El Gobierno est¨¢ decidido a evitar nuevas crisis a¨¦reas en el futuro

El Gobierno est¨¢ firmemente decidido a que ni en Navidades ni en ning¨²n otro momento vuelvan a ocurrir problemas en los aeropuertos derivados de un chantaje de los controladores a¨¦reos, como el de este puente de la Constituci¨®n. El presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, lo dej¨® claro ayer en su comparecencia en los pasillos del Congreso con motivo del 32 aniversario de la Constituci¨®n -la primera despu¨¦s de la crisis- cuando dijo que no descartaba prorrogar el estado de alarma, vigente durante quince d¨ªas.

Lo subordinar¨¢ al comportamiento de los controladores a¨¦reos, a los que Aena ha abierto m¨¢s de 400 expedientes y que el jueves empiezan a declarar en los juzgados de Madrid. En principio conf¨ªa en que no sea necesaria una pr¨®rroga porque los controladores a¨¦reos se amilanen ante la dura reacci¨®n del Gobierno y el rechazo masivo de la opini¨®n p¨²blica a su chantaje. Pero, en todo caso, el Gobierno, que dispone de medios, seg¨²n record¨® Zapatero, ya est¨¢ trabajando en preparar una "nueva capacidad de reacci¨®n" si vuelve a registrarse un problema parecido. El vicepresidente primero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ha comentado que el Ejecutivo dispone de "un plan B, que no va a desvelar" si esto ocurre.

Zapatero afirma que decretar el estado de alarma permiti¨® resolver el problema

Los controladores cambiaron de cara al verse bajo control militar, seg¨²n Blanco

Zapatero est¨¢ convencido de que la decisi¨®n de declarar el estado de alarma ha permitido resolver la crisis en 24 horas. "El proceso de toma de decisiones de c¨®mo, cu¨¢ndo y qui¨¦n debe informar ha sido acertado", dijo.

El estado de alarma, que conllev¨® la militarizaci¨®n de los controladores, resolvi¨® el conflicto al sentirse los controladores a¨¦reos inesperadamente amenazados con la aplicaci¨®n del C¨®digo Penal Militar. Eso quebr¨® la resistencia de los organizadores del chantaje al Estado, que est¨¢ claro que no contaban con una reacci¨®n tan dura por parte del Ejecutivo.

Ayer, el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, comentaba en los corrillos del Congreso las caras que pusieron los controladores cuando se present¨® delante de ellos el secretario de Estado de Defensa, Constantino M¨¦ndez, explic¨¢ndoles que estaban bajo jurisdicci¨®n militar.

El presidente del Gobierno tom¨® la decisi¨®n de aplicar el art¨ªculo 116.2 de la Constituci¨®n, que declara el estado de alarma, a las 18.30 de la tarde del viernes, tras realizar algunas consultas. Y justific¨® el alcance de la medida ante la gravedad que supon¨ªa el cierre del espacio a¨¦reo. Una justificaci¨®n que ayer reiter¨® y por la que fue muy felicitado por numerosos pol¨ªticos y juristas, asistentes a la celebraci¨®n del D¨ªa de la Constituci¨®n en el Congreso.

De hecho, el propio presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono, en su intervenci¨®n tradicional de homenaje a la Constituci¨®n, lo justific¨® al se?alar que "la Constituci¨®n sabiamente ha ofrecido la fortaleza de su letra para alertarnos a todos de que quienes recurren al chantaje para defender privilegios siempre son los culpables, los ¨²nicos culpables".

Zapatero tambi¨¦n justific¨® no haber comparecido en rueda de prensa mientras el Gabinete decid¨ªa c¨®mo resolver la crisis frente a algunas cr¨ªticas del PP en esa direcci¨®n. Ofreci¨® varias explicaciones. Tras confirmar que el pr¨®ximo jueves comparecer¨¢ en el Congreso para dar una amplia explicaci¨®n de lo sucedido, record¨® que la decisi¨®n de decretar el estado de alarma, una facultad que la Constituci¨®n atribuye al Gobierno, se inscribe precisamente dentro del t¨ªtulo que regula las relaciones entre el Gobierno y las Cortes. "Creo que el Parlamento ha de ser quien tenga la informaci¨®n exhaustiva, en primer lugar y en el menor tiempo posible.

El estado de alarma, pese a su aparatosa denominaci¨®n, recuerda Zapatero, no afecta a los principios fundamentales sino que restringe derechos a un colectivo muy limitado de servidores p¨²blicos. En otros pa¨ªses se denomina estado de emergencia.

Zapatero tambi¨¦n aleg¨® para justificar no haber comparecido durante la crisis que el Gobierno sigui¨® una estrategia gradual de comunicaci¨®n, midiendo muy bien en todo momento "la fuerza de su interlocutor". Primero, sali¨® el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, la tarde del viernes. Despu¨¦s, el vicepresidente del Gobierno en la madrugada y la ma?ana del s¨¢bado. Y una vez que el conflicto entr¨® en v¨ªas de soluci¨®n se descart¨® su presencia. Zapatero era la "¨²ltima bala" en caso de que el conflicto se hubiera prolongado del s¨¢bado en adelante.

El presidente concede especial importancia a la sesi¨®n del Congreso del pr¨®ximo jueves porque en ella va a informar de una declaraci¨®n de estado de alarma que no tiene precedentes en la democracia.

Ya sabe que su decisi¨®n de decretar el estado de alarma cuenta con el apoyo del l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy, con el que ayer convers¨® durante dos minutos en los pasillos del Congreso, y con el de la mayor¨ªa de los partidos, con la excepci¨®n de IU-ICV y BNG, que le encuentran algunas reservas constitucionales.

No obstante, el PP ha anunciado que aprovechar¨¢ el debate del jueves para pedir explicaciones a Zapatero, aunque el presidente le prometi¨® ayer a Rajoy que le mantendr¨¢ permanentemente informado. Una de las preguntas que el PP repetir¨¢ estos d¨ªas ser¨¢ por qu¨¦ el Gobierno decidi¨® el decreto que regula el horario de los controladores el viernes que iniciaba el Puente de la Constituci¨®n.

Seg¨²n explic¨® el ministro de Fomento ayer, el decreto se public¨® para que el Gobierno se armara legalmente ante unos controladores que ya hab¨ªan empezado a crear problemas en Santiago de Compostela y que tem¨ªan que se agravara en las fiestas navide?as. Con lo que no contaba era con una huelga salvaje.

Tambi¨¦n asegur¨® Blanco que si el Gobierno decide prorrogar el estado de alarma, lo que depender¨¢ del comportamiento de los controladores, tendr¨¢ que contar con un respaldo del Congreso, lo que implicar¨ªa la celebraci¨®n de un pleno el pr¨®ximo 21 de diciembre. Por ahora no lo contempla.