La I Guerra Mundial acaba hoy
Alemania aprovecha el 20? aniversario de su reunificaci¨®n para realizar el ¨²ltimo pago de las indemnizaciones de la Gran Guerra estipuladas en el Tratado de Versalles
Dice el refr¨¢n que las deudas del juego son deudas de honor. Las de la guerra, tambi¨¦n. Y si no, que se lo digan a la canciller alemana, Angela Merkel, que hoy abonar¨¢ el ¨²ltimo pago correspondiente a las indemnizaciones de guerra que los pa¨ªses vencedores impusieron a Alemania tras su rendici¨®n en la Primera Guerra Mundial. Todo qued¨® plasmado en el Tratado de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, que de esta manera se podr¨¢ dar formalmente por expirado.
Reci¨¦n terminada la Gran Guerra (1914-1918) -el episodio que el historiador estadounidense George F. Kennan define como "la madre de todos los desastres de siglo XX"- y tras un armisticio firmado en un vag¨®n de tren en Compi¨¨gne, la Alemania derrotada suscribi¨® un tratado de paz que entre otras condiciones leoninas impon¨ªa a Berl¨ªn el pago de fort¨ªsimas indemnizaciones de guerra, en concreto 226.000 millones de marcos del Reich, suma que fue reducida poco despu¨¦s a 132.000 millones. Desde entonces, a Alemania le ha pasado pr¨¢cticamente de todo: se hundi¨® en la depresi¨®n, vivi¨® el delirio del nazismo, desencaden¨® una guerra mundial, fue nuevamente derrotada -y esta vez troceada-, fue escenario mudo de c¨®mo se med¨ªan las dos mayores superpotencias de la Tierra, construy¨® el mayor s¨ªmbolo de divisi¨®n del siglo XX y luego lo derrib¨®, se reunific¨® y pas¨® a ser la locomotora de Europa. En medio de estos avatares, el Tratado de Versalles y algunas de sus cl¨¢usulas siempre estuvieron all¨ª.
Algunas deudas quedaron en suspenso hasta que Alemania volviera a ser un Estado unificado
El pago pone fin, 92 a?os despu¨¦s, a un tratado considerado por muchos historiadores como una chapuza
Y precisamente coincidiendo con el 20? aniversario de la reunificaci¨®n alemana, la Oficina Federal de Servicios Centrales y Asuntos de Propiedad Irresueltos (BADV en sus siglas en alem¨¢n) abonar¨¢ 70 millones de euros correspondientes a unos bonos emitidos para pagar la deuda. Al cambio actual, Alemania habr¨¢ pagado en total unos 337.000 millones de euros.
"?Pero todav¨ªa estamos pagando por la Primera Guerra Mundial?", se sorprende Thomas Hanke, editorialista del diario econ¨®mico alem¨¢n Handelsblatt. Una sorpresa similar a la de la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica alemana. Unos, los m¨¢s, cre¨ªan que el Tratado de Versalles era cosa ya de los libros de historia, y otros, los menos, estaban convencidos de que aquello hab¨ªa quedado solventado en la Conferencia de Londres de 1953, cuando a la vista de la monumental deuda contra¨ªda por Alemania en la que los intereses superaban largamente al capital, a lo que hab¨ªa que sumar las indemnizaciones de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se decidi¨® reestructurar los pagos que deb¨ªa realizar la entonces Rep¨²blica Federal de Alemania, considerada heredera legal del Reich hitleriano.
Los pagos quedaban perfectamente estructurados y definidos, pero, como suele suceder, los acuerdos de la Conferencia de Londres ten¨ªan letra peque?a. Y esta dec¨ªa que algunas deudas de la Primera Guerra Mundial (unos 3.076 millones de euros de hoy correspondientes a intereses) quedaban en suspenso hasta que Alemania volviera a estar reunificada, algo que en un pa¨ªs destruido f¨ªsica y moralmente, ocupado, dividido y con la guerra fr¨ªa en sus inicios, parec¨ªa m¨¢s una versi¨®n moderna del ad calendas graecas que una previsi¨®n realista de cumplimiento total del tratado.
Pero en noviembre de 1989, la historia de Europa dio un giro inesperado cuando miles de berlineses se subieron al Muro y comenzaron a derribarlo. As¨ª, mientras un a?o despu¨¦s los fuegos artificiales iluminaban la puerta de Brandeburgo a los sones de la Novena sinfon¨ªa de Beethoven, celebrando el renacimiento de la Alemania unida, de una manera m¨¢s discreta, la Administraci¨®n alemana comenzaba a pagar de nuevo esta parte de la deuda. Pocos supon¨ªan entonces en el centro de Berl¨ªn que el Tratado de Versalles segu¨ªa en vigor. El pasado mi¨¦rcoles, el Ministerio de Finanzas alem¨¢n explicaba la operaci¨®n y a?ad¨ªa que "ya desde los a?os ochenta se ha pagado adem¨¢s la deuda externa alemana anterior a la guerra mundial". El mensaje es claro. Alemania no se olvida de sus deudas.
"En general, la poblaci¨®n alemana est¨¢ de acuerdo en reparar el da?o que ha hecho, si bien hay una notable diferencia entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda", explica Hanke. "Lo que no se acepta tan bien es que se trate de forzar la postura alemana en determinados temas internacionales con el argumento de que 'vosotros iniciasteis la guerra".
Con el pago terminan 92 a?os de un tratado que algunos de los m¨¢s reputados historiadores alemanes consideran una chapuza en sus t¨¦rminos econ¨®micos. "Que la suma total de las indemnizaciones no fuera fijada por el tratado de paz tuvo consecuencias fatales: la constante incertidumbre sobre el volumen de la indemnizaci¨®n impidi¨® que los potenciales donantes valorasen la solvencia de Alemania, con lo que cerraba la posibilidad de que Alemania pudiera pedir pr¨¦stamos al extranjero a largo plazo", subraya Heinrich August Winkler en su libro Der lange Weg nach Westen (El largo camino al oeste). Alemania no pod¨ªa pagar, y al faltar a sus obligaciones en 1923, vio c¨®mo B¨¦lgica y Holanda invad¨ªan con 70.000 soldados su cuenca minera. El paro pas¨® del 2% al 23%; la inflaci¨®n se desboc¨®; y el pa¨ªs se precipit¨® a un abismo social al final del cual esperaba Adolf Hitler. Pero esto, al igual que ocurre desde hoy con el Tratado de Versalles, ya es historia.
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