Ante la adversidad, el recuerdo de Vicens Vives

Precisamente en el centenario de su nacimiento, cumplido tambi¨¦n el 50? aniversario de su repentina e inoportuna muerte a causa de un c¨¢ncer de pulm¨®n, la figura del historiador Jaume Vicens Vives (1910-1960) emerge como s¨ªmbolo de la clase de hombres y mujeres que podr¨ªa necesitar una Espa?a debilitada, enconada en posturas simplistas para resolver problemas complejos y, sobre todo, sumida en una relaci¨®n con Catalu?a en lo que algunos llaman eufem¨ªsticamente "clima de desafecci¨®n". Vicens Vives, hombre puente entre Madrid y Barcelona que logr¨® que representantes de todos los bandos enfrentados hace 50 a?os escribieran una esquela el d¨ªa de su muerte, reuni¨® ayer a buena parte de eso que suele denominarse la sociedad civil para reivindicar la vigencia de su figura y de su leitmotiv vital: super adversa augeri (ante la adversidad, sup¨¦rate).

El acto, organizado por La Caixa y por la Fundaci¨® Grup Set, arranc¨® con una conferencia del presidente de honor de la entidad bancaria, Ricard Fornesa, que ensalz¨® el rigor y la mentalidad despojada de prejuicios y sentimentalismos de Vives en su manera de abordar la historia. Cero romanticismos. "Ten¨ªa sensibilidad catalanista, pero no en el momento de investigar". Tanto ¨¦l como el resto de ponentes repitieron en una suerte de mantra la descripci¨®n que el historiador Raymond Carr hizo de su carrera: "El primero y ¨²nico que en una ¨¦poca pod¨ªa salir de Espa?a y homologarse con sus colegas europeos".

Y esa sociedad civil (con alg¨²n pol¨ªtico incluido) que ayer le invoc¨® es el instrumento, junto a la universidad o las p¨¢ginas de la revista Destino que Vives utiliz¨® para remover con sus ideas el ambiente que le toc¨® vivir. Uno de los ponentes, Joan Mas Cant¨ª, evoc¨® el tiempo en el que Vives particip¨® en la fundaci¨®n del Club Comod¨ªn, germen de lo que luego se convirti¨® en laboratorio ideol¨®gico de esa burgues¨ªa barcelonesa: el C¨ªrculo de Econom¨ªa. Pero "Espa?a tiene hoy un d¨¦ficit de innovadores y modernizadores", advirti¨® Antonio Garrigues-Walker. "La democracia es convivir en desacuerdo y hoy hemos dejado el debate a los farsantes y a los demagogos", lanz¨®.

En las mesas redondas participaron tambi¨¦n el consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas de la Generalitat, Joaquim Nadal; el historiador Santos Juli¨¢, Gonzalo Anes, Borja de Riquer; la directora general de Esade, Eugenia Bieto; el consejero delegado de Siemens, Francisco Belil, o la hija del homenajeado, Anna Vicens Vives. Todos hablaron de aquel hombre elegante y carism¨¢tico que opt¨® por no exiliarse despu¨¦s de la guerra (sufri¨® una depuraci¨®n de dos a?os en un instituto de Baeza) con un tremendo convencimiento sobre la conveniencia de revisar sus postulados en los tiempos que corren.

Soluciones concretas, sencillas, posibles. Poco a poco. Es el camino m¨¢s fiable. Era lo que pensaba aquel hombre a quien retrat¨® Josep Pla en su serie de perfiles Homenots y lo que recordaron ayer pol¨ªticos de distinto signo como Joaquim Nadal o Miquel Roca, padre de la Constituci¨®n. "Vives defend¨ªa un catalanismo de construcci¨®n. Pactar es un privilegio de los fuertes", expuso quien fue santo y se?a de esa manera de entender la relaci¨®n con Espa?a. Roca intervino junto a otro de los padres de la Carta Magna, Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n, que pese a no ser catal¨¢n ni historiador, se defini¨® como "catalanista e historicista". M¨¢s consenso, imposible.