabilizar a la polic¨ªa".
Rafael Correa, en el poder desde 2007, ha sobrevivido al desaf¨ªo m¨¢s grave de su mandato, pero afronta ahora una delicada situaci¨®n pol¨ªtica, marcada por el malestar reinante no solo por sus pol¨ªticas de ajuste econ¨®mico, sino por un estilo de gobernar que opositores y organizaciones sociales califican de autoritario y arrogante.
De hecho, el apoyo internacional sin fisuras recibido por el Gobierno ecuatoriano (desde la ONU a Estados Unidos, pasando por la Organizaci¨®n de Estados Americanos, la Uni¨®n Europea o Unasur) contrasta con el apoyo con matices de las fuerzas pol¨ªticas y sociales ecuatorianas. Hubo unanimidad en el rechazo a la revuelta policial y a cualquier intento de desestabilizar el orden pol¨ªtico, pero el presidente Correa no se libr¨® de las cr¨ªticas. La Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas de Ecuador (Conaie) asegur¨® que el presidente est¨¢ pagando las consecuencias de "su prepotencia". "Hemos visto c¨®mo las leyes consensuadas fueron vetadas por el presidente, cerrando cualquier posibilidad de acuerdos", declar¨® Norma Amay, presidenta de la organizaci¨®n ind¨ªgena.
En el mismo sentido se pronunciaron la Federaci¨®n de Servidores P¨²blicos y varias organizaciones sindicales, afectados, como los polic¨ªas, por los recortes gubernamentales. "Esperamos que el Gobierno rectifique y facilite el di¨¢logo", dijo el dirigente sindical Mat¨ªas Tatamuez.
El gremio period¨ªstico rechaz¨® "el clima de inestabilidad institucional", pero protest¨® igualmente por la decisi¨®n del Gobierno de obligar a todos los canales a emitir en cadena. "Al amparo del estado de excepci¨®n se ha impedido a la ciudadan¨ªa tener otras versiones de los hechos que no sean oficiales", afirm¨® ayer en un comunicado la Asociaci¨®n de Editores de Peri¨®dicos.
Y desde Brasil, donde se encuentra como observador electoral, Lucio Guti¨¦rrez, ex militar, ex presidente de Ecuador y l¨ªder del partido Sociedad Patri¨®tica, rechaz¨® estar detr¨¢s de la revuelta ("son acusaciones temerarias y cobardes", dijo) y asegur¨® que Correa "magnific¨® la protesta policial" para "esconder la corrupci¨®n en su Gobierno", en referencia a las acusaciones de malversaci¨®n contra Fabricio Correa, hermano del presidente.
La revuelta policial ha sucedido en el momento en que el mandatario se plantea aplicar la llamada muerte cruzada, un derecho constitucional que le permite disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas. Con ello tendr¨ªa margen de maniobra para gobernar por decreto y sacar adelante varias leyes conflictivas, como la del Servicio P¨²blico que ha provocado las protestas y suscitado rechazo en su propio partido, Alianza Pa¨ªs. Los analistas se preguntan si, despu¨¦s de este sobresalto, Correa buscar¨¢ v¨ªas de consenso.
Una crisis de m¨¢s de 12 horas
- Ecuador, poco antes de las nueve de la ma?ana (siete horas m¨¢s en la Espa?a peninsular). Centenares de polic¨ªas salen a las calles de varias ciudades contra la ley que recorta sus beneficios salariales.
- Regimiento Quito 1, diez de la ma?ana. El presidente Rafael Correa advierte, ante decenas de polic¨ªas que han tomado el principal cuartel policial del pa¨ªs, en Quito, que no ceder¨¢ ante las protestas: "Si quieren matar al presidente, aqu¨ª est¨¢, m¨¢tenlo si les da la gana", dice.
- Hospital de la Polic¨ªa, mediod¨ªa. Tras dejar el cuartel en medio de un tumulto y una nube de gas lacrim¨®geno, Correa ingresa en el Hospital de la Polic¨ªa con signos de asfixia y all¨ª permanece cercado por polic¨ªas rebeldes.
- Asamblea Nacional, 12.30. Un grupo de polic¨ªas toma la sede parlamentaria.
- Hospital, 12.30. Correa denuncia que es v¨ªctima de un "intento de golpe de Estado" por parte de sectores cercanos al ex mandatario Lucio Guti¨¦rrez (2003-2005).
- Palacio presidencial, dos de la tarde. Se declara el estado de excepci¨®n. Cuatro horas m¨¢s tarde, desde el hospital, Correa asegura que sigue en el poder y descarta un di¨¢logo con los sublevados.
- Hospital de la Polic¨ªa, nueve de la noche. Polic¨ªas sublevados se enfrentan a balazos con militares leales cerca del hospital. Media hora m¨¢s tarde, Correa sale del edificio tras ser rescatado.
- Palacio presidencial,
diez de la noche. Correa pronuncia un discurso en el que confiesa que fue "uno de los d¨ªas m¨¢s tristes" de su vida y "el m¨¢s triste" del Gobierno. La crisis se zanja con al menos dos muertos y unos 80 heridos.
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