Una cadena de trasplantes eterna
Matt Jones explica a EL PA?S por qu¨¦ don¨® un ri?¨®n sin contrapartidas - As¨ª inici¨® una sucesi¨®n que ha salvado ya 10 vidas - Espa?a se apunta a esta pr¨¢ctica
Espa?a comenzar¨¢ el a?o que viene una nueva pr¨¢ctica m¨¦dica que lleva tres a?os en marcha en Estados Unidos: las cadenas altruistas de trasplante de ri?¨®n, iniciadas por un donante al que se llama buen samaritano. Este entrega su ri?¨®n de forma totalmente desinteresada. El ¨®rgano se trasplanta con la condici¨®n de que un amigo o familiar del receptor otorgue uno de sus ri?ones a un segundo paciente, y as¨ª sucesivamente. Fue EE UU el pa¨ªs pionero en esta pr¨¢ctica. All¨ª, el doctor Michael Rees y una persona con buenas intenciones comenzaron en 2007 un experimento que ha salvado ya 10 vidas y que inici¨® una pr¨¢ctica m¨¦dica en auge.
El 18 de julio de 2007 Matt Jones, de Michigan, inici¨® la cadena. Viaj¨® 3.000 kil¨®metros, hasta Arizona, para entrar a un quir¨®fano y someterse a una operaci¨®n de cinco horas, con un postoperatorio de un mes, por pura buena voluntad. Le regal¨® un ri?¨®n a Barb, una desconocida. Padre de cinco hijos, de 31 a?os, Matt siempre quiso hacer algo semejante. Pens¨® que pod¨ªa vivir perfectamente con un ri?¨®n y que, con el que le sobraba, pod¨ªa salvar una vida. En su familia nadie necesitaba uno, as¨ª que decidi¨® buscar a un receptor. Acudi¨® a un centro de trasplantes de Nueva York, donde no encontr¨® a paciente alguno compatible con su serolog¨ªa.
El primer donante no se siente un h¨¦roe, pero lo es para los dem¨¢s
Los operados son personas de todo tipo de raza y extracci¨®n social
?ngela se confiesa feliz: "No recib¨ª el ¨®rgano de una lista de espera"
Nadie ha traicionado en la cadena su promesa de donaci¨®n
En aquel centro neoyorquino le recomendaron que contactara con el ur¨®logo Michael Rees, una eminencia en trasplantes que lidera la Alianza para la Donaci¨®n en Pares en Toledo, Ohio. Ese tipo de donaci¨®n cruzada en pares la protagonizan dos parejas de donante y receptor que son incompatibles entre s¨ª. Es un caso habitual: muchas personas no pueden donar ri?ones a sus familiares o allegados por incompatibilidades en la sangre o porque el receptor ha generado anticuerpos a las prote¨ªnas que recubren las c¨¦lulas del donante. De ese modo, se busca a las dos parejas, en la que el donante de una familia es compatible con el receptor de la otra y viceversa.
"Pens¨¦ que igual pod¨ªa inscribirme sin receptor. Solo donar mi ri?¨®n y que eso le ayudara a una familia. Pero entonces el doctor Rees me habl¨® de una idea suya, de una cadena de buena voluntad que podr¨ªa seguir para siempre. Me pareci¨® una idea fant¨¢stica", explica Matt a EL PA?S. "Si mi ri?¨®n pod¨ªa salvar una vida, eso era un motivo de felicidad suficiente para m¨ª". Matt niega ser un h¨¦roe, pero para los receptores de ri?ones en esta cadena, lo es. Tambi¨¦n para sus hijos. Los m¨¢s mayores entienden lo que ha hecho, las vidas que la cadena que ¨¦l inici¨® ha salvado, y ese es un ejemplo que tendr¨¢n presente de por vida.
Desde luego, si hay alguien para quien Matt es un h¨¦roe, es para Barb y Ron Bunnell, pareja residente en Phoenix, Arizona. A Barb le hab¨ªan diagnosticado una enfermedad poliqu¨ªstica renal en su treintena. Por dolencias similares, su abuela hab¨ªa fallecido a los 56 a?os. Su madre muri¨® por causas parecidas a los 57. En 2007 ella ten¨ªa 53. Contemplaba con nerviosismo tres, cuatro o cinco a?os m¨¢s de vida en di¨¢lisis, sufriendo, sin poder viajar hasta Chicago, donde viven algunos de sus nietos.
Ron y Barb ten¨ªan el mismo grupo sangu¨ªneo y eran, en teor¨ªa, compatibles. Pero, seg¨²n les dijeron en un centro hospitalario de Arizona tras someterse a unas pruebas, Barb hab¨ªa desarrollado anticuerpos contra las c¨¦lulas de Ron durante el embarazo de sus dos hijos. Entonces acudieron al centro del doctor Rees, que un d¨ªa les llam¨® con las noticias de que Matt, un donante de Michigan, era compatible con Barb. La ¨²nica anomal¨ªa: "?l no necesita el ri?¨®n de Ron. No tiene familiar alguno que requiera un trasplante", dijo el doctor Rees. "Lo que haremos es establecer una cadena. Ron donar¨¢ su ri?¨®n a otra persona".
Entonces les explic¨® la idea de la cadena eterna. En muchas ocasiones, los trasplantes cruzados suceden simult¨¢neamente, para evitar que el familiar del primer receptor falte a su palabra de donar posteriormente su ri?¨®n despu¨¦s de que se haya producido la operaci¨®n inicial. Rees deb¨ªa conocer en persona a Ron para evaluar si era una persona de la que pod¨ªa fiarse para ese tipo de experimento. El matrimonio viaj¨® a Ohio aquel verano de 2007, cenaron con el doctor y conocieron a la que ser¨ªa la receptora del ri?¨®n, Angela Heckman, de 34 a?os, que estaba en di¨¢lisis desde hac¨ªa m¨¢s de una d¨¦cada y que hab¨ªa estado a punto de fallecer en dos ocasiones.
Ron, una persona apacible que habla de su mujer con verdadera devoci¨®n, convenci¨® al doctor en seguida. Este dio el visto bueno a la operaci¨®n inicial. Matt viaj¨® a Phoenix el 18 de julio de 2007. Los Bunnell y ¨¦l se conocieron en la recepci¨®n de un hotel. "Inmediatamente, sin mediar palabra, nos pusimos a llorar", rememora Ron. "Fue muy emotivo. All¨ª estaba alguien que, porque s¨ª, le iba a salvar la vida a mi mujer". Ocho d¨ªas despu¨¦s, con su mujer en el postoperatorio, ¨¦l hizo lo mismo por Angela: viaj¨® a Toledo, Ohio, para someterse a la misma operaci¨®n.
Angela se confiesa feliz de tener el ri?¨®n de Ron. "Sobre todo porque no lo recib¨ª de una lista de espera de las que los donantes son personas que han fallecido. Tengo el ri?¨®n de alguien vivo", explica, emocionada. "Al principio estaba at¨®nita, no me lo cre¨ªa. Mi madre no me pod¨ªa dar su ri?¨®n, y pens¨¦ que seguir¨ªa en di¨¢lisis para siempre. Luego me sent¨ª afortunada, como si la coincidencia hubiera jugado a mi favor: estuve en el lugar adecuado y en el momento adecuado". Desde que comenz¨® su nueva vida, Angela se ha matriculado en la universidad, donde estudia para ser t¨¦cnico de ultrasonidos.
La madre de Angela, Laurie, de 54 a?os, quer¨ªa donar pero era tambi¨¦n incompatible con su hija, as¨ª que se comprometi¨® a donar a su ri?¨®n a Cecilia Jasienski que ten¨ªa entonces 71 a?os. La hija de esta, de 42 a?os, don¨® a un paciente de 41, y as¨ª hasta 10 operaciones que abarcan gran parte de la geograf¨ªa del pa¨ªs, con personas de todo tipo de razas y extracciones sociales, de entre 29 y 71 a?os, salv¨¢ndose las vidas unos a otros. La hija de la ¨²ltima receptora, Heleena McKinney, de 32 a?os, es del grupo sangu¨ªneo AB y desde marzo de 2008 se est¨¢ buscando un paciente que sea compatible con ella.
En EE UU hay 88.000 personas en listas de espera para recibir ri?ones. Desde que Rees y su equipo iniciaron la cadena original, ya han establecido otras 10 que siguen en marcha, con un historial de 25 operaciones. Nadie, en ninguna de ellas, ha traicionado su promesa de donar un ri?¨®n posteriormente a que lo recibiera su familiar o allegado.
Rees ha creado un movimiento nacional, que incluso ha sido reconocido por el Congreso federal con una ley, aprobada en 2007, que establece que el intercambio de ri?ones no viola las normas imperantes contra tr¨¢fico de ¨®rganos.
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