"Sakineh es un chivo expiatorio de los partidarios de la lapidaci¨®n en Ir¨¢n"

El abogado de Sakineh Mohammadi Ashtian¨ª desmiente en una entrevista con EL PA?S a trav¨¦s del correo electr¨®nico cualquier vinculaci¨®n de la mujer condenada a morir lapidada en Ir¨¢n con el asesinato de su marido. Hutan Kian, que solo ha podido ver a su defendida en una ocasi¨®n desde que se hizo cargo del caso, se muestra dispuesto a "debatir sobre la causa y las penas impuestas por la ley isl¨¢mica con cualquier autoridad judicial". En su opini¨®n, Sakineh "se ha convertido en un chivo expiatorio para los partidarios de la pena de lapidaci¨®n y quienes buscan vengarse de la prensa y los dirigentes occidentales".

"Cu¨¢nto desear¨ªa poder ense?arles los moratones que han dejado en mi cuerpo los golpes de los agentes de seguridad", empieza su e-mail Kian, que acaba de regresar de un interrogatorio de los servicios secretos. Este diario se ha puesto en contacto con ¨¦l para saber en qu¨¦ situaci¨®n jur¨ªdica se halla Sakineh, despu¨¦s de que el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, declarara que no se la hab¨ªa sentenciado a lapidaci¨®n y el portavoz del Poder Judicial, Gholamhosein Moshen¨ª-Eje¨ª, dijera que s¨ª, pero que se la iba a ahorcar por el asesinato de su marido.

"En el sumario no hay imputaci¨®n por homicidio. Fue un proceso err¨®neo"

"Las causas de asesinato y adulterio son diferentes. Se celebraron en distintas salas y en distintas fechas. Si mi defendida hubiese estado implicada en la muerte de su marido, se la habr¨ªa condenado a la horca en aplicaci¨®n de la ley del tali¨®n y no habr¨ªa habido ocasi¨®n para una pena de lapidaci¨®n, o ambas causas hubieran tenido que juzgarse de forma conjunta", explica. De acuerdo con las fechas que figuran en los expedientes, el juicio por el asesinato de Ebrahim Ghaderzadeh se celebr¨® con anterioridad al de adulterio.

Antes de ambos procesos, Ashtian¨ª recibi¨® 99 latigazos por mantener "relaciones il¨ªcitas". En Ir¨¢n es ilegal cualquier encuentro sexual fuera del matrimonio. Pero durante el juicio por el asesinato de su marido, uno de los jueces del tribunal sugiri¨® que dicha relaci¨®n podr¨ªa haberse producido en vida del fallecido y constituir un delito de adulterio. As¨ª, en contra de las garant¨ªas procesales que impiden que una persona sea juzgada dos veces por la misma causa, se la someti¨® a un nuevo juicio.

Fue declarada culpable y condenada a morir apedreada. Agotados todos los recursos, su entonces abogado, Mohammad Mostafe¨ª, dio a conocer el caso el pasado junio (y un mes despu¨¦s huy¨® de Ir¨¢n ante las presiones). La movilizaci¨®n internacional subsiguiente ha puesto al r¨¦gimen iran¨ª contra las cuerdas. Ahmadineyad neg¨® que la mujer hubiera sido condenada a la lapidaci¨®n, durante una entrevista con la cadena estadounidense ABC el pasado 19 de septiembre. Apenas una semana despu¨¦s, el portavoz del Poder Judicial aseguraba que morir¨ªa en la horca porque la pena por el asesinato prevalec¨ªa sobre la de adulterio.

Kian se reafirma en que su defendida fue "condenada a morir lapidada en el veredicto 38-85/6/19 [de 10 de septiembre de 2006] emitido por la Sala 6? de lo Penal de la regi¨®n de Azerbaiy¨¢n Oriental". "En ese expediente no hay ninguna imputaci¨®n por homicidio", insiste. Asegura, adem¨¢s, que se trat¨® de "un proceso absolutamente err¨®neo y contrario al esp¨ªritu de la ley vigente en la Rep¨²blica Isl¨¢mica". Ese ha sido su argumento en el recurso de apelaci¨®n que present¨® ante el Supremo el pasado 7 de julio.

El recurso fue admitido a tr¨¢mite y Kian confirma que "la jefatura del Poder Judicial de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y la Fiscal¨ªa General del Estado han solicitado la conmutaci¨®n de la pena de lapidaci¨®n de Sakineh por una pena de muerte". No obstante, denuncia que el proceso de revisi¨®n no ha frenado el procedimiento puesto en marcha para llevar a cabo el apedreamiento. "De acuerdo con el expediente secreto n¨²mero 628-87/7, sigue su curso en la Unidad de Ejecuci¨®n n¨²mero 7 de Tabriz", advierte.

El abogado teme lo peor. "Mi defendida se ha convertido en un chivo expiatorio para los partidarios de la pena de lapidaci¨®n y quienes buscan vengarse de la prensa y los dirigentes occidentales", asegura. En ese sentido no resultan tranquilizadoras las dos entrevistas que la televisi¨®n iran¨ª ha mostrado con una mujer completamente cubierta por un chador a la que identific¨® como Sakineh, el 11 de agosto y el 16 de septiembre. Ante las c¨¢maras, la entrevistada confes¨® estar implicada en el asesinato de su marido y haber tenido una relaci¨®n extramatrimonial con un primo de aquel. Ni Kian ni los dos hijos de Sakineh han podido visitarla desde entonces.