La universidad anda sin ox¨ªgeno
Los campus p¨²blicos hacen frente a los recortes con planes de austeridad y presi¨®n sobre las plantillas docentes - El Gobierno propone reducir el n¨²mero de carreras
Amenazas de reducci¨®n de plantillas, docentes m¨¢s precarios (m¨¢s profesores asociados con contratos m¨¢s cortos, o como lectores en lugar de profesores titulares), menos gasto de mantenimiento (por ejemplo, en renovaci¨®n de ordenadores, impresoras sin t¨®ner), cierres de edificios en vacaciones, menos investigaci¨®n... La crisis hace mella en las universidades p¨²blicas espa?olas.
Los campus se afanan en planes de austeridad para cuadrar unos presupuestos que ya se han visto, en general, congelados o reducidos este a?o (sobre todo a costa del dinero para infraestructuras): los campus valencianos llevan tres a?os con el presupuesto estabilizado; para los catalanes, el recorte conjunto de fondos podr¨ªa llegar a los 60 millones de euros en dos a?os; en Galicia baj¨® su subvenci¨®n un 5,5% este a?o, y un 3,8% en Madrid. Y para 2011 todo apunta a m¨¢s tijeretazos.
La crisis ha hecho que crezca el n¨²mero de alumnos universitarios
Educaci¨®n asume que no podr¨¢ aportar los 2.400 millones extra
En 2007 hab¨ªa para elegir unas 3.300 carreras; este a?o son m¨¢s de 4.700
Es necesaria una optimizaci¨®n de los recursos para que no se dupliquen
En ese contexto es en el que las universidades tienen que adaptarse a un nuevo esquema (proceso de Bolonia) que exige, entre otras cosas, mayor carga de trabajo para los profesores. Y coincide en un momento, adem¨¢s, en que la crisis ha hecho que crezca, despu¨¦s de muchos a?os, el n¨²mero de alumnos. El ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, declar¨® el jueves pasado que se volver¨¢ a cifras de los a?os noventa, con 1,6 millones de estudiantes. Y la crisis arrecia, sobre todo, cuando se supone que las universidades espa?olas tienen que superar retrasos hist¨®ricos para convertirse en uno de los motores de ese cambio de modelo econ¨®mico que debe sacar al pa¨ªs de la crisis.
Sin querer ser ajenos a una recesi¨®n en la que todo el mundo debe apretarse el cintur¨®n, varios rectores se quejan del doble discurso de las administraciones. El rector de la Pompeu Fabra, Josep Joan Moreso, pide que se ajusten las expectativas de todas las Administraciones a los medios p¨²blicos que se ponen.
Si en cada intento de revisi¨®n del sistema de financiaci¨®n de los campus espa?oles desde 2006 se ha hablado de la necesidad de invertir unos 2.400 millones de euros extra para acercarse al nivel de los pa¨ªses m¨¢s avanzados (que aportan el 1,5% del PIB a las universidades) y, en lugar de eso, se recorta, por muchos matices que se quieran poner, las cuentas no salen. "Es casi imposible situarnos al nivel de otros sistemas universitarios m¨¢s competitivos y aportar valor en el cambio de modelo productivo no solo sin las necesarias reformas y cambios en nuestras instituciones sino, adem¨¢s, sin los necesarios recursos econ¨®micos", advirti¨® esta semana el rector de la Polit¨¦cnica de Valencia, Juan Juli¨¢.
El Ministerio de Educaci¨®n asumi¨® hace tiempo que esos 2.400 millones extra no se podr¨¢n aportar de momento. As¨ª que lo que ha planteado son tres a?os para poner las bases de ese nuevo modelo de financiaci¨®n universitaria, promesa pendiente desde 2004. Y, mientras tanto, "acelerar planes de austeridad" y resolver ineficiencias del sistema. La principal, una oferta de carreras demasiado grande y diseminada que, a¨²n con el aumento, deja muchas carreras de muchos campus medio vac¨ªas.
El documento que Educaci¨®n ha puesto sobre la mesa en la reci¨¦n creada comisi¨®n para el an¨¢lisis y seguimiento de las medidas de austeridad de las universidades (est¨¢n tambi¨¦n comunidades, rectores y sindicatos) reclama reducir el n¨²mero de titulaciones de Grado (sustituyen a diplomaturas y licenciaturas) y de m¨¢ster, eliminando, en este ¨²ltimo caso, los de menor calidad: "Aprobar un modelo de calidad para reducir la oferta de m¨¢ster en Espa?a", propone el texto. Se trata, explica dice Juan Jos¨¦ Moreno, director general de Pol¨ªtica Universitaria, de concentrar grados con poca demanda en una sola facultad u organizar un buen m¨¢ster entre varias universidades.
Pero la idea de racionalizar la oferta de titulaciones, de que las universidades se pongan de acuerdo y se especialicen, apenas avanza. El ¨²ltimo documento redactado por el ministerio, las comunidades y los rectores para la nueva financiaci¨®n se quejaba de que no se hab¨ªa aprovechado el cambio a Bolonia para racionalizar la oferta de carreras. En 2007, hab¨ªa para elegir unas 3.300 carreras (teniendo en cuenta todas las veces que las universidades repet¨ªan cada t¨ªtulo); este a?o son m¨¢s 4.700 entre grados y m¨¢steres.
?Por qu¨¦ no se ha contenido esa oferta? En la versi¨®n del pasado enero del documento para la nueva financiaci¨®n universitaria se daba una explicaci¨®n terrible: "En el gobierno de las universidades pesa mucho m¨¢s la satisfacci¨®n de los intereses internos (mantenimiento del peso de los grupos de presi¨®n, departamento, colectivos) que la atenci¨®n a las necesidades de la sociedad" y "en el gobierno de las comunidades aut¨®nomas prevalece la conservaci¨®n de la paz social ante la presi¨®n de las universidades".
A partir de aquel documento, el ministerio ha creado esa comisi¨®n de austeridad cuya primera misi¨®n ha sido hacer una encuesta para ver qu¨¦ planes de ahorro se est¨¢n llevando a cabo. Estar¨¢ listo en un mes, se?ala Moreno. Sobre la reducci¨®n de titulaciones dice que la decisi¨®n depende de las comunidades y las propias universidades; es cierto que ya est¨¢n haciendo algunos intentos en Catalu?a o Madrid. En cuanto a iniciativas concretas del ministerio, se?ala un plan para dar menciones de calidad a algunos m¨¢steres para apuntar a cu¨¢les dar preferencia.
El presidente de la Conferencia de Rectores de la Universidades Espa?olas (CRUE) y rector de Cantabria, Federico Guti¨¦rrez-Solana, admite que es necesaria una buena planificaci¨®n y una optimizaci¨®n de los recursos para que no se dupliquen, pero a?ade que hay que seguir estudi¨¢ndolo. El rector insiste en que no se puede sustraer dinero a lo fundamental, a lo que tiene que ver "con la docencia y la investigaci¨®n", es decir, que les pide a las universidades un esfuerzo de financiaci¨®n. "Es necesaria la capacidad pol¨ªtica para ver que la educaci¨®n y la investigaci¨®n es la inversi¨®n m¨¢s productiva de futuro".
Moreno tambi¨¦n asume que las autonom¨ªas volver¨¢n a meter tijera a la subvenci¨®n -la crisis lo hace inevitable-, pero dice que la clave ser¨¢ si es posible hacerles frente optimizando los recursos, es decir, si es "un recorte razonable". ?Qu¨¦ es un recorte razonable? "Depende de cada universidad. No es lo mismo una moderna que una antigua con recursos humanos de mayor antig¨¹edad y, por lo tanto, m¨¢s caros", contesta.
Precisamente, el tama?o y composici¨®n de las plantillas docentes est¨¢ en cuesti¨®n. La Xunta de Galicia, por ejemplo, ha reclamado a los tres campus p¨²blicos planes de austeridad que incluyen recortes de personal. En Asturias, la Universidad de Oviedo se ha negado a realizar esa reducci¨®n y en Castilla y Le¨®n, el consejero Juan Jos¨¦ Mateos lo ha planteado en distintos foros. Pero en la pr¨¢ctica las plantillas de muchas universidades se ven mermadas porque no se renuevan contratos de profesores asociados o se amortizan los puestos de los profesores que se jubilan.
El ex presidente de los rectores Juan V¨¢zquez explica que cualquier ahorro importante que pretenda hacer una universidad p¨²blica pasa por el gasto de personal y, sin embargo, hay muy poco margen para hacerlo porque se trata en su mayor¨ªa de funcionarios y, adem¨¢s, justamente ahora el cambio al esquema de Bolonia y el leve incremento del alumnado aumenta las necesidades.
As¨ª, en esos estrechos m¨¢rgenes, los que se est¨¢ haciendo de forma generalizada es cargar con m¨¢s horas de trabajo docente a los profesores, se?ala el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona y responsable del informe anual de la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo, Mart¨ª Parellada. El plan de austeridad que aprob¨® la Complutense este verano lo dice claramente: "Racionalizaci¨®n y optimizaci¨®n en la distribuci¨®n de la carga docente, que permita la reducci¨®n del n¨²mero de profesores".
La Complutense quiz¨¢ ha sido el paradigma de los aprietos universitarios por culpa de los recortes. Pero no es la ¨²nica con serios problemas. La Pompeu Fabra, que contaba con unos 62 milones de euros entre 2009 y 2011 que finalmente no recibir¨¢ de la Generalitat catalana, tendr¨¢ problemas para devolver los cr¨¦ditos con los ha podido construir infraestructuras en los ¨²ltimos a?os, dice su rector.
Es dif¨ªcil hacer un an¨¢lisis detallado, no hay datos recientes. Con informaci¨®n de 2008, uno de los principales expertos espa?oles en financiaci¨®n universitaria, Juan Hern¨¢ndez Armenteros, se?al¨® en un trabajo de 2009 cu¨¢l podr¨ªa tener m¨¢s problemas, por carecer de margen, para afrontar la crisis. En la lista estaba la Complutense y tambi¨¦n la Pompeu Fabra y, junto a ellas, la Universidad de Zaragoza; Burgos, Le¨®n y Salamanca; La Rioja, la Pablo de Olavide, en Andaluc¨ªa; Polit¨¦cnica de Catalu?a; Alicante, Jaume I, Polit¨¦cnica de Valencia y Valencia; Santiago de Compostela y Vigo, y Pa¨ªs Vasco.
Los especialistas prev¨¦n que las universidades conseguir¨¢n capear la crisis, eso s¨ª, muchas con un gran d¨¦ficit. Otra cosa es si conseguir¨¢n afrontar dignamente el cambio a Bolonia y colocarse como ese motor del nuevo modelo productivo en un contexto en el que otros pa¨ªses, como Francia o Alemania, mantienen o aumentan el gasto universitario y en el que los pa¨ªses emergentes se levantan con fuerza, recuerda el presidente de la CRUE.
Con informaci¨®n de Sebasti¨¢n Tobarra (Barcelona), Ignacio Zafra (Valencia) y Pablo Linde (Santiago)
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