Las vacaciones m¨¢s caras de la historia

Si fuera un cuento podr¨ªa empezar as¨ª: ?rase una vez la historia de tres haciendas p¨²blicas, vascas para m¨¢s se?as, y profundamente europe¨ªstas, casi tanto como alejadas de Espa?a, que pese a todo se enfrentaron a la Uni¨®n Europea en una larga y costosa batalla judicial. Tan prolongada que despu¨¦s de 17 a?os y pese a los reveses de todos los tribunales espa?oles y europeos, las tres diputaciones no daban el brazo a torcer. Convencidas de tener la raz¨®n y de que las ayudas econ¨®micas que dieron desde 1993 hasta el a?o 2000 a centenares de empresas eran legales, pese a doblar y triplicar las permitidas en su entorno continental, se atrincheraron en la defensa de su capacidad para legislar, y se blindaron con abogados caros y especializados.

"Nunca la hacienda ha luchado tanto para no cobrar a sus contribuyentes"

"Ning¨²n para¨ªso fiscal se ha hecho para mejorar las pol¨ªticas sociales"

Si fuera un cuento, lo normal es que tuviera un final feliz, y que todo quedara en un susto: los m¨¢ximos representantes de las diputaciones encontrar¨ªan a alguien receptivo a sus teor¨ªas en la lejana, burocratizada y lenta, pero desde luego no olvidadiza Europa, y al final todos saldr¨ªan en una foto feliz, reforzando la imagen de una Euskadi diferenciada dentro de la UE.

La historia real va por otros derroteros. La UE podr¨ªa hacer p¨²blico esta misma semana que impone a las tres diputaciones una multa diaria de hasta un mill¨®n de euros por incumplir, reiteradamente, sus sentencias y mantenerla mientras no acrediten haber recuperado 700 millones de las ayudas fiscales que dio ilegalmente a m¨¢s de 300 empresas entre 1993 y el a?o 2000. "Nunca antes una hacienda hab¨ªa peleado ni tanto tiempo ni con tanto convencimiento para no cobrar a unos contribuyentes", asegura un experto en tributos. "Est¨¢n haciendo con los empresarios lo contrario a lo que le es exigible a una hacienda", asegura.

De tal manera que la factura que no pagan ellos acaba endosada al resto de los vascos. Es decir, si en la d¨¦cada de los 90 el nivel de recaudaci¨®n de las haciendas forales lo mantuvieron los asalariados, de forma directa e indirecta, 17 a?os despu¨¦s los ciudadanos van a tener que hacer frente a nuevas facturas.

La minuta por la defensa de los empresarios, que desde el a?o 2000 encabeza el especialista Ignacio S¨¢enz Cortabarria ya ascend¨ªa en 2006 a tres millones de euros-, m¨¢s las generadas hasta entonces por otros bufetes que hab¨ªan actuado como Cuatrecasas en calidad de asesores.

A eso habr¨ªa que sumar los eventuales intereses de demora, las costas judiciales de todos los procesos, y los derivados del paro que puede generarse si algunas medianas empresas que confiaron en el buen hacer de sus diputaciones, tienen que recortar m¨¢s sus gastos para devolver el dinero -las grandes empresas debieran de tenerlo provisionado desde hace a?os-. La tercera es la factura de la imagen y el posible da?o institucional que las fallidas maniobras de las instituciones forales pueden tener sobre la credibilidad de Euskadi como aspirante a ser un actor principal en la Europa de las Regiones.

"Existe malestar con las diputaciones" entre los altos funcionarios europeos que estudian las ayudas ilegales vascas, confirman desde el organismo de la Competencia. "Han tardado nueve a?os en remitir la informaci¨®n sobre las empresas beneficiarias", a?aden.

Pero no se quedaron ah¨ª. En 2000, dos meses despu¨¦s de un acuerdo hist¨®rico entre las diputaciones vascas y el Gobierno espa?ol para retirar m¨¢s de 90 recursos judiciales y sellar la paz fiscal, Vizcaya concedi¨® cr¨¦ditos fiscales del 45% de la inversi¨®n a 19 empresas, entre ellas Bah¨ªa Vizcaya Gas, Bah¨ªa Vizcaya Electricidad, Euskaltel, Petronor, o Editorial Iparragirre, seg¨²n se public¨® aquellos a?os. La Diputaci¨®n de Vizcaya explic¨® entonces que hab¨ªan sido solicitados con anterioridad al acuerdo.

"Es una p¨¦sima gesti¨®n del Concierto Econ¨®mico", asegura un abogado donostiarra. "Ning¨²n para¨ªso fiscal se ha dise?ado para mejorar las pol¨ªticas sociales", cuestiona.

Pero hasta la regulaci¨®n es cuestionable: "Las deducciones se regulaban en una disposici¨®n adicional de cinco l¨ªneas que se aprobaban en los presupuestos forales, en vez de regular el Impuesto de Sociedades".

Seg¨²n las fuentes consultada, exist¨ªa una sospecha generalizada desde el minuto uno de que las ayudas iban a encontrar una fuerte resistencia, pero no s¨®lo en las administraciones espa?ola y europea, sino tambi¨¦n en algunas empresas vascas que ve¨ªan con zozobra el proceso. A Daewoo, una de las benefactoras de las ayudas, que se instal¨® en ?lava para fabricar electrodom¨¦sticos, le denunci¨® en Europa la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Electrodom¨¦sticos, uno de cuyos principales socios es la cooperativa de MCC Fagor.

Hay quien duda, incluso, de que la lluvia de millones de las diputaciones sirviera para renovar el tejido industrial m¨¢s all¨¢ de lo que hubiera sucedido sin las extraordinarias ayudas.

En Vizcaya existe una estrecha relaci¨®n hist¨®rica entre la hacienda, las grandes asesor¨ªas fiscales, y el PNV. En 2003 el que fuera director de Hacienda Javier Urizarbarrena pas¨® de cobrar los impuestos a las empresas radicadas en Vizcaya, a asesorar a esas empresas c¨®mo pagar menos. El primero de julio de ese a?o, fich¨® por Price WaterhouseCoopers.

Las vacaciones fiscales no son, sin embargo, la primera ocasi¨®n en que los empresarios reciben un tratamiento especial de la Hacienda. "Nadie se puede olvidar de los pagar¨¦s forales que no llegaron a los tribunales por un pacto pol¨ªtico, pero eran una manera legal de blanquear dinero", cita el abogado. Tambi¨¦n recuerda las cuentas de contribuyentes vascos en Suiza. Cada diputaci¨®n tom¨® un camino. ?lava y Vizcaya ofrecieron, al igual que el resto de Espa?a, como primera opci¨®n, la de regularizar casi sin sanci¨®n.