El joven h¨¦roe de los ciberactivistas
La detenci¨®n del adolescente holand¨¦s que particip¨® en la ofensiva en favor de Wikileaks desata nuevos ataques
En cuesti¨®n de horas, un adolescente holand¨¦s de 16 a?os, que permanece en el anonimato, ha pasado de ser un villano a convertirse en h¨¦roe. Al menos para sus compa?eros de ataques cibern¨¦ticos. El mi¨¦rcoles, la polic¨ªa del servicio de Cr¨ªmenes de Alta Tecnolog¨ªa detuvo al chico en su domicilio de La Haya. Los agentes sospechaban que formaba parte de Anonymous, el grupo de piratas inform¨¢ticos responsable de la llamada Operaci¨®n Venganza, una serie de ciberataques contra las empresas que niegan sus servicios al portal de filtraciones Wikileaks.
Rodeado de uniformados, el muchacho admiti¨® ser uno de los simpatizantes de la organizaci¨®n de Julian Assange. Tambi¨¦n reconoci¨® haber lanzado ataques inform¨¢ticos desde un servidor de Haarlem (cerca de Amsterdam) contra MasterCard y Visa. Las compa?¨ªas, junto a la empresa de transferencias de dinero PayPal y al banco suizo Postfinance, cerraron las l¨ªneas de cr¨¦dito a Wikileaks. Un golpe financiero al portal de filtraciones que la semana pasada vio c¨®mo Amazon y EveryDNS dejaban de hospedar a su p¨¢gina web. El jueves por la noche, los ciberactivistas de Anonymous dejaron de dirigir sus ataques contra Amazon para redirigirlo contra PayPal.
Los simpatizantes bloquean las webs de la fiscal¨ªa y de la polic¨ªa holandesa
El chico deber¨¢ pasar 13 d¨ªas en prisi¨®n preventiva en La Haya
Adem¨¢s de perder su ordenador y de darle un buen susto a su familia, el holand¨¦s que se sum¨® a la ofensiva inform¨¢tica en defensa de Wikileaks deber¨¢ pasar 13 d¨ªas en prisi¨®n preventiva. La justicia decidir¨¢ entretanto el grado de ciberdelito que podr¨ªa atribuirle. A la espera de conocer su suerte, el joven ha recibido enseguida una palmada en la espalda acorde con la destreza de sus habilidosos colegas. Ayer, la p¨¢gina de la Fiscal¨ªa General del Estado y la de la Polic¨ªa Nacional, fueron bloqueadas.
Los expertos policiales aseguraron de inmediato que investigar¨ªan a fondo lo ocurrido. Quer¨ªan saber si el sistema "cay¨®" por s¨ª solo, o bien si fueron objeto de un ataque digital. El esfuerzo dio enseguida resultados. La acometida hab¨ªa sido organizada por los simpatizantes del adolescente. Por si quedaban dudas, los activistas se atribuyeron la autor¨ªa de los ataques en Twitter: "Lo hemos conseguido"; "Chico, esta va por ti": "Los de la fiscal¨ªa est¨¢n fregados". Los piratas siguen utilizando la red social de mensajer¨ªa que ha servido como base para coordinar los ciberataques a las empresas. Twitter cerr¨® esta semana dos de las cuentas creadas por Anonymous. Tambi¨¦n Facebook elimin¨® el jueves la p¨¢gina del grupo.
Los mensajes de apoyo al joven que enviaban sus amigos, aunque no pudiera leerlos, les convert¨ªa a todos en una especie de cruzados cibern¨¦ticos unidos por el ideal de la libertad de expresi¨®n. O tal vez en nombre de emociones tan fuertes como demostrar la debilidad de sistemas protegidos.
De momento, la Fiscal¨ªa holandesa ha hecho saber que solo perseguir¨¢ a los responsables de los ataques. Los que presten sus ordenadores ser¨¢n considerados c¨®mplices, pero no van a ser investigados en esta primera entrega. Queda por decidir en qu¨¦ categor¨ªa encaja el chico de 16 a?os. Lo ¨²nico que anoche parec¨ªa seguro es que no ha sido una figura esencial en el asalto a MasterCard y Visa.
Como era de esperar, las p¨¢ginas digitales de todos los medios de comunicaci¨®n holandeses se llenaron de comentarios sobre lo ocurrido. Algunos admiraron la habilidad del "cr¨ªo de los ordenadores". Otros le echaron un capote moral: "Claro, detienen a un chaval. Qu¨¦ verg¨¹enza". Hasta alertaron "de lo bien que dormir¨ªan los pol¨ªticos y empresarios corruptos". "Para ellos el peligro ha pasado, justo antes de Navidad", rezaba otro mensaje. Incluso hubo quien record¨® que si en las clases de inform¨¢tica les ense?an a lanzar ciberataques contra las p¨¢ginas de sus compa?eros -para aprender a proteger las suyas- su habilidad no deber¨ªa sorprender a nadie. Polic¨ªa incluida.
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