El ruido de sables se apaga en Ecuador
Los militares, que han sido c¨®mplices o meros observadores de las revueltas contra los Gobiernos desde 1979, se mantienen ahora fieles a Rafael Correa
La presencia militar en Quito era ayer perceptible pero discreta. Aparte de los cerca de 300 efectivos destacados para resguardar el Palacio de Carondelet, la sede del Gobierno en pleno centro hist¨®rico, se ve¨ªan patrullas de tres o cuatro soldados en algunas calles y en los grandes parques de la ciudad como El Ejido, La Alameda y La Carolina. No infund¨ªan inquietud ni sensaci¨®n de estar a la espera de entrar en acci¨®n, m¨¢s bien lo contrario. En puntos considerados estrat¨¦gicos, como las v¨ªas de acceso a la capital, algunas gasolineras y plantas de distribuci¨®n el¨¦ctrica, la presencia militar era mayor y m¨¢s vigilante. Desde la entrada en vigor el jueves pasado de la ley de excepci¨®n a ra¨ªz de la sublevaci¨®n de los polic¨ªas contra el presidente Rafael Correa, el Ej¨¦rcito supervisa la labor de los agentes de seguridad y hasta tiene potestad para detener a quien cometa un delito flagrante.
"El Ej¨¦rcito ha entrado en la era moderna", dice un general retirado
"Hay malestar en los mandos medios, pero la c¨²pula es leal al presidente"
A pesar del malestar que hay en los cuarteles por la nueva Ley de Servicio P¨²blico que elimina algunos incentivos econ¨®micos de las Fuerzas Armadas y de la Polic¨ªa y que fuera el detonante de la asonada policial del jueves -en la que tambi¨¦n participaron miembros de la Fuerza A¨¦rea-, los militares se mantienen fieles al presidente. "Hay malestar, sobre todo en los mandos medios, pero la c¨²pula es leal a Correa. Se puede estar en desacuerdo con el presidente, pero ante todo somos un Ej¨¦rcito profesional. Aqu¨ª no ha habido infiltraci¨®n de militares cubanos o venezolanos con la excusa de defender la Constituci¨®n, nos bastamos solos", dice el coronel retirado Galo Monteverde. El oficial habla con orgullo. Y es que su "ej¨¦rcito", como dice, sali¨® el jueves a la calle a defender a un presidente constitucional por primera vez desde la recuperaci¨®n de la democracia en 1979.
Hasta ahora la instituci¨®n castrense hab¨ªa sido c¨®mplice o mero observador en las revueltas que se cobraron ocho presidentes en 10 a?os desde 1997. Abdal¨¢ Bucaram fue destituido por incapacidad mental sin examen m¨¦dico y los militares se limitaron a indicarle la salida. Mahuad fue derrocado por un complot ind¨ªgena-militar que form¨® una Junta de Salvaci¨®n Nacional de la que fue parte el coronel Lucio Guti¨¦rrez. Gustavo Noboa jur¨® el cargo en 2000 en el Ministerio de Defensa. Cinco a?os m¨¢s tarde, una "revoluci¨®n ciudadana" expuls¨® a Guti¨¦rrez tras tres a?os en el poder y el Ej¨¦rcito observ¨® la ca¨ªda de su viejo camarada como quien ve llover.
"El Ej¨¦rcito ha entrado en la era moderna", dice Paco Moncayo, general retirado de cuatro estrellas, ex alcalde de Quito y actual parlamentario independiente de centroizquierda. "Hasta el golpe de Guti¨¦rrez contra Mahuad hace m¨¢s de una d¨¦cada, el Ej¨¦rcito hab¨ªa honrado la tradici¨®n de neutralidad forjada desde finales de los setenta. Antes y despu¨¦s de esa asonada, el militar se limit¨® a mantener como pudo el orden ante la inestabilidad pol¨ªtica. Ahora, Correa, con su manejo irresponsable de la rebeli¨®n policial, fuerza al Ej¨¦rcito a salir en su defensa y enfrentarse a los agentes. Esto hab¨ªa sucedido solo en dos ocasiones, durante el Gobierno de Velasco Ibarra
[cinco veces presidente en distintos periodos entre 1934 y 1972], otro populista", reflexiona. "El Ej¨¦rcito se comport¨® como una instituci¨®n del siglo XXI, pero el contexto en el que tuvo que actuar pertenece a la segunda mitad del XX. El Gobierno es el que est¨¢ desfasado, no el Ej¨¦rcito", a?ade.
Aunque Moncayo, como la mayor¨ªa de los analistas consultados, duda de que el Ej¨¦rcito o una parte de este protagonice un golpe de Estado, advierte que la instituci¨®n es un polvor¨ªn y que solo la insistencia del comandante en jefe de las tres fuerzas, el general Ernesto Gonz¨¢lez, para que el Gobierno revise la ley que afecta a los salarios del cuerpo ha rebajado un poco la tensi¨®n. El malestar no es solo por la rebaja de las retribuciones, sino tambi¨¦n por un error de c¨¢lculo en la aplicaci¨®n de la escala salarial de suboficiales y oficiales que se arrastra desde 2006.
Durante el fin de semana, la ministra de Pol¨ªtica, Doris Soliz, declar¨® que el Gobierno reescribir¨¢ la ley que desat¨® la sublevaci¨®n de polic¨ªas para clarificar su contenido, pero que no har¨¢ cambios significativos. Tambi¨¦n qued¨® descartada, de momento, la disoluci¨®n del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas que ten¨ªa en mente Correa para reforzar su poder y sacar adelante su plan de austeridad.
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