Industria prepara un duro pulso con Argelia por los precios del gas

El Ministerio de Industria se prepara para una dif¨ªcil negociaci¨®n con Argelia, el primer suministrador de gas natural de Espa?a, tras el laudo del Tribunal de Arbitraje de Par¨ªs que ha dado la raz¨®n a la compa?¨ªa estatal argelina Sonatrach frente a la espa?ola Gas Natural Fenosa. "Industria defender¨¢, como es su obligaci¨®n, los intereses del Estado espa?ol y el de las empresas espa?olas", aseguran fuentes del departamento que dirige Miguel Sebasti¨¢n.

Pero tras ese enunciado hay matices. Y uno importante, se?alan las fuentes consultadas, es que un problema empresarial concreto -l¨¦ase el que enfrenta desde julio de 2007 a Gas Natural con Sonatrach- no puede marcar las relaciones Estado a Estado, que en el caso de Argelia pueden ser especialmente complejas. Dicho en otras palabras: Industria apoyar¨¢ a Gas Natural Fenosa, pero no har¨¢ casus belli del asunto.

En el ministerio creen que todav¨ªa hay margen para negociar

Espa?a tiene una buena posici¨®n en materia de abastecimiento

O lo que es lo mismo, Gas Natural Fenosa, que en julio de 2007 decidi¨® jugar fuerte ante las exigencias de revisi¨®n de precios de Sonatrach y dejar que los tribunales resolvieran las disputas, debe estar dispuesta a asumir el coste de aquella apuesta. Ese coste, retroactivo, asciende a unos 1.500 millones de euros. Esa es la cantidad que resulta de la revisi¨®n de precios fijada por el Tribunal de Arbitraje de Par¨ªs entre los a?os 2007 y 2009.

La compa?¨ªa espa?ola ha cifrado en un m¨¢ximo de 450 millones de euros el impacto en sus cuentas de 2010 en el caso de que no prospere ninguna de las medidas emprendidas contra la decisi¨®n. Ese recorte supone algo m¨¢s de un tercio (el 34%) de los 1.310 millones de resultado neto que contempla el consenso de analistas. El grupo espa?ol, sin precisar, subray¨® que tiene provisionado parte del pago a Sonatrach (en torno a 700 millones). Pero parte es eso, parte. Y de ah¨ª que desde la compa?¨ªa se explique que, de alguna forma, ese encarecimiento acabar¨¢ por afectar a las tarifas, tanto de gas, como posiblemente de la electricidad que pagan los usuarios.

Frente a ese an¨¢lisis est¨¢ el que puede hacer Industria, con los acentos colocados en diferentes lugares respecto a la posici¨®n de Gas Natural. Para empezar, y as¨ª lo destac¨® esta semana el secretario de Estado de Energ¨ªa, Pedro Mar¨ªn, en los pasillos del Congreso, el caso no est¨¢ cerrado, luego hay margen para negociar. Adem¨¢s, Espa?a tiene una buena posici¨®n en materia de abastecimiento gracias a las plantas de regasificaci¨®n que facilitan la compra de gas licuado (GNL) de pa¨ªses como Trinidad Tobago, Noruega o Qatar. Algo que puede hacer valer. "No estamos en una situaci¨®n parecida a la de otros pa¨ªses de Europa, que dependen en m¨¢s del 50% de su principal suministrador" dijo Mar¨ªn. "Argelia equivale m¨¢s o menos a un tercio del consumo de gas, y tenemos una estructura diversificada que introduce la competencia de los mercados", asegur¨®.

Poniendo la venda antes incluso de que haya herida declarada, Mar¨ªn a?adi¨® que el conflicto Sonatrach-Gas Natural Fenosa "no tiene por qu¨¦ tener un impacto directo" ni "un impacto inmediato" sobre la tarifa de gas natural. M¨¢s cuando, seg¨²n los datos del departamento, los precios internacionales del gas no muestran saltos bruscos al alza en el futuro inmediato.

Gas Natural Fenosa, por el contrario, pone ¨¦nfasis en la situaci¨®n en la que queda el mercado espa?ol tras la decisi¨®n del tribunal parisiense: m¨¢s de un tercio del suministro en manos de una compa?¨ªa estatal, Sonatrach que, adem¨¢s de fijar los precios del gas, tiene autorizaci¨®n para comercializarlo en Espa?a directamente, sin obligaci¨®n de aceptar reciprocidad en su mercado. Por si fuera poco, tiene mayor¨ªa (36%), en el consorcio Medgaz que controla el nuevo gasoducto entre Beni Saf (Argelia) y Almer¨ªa, lo que, seg¨²n destacan en el entorno de la compa?¨ªa que preside Salvador Gabarr¨® le otorga un poder sobre el mercado gasista espa?ol que no es habitual en ning¨²n otro pa¨ªs europeo.

Para sostener el argumento, ponen como ejemplo los grandes gasoductos que llevan al coraz¨®n de Europa el gas ruso o argelino, controlados por empresas suministradoras de cada pa¨ªs, como E.ON, ENI o GDF Suez. El an¨¢lisis desde el punto de vista de Gas Natural Fenosa es tan realista como amargo: Espa?a, durante a?os (y en especial en los ejercicios 2006 y 2007, cuando la direcci¨®n de Industria correspondi¨® al ex ministro Joan Clos) cedi¨® un terreno ante las exigencias de Argelia y de Sonatrach que ahora nos va a costar caro.