"Lucho por el derecho a ser diferente"
Lucho por el derecho a ser diferente. Es mi postura ante la vida. La diversidad de la belleza. Esta industria es muy conservadora y la mejor forma de cambiarla pasa por incorporar ese mensaje en cada una de tus decisiones. El mejor remedio contra la intolerancia es la sinceridad". La industria a la que se refiere la frase es la cosm¨¦tica. Y la declaraci¨®n podr¨ªa ser una de esas huecas afirmaciones que proliferan en ella. Si no la pronunciara Youcef Nabi.
Una persona que escapa a los convencionalismos. Youcef Nabi, de 41 a?os, es el director general de Lanc?me internacional desde hace un a?o y tres meses. No es un detalle menor que se trate de la marca l¨ªder en cosm¨¦tica de lujo del mayor grupo de belleza del mundo, L'Or¨¦al. En la actualidad, Youcef prefiere que le llamen Sue y tiene el aspecto de una sofisticada y atractiva mujer. En un encuentro veraniego en Par¨ªs, en el hotel Ritz, lleva un fino jersey azul marino que acent¨²a sus curvas, un mo?o cuidadosamente deshecho y tacones moderados que subrayan su altura. Sus subordinados utilizan pronombres femeninos para referirse a ¨¦l, pero el curr¨ªculo institucional y el cargo se escriben todav¨ªa en masculino.
"He hecho los deberes. Y cuando empiezas a comprenderte a ti mismo eres capaz de entender a los dem¨¢s"
"No es que haya elegido cambiarme el nombre a Sue", afirmaba Nabi en el peri¨®dico alem¨¢n Welt. "No tiene ning¨²n significado simb¨®lico. As¨ª me llaman mis amigos. Mi nombre es Youcef. La vida es como una casa que se construye piedra a piedra. No puedes quitar ninguna o se colapsa. Es importante mantenerla s¨®lida". La carrera profesional de Nabi se ha desarrollado ¨ªntegramente en el grupo L'Or¨¦al, adonde lleg¨® en 1994. En 2000 fue designado director general de la divisi¨®n de maquillaje de L'Or¨¦al Paris, y cuatro a?os despu¨¦s ya era director general de la compa?¨ªa en Francia. En 2006 alcanz¨® la direcci¨®n internacional de la marca que da nombre al grupo. Sus atrevidas decisiones y excelentes resultados le abrieron las puertas de Lanc?me, la joya de la corona del conglomerado franc¨¦s. "Mi ascenso ha sido bastante r¨¢pido", admite Nabi. "Se me asignaron puestos de responsabilidad muy pronto. En L'Or¨¦al, cuando perciben que tienes algo que aportar, te dan oportunidades. He tenido buenos mentores y la gran suerte de encontrar a gente que me ha ayudado a crecer. Lo mismo que yo hago ahora con los que trabajan para m¨ª".
Youcef Nabi naci¨® en Argel y se traslad¨® a Par¨ªs a estudiar. Ingeniero agr¨®nomo y diplomado en la escuela de negocios francesa Essec, tiene un carisma ins¨®lito en un alto directivo. La primera vez que esta periodista le vio en una presentaci¨®n, este se meti¨® en el bolsillo a un ¨¢spero grupo de reporteros. Reunidos en una catacumba a orillas del Sena, una h¨²meda ma?ana de enero, acabaron en sus manos como si fueran plastilina. Ni siquiera Linda Evangelista, a su lado, consigui¨® hacerle sombra. Apasionado por la literatura futurista, el cine, la medicina y la bioqu¨ªmica, se nota que disfruta tanto con la parte cient¨ªfica de su profesi¨®n como con su potencial para la f¨¢bula y la fantas¨ªa. "Deseaba trabajar en belleza desde los 12 a?os. Tal vez porque mi padre es pintor. Su educaci¨®n art¨ªstica seguramente explica mi temprana fascinaci¨®n por este mundo. Prefiero el lado est¨¦tico del negocio que solo el cient¨ªfico", admite. "Aunque me gusta entender c¨®mo funcionan las cosas. Es la mejor forma de llegar al ser humano. Primero intento conocerme a m¨ª, lo que no siempre ha sido f¨¢cil. Pero he hecho los deberes. Y cuando empiezas a comprenderte a ti mismo eres capaz de entender a los dem¨¢s".
Creci¨®, seg¨²n su propio relato, fascinado por los anuncios del perfume Tr¨¦sor protagonizados por Isabella Rossellini. Una imagen que, finalmente, le ha tocado reformular. Pen¨¦lope Cruz, una buena amiga a quien se ha tra¨ªdo de L'Or¨¦al Paris, ha sido elegida para encarnar este mito de la femineidad en 2010. "Todo el mundo que llega a una marca quiere dise?ar una fragancia nueva. Yo, desde el principio, quise hacer mi propio Tr¨¦sor. Este perfume ha sido una pasi¨®n en mi vida desde muy joven. Me recuerdo hace m¨¢s de 20 a?os en el norte de ?frica, en casa, viendo la campa?a de Isabella Rossellini y dici¨¦ndole a mi madre: '?Qu¨¦ guapa es!'. Todav¨ªa hoy me gusta ense?ar mi trabajo a mis padres. Cuando le mostr¨¦ el nuevo anuncio de Pen¨¦lope Cruz a mi padre, me dijo: 'Es una pintura preciosa".
Adem¨¢s de sus padres, hay otra persona a quien Nabi gusta de consultar sus decisiones. El dise?ador Alber Elbaz, exquisito director art¨ªstico de Lanvin, es un amigo fiel desde hace a?os. Como tambi¨¦n sucedi¨® con Karl Lagerfeld o Mario Testino, Nabi sinti¨® con ¨¦l una conexi¨®n espont¨¢nea, muy cercana al flechazo. "Yo trabajo as¨ª. En cinco minutos s¨¦ si la gente va a funcionar o no. Es una cuesti¨®n de instinto. Para m¨ª, todo empieza con una relaci¨®n personal. Si no la hay, es muy complicado desarrollar negocios. Es como un matrimonio. Primero tienes que asegurarte de que hay un entendimiento. A partir de ah¨ª puedes construir algo que vaya a durar varios a?os".
El encuentro con Mario Testino tiene una gran trascendencia para la historia de una marca que este a?o ha celebrado su 75? aniversario. El fot¨®grafo peruano -que expone su obra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid- se ha convertido en el ¨²nico "ojo" de Lanc?me. Desde este a?o, todas las im¨¢genes y clips de la compa?¨ªa llevan su firma. Un movimiento inhabitual en una industria poco propensa a las relaciones estables. "La gente a tu alrededor te presiona para que cambies", admite Nabi. "Todo el mundo quiere probar cosas nuevas, pero mi trabajo consiste en mantener el rumbo y estar convencido. En el negocio del lujo es crucial tener una visi¨®n. Con una sola mirada consigues una imagen s¨®lida y coherente. No es f¨¢cil encontrar ese ojo ¨²nico. Lanc?me tiene varias facetas, as¨ª que necesitaba a alguien capaz de hacer im¨¢genes de moda y otras muy cl¨¢sicas. Mario entrega ambas. Recuerde a Lady Di en blanco y negro o las provocativas campa?as de Gucci con Tom Ford".
El otro lazo estrat¨¦gico que Nabi ha echado desde su llegada a Lanc?me caz¨® a la actriz Julia Roberts. Se atribuye a Nabi la incorporaci¨®n de portavoces de razas, edades y perfiles?m¨¢s diversos a L'Or¨¦al Paris. Una pol¨ªtica que aspira a continuar en su nuevo puesto. "Cuando surgi¨® la posibilidad de colaborar con Julia Roberts, alguien me dijo: "Tiene 40 a?os". Y yo respond¨ª: "?Y qu¨¦?". Est¨¢ en la mejor edad. Es incre¨ªblemente bella, sabe qu¨¦ quiere y tiene una historia que contar. Las chicas de 20 a?os pueden ser guap¨ªsimas, pero no tienen historia. Es importante estar representado por una diversidad de edades, colores y tipos de belleza. La mejor descripci¨®n que podr¨ªas hacer de Lanc?me es que es una marca contracultural, que se opone al universo de los bimbos".
En 15 meses, Nabi ha colocado a Lanc?me en la ¨®rbita de la modernidad. Esta Navidad lanzar¨¢ una colecci¨®n de maquillaje firmada por L'Wren Scott, que adem¨¢s de una estilista y dise?adora de moda estadounidense es la alt¨ªsima novia de Mick Jagger. Inyecci¨®n de excitaci¨®n para una marca que -a pesar de su fortaleza en las categor¨ªas m¨¢s racionales, como tratamiento de la piel- hab¨ªa visto flaquear sus frentes m¨¢s emocionales: maquillaje y perfumes. "Hay espacio para crecer. Es un error creer que Lanc?me solo puede ser el rey del cuidado de la piel. Puede ser el rey de todo lo dem¨¢s. Solo hay que encontrar la forma adecuada de contar nuestra historia". Aunque es dif¨ªcil que ninguna sea tan bonita como la que ha escrito para s¨ª: Youcef, Sue, Nabi, la persona que huye de las etiquetas y lucha por una belleza aut¨¦ntica y plural. "Es mucho mejor contar historias que dar lecciones".
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