EE UU ve el Vaticano como un poder cerrado, provinciano y anticuado
Los cables revelan las cr¨ªticas de la embajada por los "fracasos de comunicaci¨®n" y ataques al secretario de Estado, Bertone, y al portavoz del Papa
Los papeles del Departamento de Estado filtrados a Wikileaks que se refieren al Vaticano narran el fascinante encuentro cara a cara entre dos imperios, y revelan el choque cultural entre un pa¨ªs moderno, democr¨¢tico y din¨¢mico y un sistema de poder mon¨¢rquico, milenario, herm¨¦tico y anquilosado.
Los estadounidenses comprenden la importancia de tener al Vaticano como aliado, y lamentan no tener m¨¢s influencia en una curia que sus diplom¨¢ticos consideran "italiano-c¨¦ntrica, cr¨ªptica y anticuada".
Un cable confidencial de febrero de 2009, firmado por la entonces jefa interina de la misi¨®n diplom¨¢tica, Julieta Valls Noyes, califica al Vaticano como "not spin city" ("la ciudad que no comunica"), critica "la debilidad del liderazgo en la c¨²pula", afirma con alarma que en el n¨²cleo ¨ªntimo del Papa hay "muy pocos asesores que hablen ingl¨¦s" y concluye que la curia "minusvalora [y lo ignora todo sobre] las comunicaciones del siglo XXI".
La Iglesia pidi¨® este a?o a la Casa Blanca que dialogue con Cuba y no sea reh¨¦n del bloqueo
El FBI propuso en 2008 un plan al Vaticano contra un eventual ataque de Al Qaeda
La embajada encuentra provinciano y muy cerrado al sistema de poder de la Santa Sede, y anota "la ausencia de voces disidentes".
En otro cable, del 27 de enero de 2009 (189059), calificado secreto, elaborado con motivo de la crisis causada por el perd¨®n a los cism¨¢ticos lefebvrianos y titulado Unidad de la Iglesia, 1-Relaciones cat¨®licos-jud¨ªos, 0, Valls escribe: "El Vaticano es un socio formidable que necesita lecciones en relaciones p¨²blicas".
La iron¨ªa es que, tras la filtraci¨®n de Wikileaks, la profesora suena hoy menos fiable que los siempre sibilinos y prudentes diplom¨¢ticos vaticanos.
Los despachos de estos dos ¨²ltimos a?os dan una visi¨®n detallada y objetiva sobre la hecatombe vivida por el Vaticano: los abusos sexuales, la vuelta de los lefebvrianos, los problemas del di¨¢logo con los jud¨ªos y los anglicanos.
Pero, sobre todo, el embajador ante la Santa Sede, Miguel Humberto Diaz, enviado por Obama en mayo de 2009, y su n¨²mero dos, Julieta Valls, muestran su inquietud por los "fracasos y torpezas" cometidos en la comunicaci¨®n.
Seg¨²n Valls, "en el Vaticano, el Papa es el responsable ¨²ltimo de todas las decisiones importantes", aunque suele delegar en "aquellos que m¨¢s saben o mejor informados est¨¢n sobre cada materia particular".
Y ah¨ª entra en juego una curia de mayor¨ªa italiana y usos trasnochados, que se comunica con notas, dice Valls, "escritas en un lenguaje en c¨®digo que nadie salvo ellos es capaz de descifrar".
La diplom¨¢tica da un ejemplo: "El embajador israel¨ª recibi¨® un comunicado oficial que, seg¨²n la curia, conten¨ªa un mensaje positivo para Israel, pero el embajador no logr¨® captarlo, de tan velado que estaba, aunque sab¨ªa que estaba all¨ª".
Las cr¨ªticas empiezan por el secretario de Estado y n¨²mero dos del Papa, Tarcisio Bertone, al cual Valls dibuja como un "yes man" (un hombre que siempre dice que s¨ª), ayuno de toda experiencia diplom¨¢tica ("habla solo italiano").
La diplom¨¢tica explica que "Bertone tiene un estilo pastoral que le lleva a menudo fuera de Roma, de vuelta por el mundo, a ocuparse de problemas espirituales antes que de la pol¨ªtica exterior y la gesti¨®n".
Seg¨²n a?ade, "no son pocas las voces que abogan por la destituci¨®n del cardenal Bertone".
Sobre el Papa, la embajada es prudente, aunque los an¨¢lisis destilan objetividad y equilibrio: "El Papa a veces irrita a pol¨ªticos y periodistas al hacer lo que piensa que es mejor para la Iglesia, como reintroducir a los lefebvrianos o considerar la canonizaci¨®n de P¨ªo XII", escribe Valls. "Su antecesor", agrega, "tambi¨¦n padec¨ªa bastante esa indecisi¨®n (second-guessing)".
En 2009, Valls escrib¨ªa: "Es cada vez m¨¢s urgente" que el Vaticano "cambie su cultura de comunicaci¨®n", y subrayaba que "el estilo de Gobierno del papa Benedicto XVI" no favorece la comunicaci¨®n interna y externa.
Pero parece dif¨ªcil que eso vaya a cambiar alguna vez. "Las ra¨ªces culturales y estructurales son profundas. Hay se?ales esperanzadoras pero no garantizan que el cambio vaya a producirse", dec¨ªa Valls.
La lectura revela tambi¨¦n que los estadounidenses y, en general, los angl¨®fonos, cuentan muy poco en la curia actual. El principal contacto de la embajada del pa¨ªs m¨¢s importante del mundo es un irland¨¦s, el informador (protegido) monse?or Paul Tighe, n¨²mero dos del Pontificio Consejo para las Comunicaciones. Tighe sugiere a Valls que ser¨ªa bueno tener "m¨¢s portavoces ingleses nativos en el c¨ªrculo ¨ªntimo del Papa".
La embajada de EE UU dibuja un perfil tragic¨®mico del responsable de la oficina de prensa vaticana, Federico Lombardi. Dice que "usa BlackBerry", y le define como "una anomal¨ªa dentro de una cultura en la que muchos de los dirigentes m¨¢s importantes no tienen siquiera correo electr¨®nico".
El problema del portavoz, afirma Valls, es que "no forma parte del c¨ªrculo ¨ªntimo del Papa", "no tiene ninguna influencia sobre las principales decisiones", y "no da forma a los mensajes sino que se limita a entregarlos".
Y a?ade: "El pobre hombre est¨¢ saturado de trabajo porque es simult¨¢neamente jefe de la Radio Vaticana y del Centro Televisivo Vaticano y corre literalmente de un despacho a otro durante todo el d¨ªa".
"Es un trabajo duro en los d¨ªas buenos, pero en los d¨ªas de crisis es agotador", agrega Valls, que olvida mencionar que Lombardi es adem¨¢s vicario general de los jesuitas, es decir, n¨²mero dos de la Compa?¨ªa de Jes¨²s.
Seg¨²n la embajada, la diferencia entre el aparato de comunicaci¨®n actual y el de Juan Pablo II, que dirig¨ªa el espa?ol Joaqu¨ªn Navarro Valls, es que hoy no se producen filtraciones de las malas noticias como anta?o. Antes, las maniobras del portavoz del Opus Dei pod¨ªan resultar "da?inas", pero ayudaban a limitar los da?os, explica Valls.
Lombardi se niega a aceptar ese sistema, y seg¨²n revelan los cables, el portavoz ha sugerido que de ese servicio de desinformaci¨®n se ocupe el Pontificio Consejo para las Comunicaciones. Paul Thige cuenta a la embajada que Claudio Maria Celli, responsable del consejo y jefe directo suyo, "no ha dicho ni s¨ª ni no, y se lo est¨¢ pensando".
Celli confirma al embajador Diaz en un coloquio privado que la secretar¨ªa de Estado piensa abrir "una oficina de crisis" para gestionar los casos m¨¢s dif¨ªciles y facilitar traducciones m¨¢s r¨¢pidas y claras de las decisiones papales. Pero las cosas de palacio van despacio: aquella reuni¨®n fue el 2 de febrero de 2009; un a?o despu¨¦s, la carta del Papa a los fieles irlandeses sali¨® de la secretar¨ªa de Estado escrita solo en lat¨ªn.
Las diferencias de criterio entre los dos Estados se ven claras en el cable confidencial de 21 de enero de 2010, referido a la situaci¨®n cubana.
Monse?or Angelo Accatino, encargado de los asuntos cubanos en Roma, ha advertido a la embajada de que el Vaticano est¨¢ preocupado porque la "desastrosa situaci¨®n econ¨®mica de la isla y la tensi¨®n pol¨ªtica pueda desembocar en un ba?o de sangre".
El miembro de la secretar¨ªa de Estado afirma que es preciso dialogar, por desagradable que resulte, y sostiene que "el nuevo Fidel Castro del hemisferio occidental y su verdadero sucesor no es Ra¨²l [Castro] sino Ch¨¢vez", ya que este "tiene los ingresos del petr¨®leo para financiar la revoluci¨®n bolivariana".
El Vaticano pide a Estados Unidos que "evite acciones unilaterales contra Cuba porque", dice, "pueden ser utilizadas por los hermanos Castro y por Ch¨¢vez", y porque "si la gente reacciona con violencia, algunos dentro y fuera de Cuba podr¨ªan culpar a Estados Unidos".
En otro encuentro, el prelado Nicolas Thevenin pide a Washington que las tarifas telef¨®nicas para llamar a Estados Unidos sean "muy bajas" ya que eso "puede tener un impacto positivo en promover el cambio pol¨ªtico en la isla".
Una nota secreta del 19 de diciembre de 2008, enviada por la Embajada de Roma al Departamento de Estado (183904), narra el coloquio entre la enviada de la embajada, Julieta Valls, y el jefe de la Gendarmer¨ªa vaticana, Domenico Giani.
Valls transmite al jefe de seguridad que el FBI quiere coordinar un plan antiterrorista con el Vaticano para responder a un posible atentado de Al Qaeda contra el Papa y para proteger a los miles de turistas estadounidenses que visitan cada d¨ªa San Pedro y los Museos Vaticanos.
El Vaticano, dice el cable, ha sido reticente en el pasado a coordinar su seguridad con EE UU, pero Giani accede, aunque sin comprometerse a "mantener un di¨¢logo amplio sobre la preparaci¨®n y la capacidad del Vaticano para responder a un ataque terrorista".
El cable revela que "hace unos a?os", la propia Gendarmer¨ªa vaticana hab¨ªa solicitado al FBI "entrenamiento espec¨ªfico en seguridad", y que hace "menos tiempo" pidi¨® que algunos agentes de la Gendarmer¨ªa "fueran entrenados en Quantico [sede del FBI]" para aprender "a buscar explosivos".
El cable secreto 189059, de 27 de enero de 2009, referido al viaje papal a Tierra Santa, contiene una breve entrevista con el embajador de Israel ante la Santa Sede, Mordechai Lewi, en la que este afirma a los estadounidenses que Israel quiere mantener una buena relaci¨®n con el Vaticano "para evitar problemas", aunque se muestra esc¨¦ptico sobre el hecho de que el Papa "pueda ejercer alguna influencia sobre los ¨¢rabes".
Lewi desliza luego un comentario malicioso sobre sus vecinos jordanos. Afirma que pueden tener un inter¨¦s pecuniario en la visita papal. El pr¨ªncipe Ghazi, cuenta Lewi, "tiene intereses financieros en el posible desarrollo tur¨ªstico del ¨¢rea cercana al lugar del bautismo de Jes¨²s", en el r¨ªo Jord¨¢n. "Y una visita del Papa ser¨ªa buena para el negocio", concluye.
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