Campa?as de bel¨¦n

Por un qu¨ªtame all¨¢ ese castillo de Herodes, Esperanza arm¨® el Bel¨¦n en la Puerta del Sol. El castillo del perverso degollador de inocentes, que pone siniestro contrapunto al buc¨®lico paisaje navide?o, no estaba donde deb¨ªa estar seg¨²n la jefa de todo esto, mujer de criterio y mando en plaza. La instalaci¨®n del nacimiento dom¨¦stico sol¨ªa ser una ceremonia con ciertos visos democr¨¢ticos en el que la opini¨®n de los ni?os, a los que se supon¨ªa principales beneficiarios del invento, era tenida en cuenta, al menos en apariencia pues los adultos, m¨¢s versados en las malas artes de la pol¨ªtica, acababan imponiendo, a las duras o a las maduras, sus criterios urban¨ªsticos: aqu¨ª el portal, por aqu¨ª el r¨ªo, el castillo en la colina y Dios en todas partes. Los padres trataban, eso s¨ª, de convencer a sus infantes, salvados de la evang¨¦lica degollina, de que hab¨ªan sido ellos, los ni?os, gentilmente asesorados por sus mayores, los dise?adores de la piadosa maqueta.

Nadie puede quitarle a Esperanza Aguirre su potestad para urbanizar y privatizar sus dominios

El castillo de Herodes se ve¨ªa poco, o no se ve¨ªa en la tradicional escenograf¨ªa que cada a?o se despliega por estas fechas en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, hoy sede del gobierno regional y antes leg¨ªtimo castillo de Herodes, en cuyos calabozos sufrieron confinamiento y torturas tantos inocentes conspiradores contra la dictadura franquista, por no remontarnos m¨¢s en la Historia. ?Qui¨¦n lo ha hecho? Inquiri¨® desairada la presidenta Aguirre y sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos escurrieron el bulto y miraron hacia otro lado, aunque resulta plausible que alguno de sus ac¨®litos le soplara luego al o¨ªdo el nombre del urbanizador para que Esperanza no tuviera que recurrir de nuevo a sus gamones, los temibles esp¨ªas del aparato comunitario que andan estos d¨ªas desorientados, desempleados y espi¨¢ndose y denunci¨¢ndose los unos a los otros. Estas cosas no pasaban antes, cuando deb¨ªa ocuparse de los eventos consuetudinarios el ex consejero L¨®pez Viejo, asesorado por la banda del G¨¹rtel. En el presunto bel¨¦n correoso, el cent¨ªmetro cuadrado de terreno urbanizable deb¨ªa salir por un pico, el cart¨®n piedra se cotizar¨ªa a precio de ladrillo y los Reyes Magos pagar¨ªan peaje en la autopista.

En el bel¨¦n de la Puerta del Sol antes todo estaba en su sitio y el castillo de Herodes donde ten¨ªa que estar, en un lugar preferente para que todos los belenitas supieran qui¨¦n mandaba all¨ª y anduvieran con ojo. "Esto fuera" orden¨® la presidenta. "Yo lo quitaba. Si no se ve. Ser¨¢ un trabajo muy bonito para el que lo ha hecho, pero no se ve", insisti¨® la lideresa en su papel de primera arquitecta belen¨ªstica de la Comunidad; la cabeza del infeliz paisajista de maquetas estaba a punto de caer en su bandeja de plata. Los Herodes le ten¨ªan cogido el gusto a la degollina. Herodes el Grande, rey de los jud¨ªos y reconstructor del templo de Jerusal¨¦n, fue el inductor de la "Degollaci¨®n de los Santos Inocentes", macabra efem¨¦rides que por estos pagos celebramos con mucha guasa como si aquello hubiera sido lo m¨¢s divertido del mundo. Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, se ocupar¨ªa de descabezar a San Juan Bautista, por mediaci¨®n de la sical¨ªptica Salom¨¦, patrona de las strippers, con su danza de los siete velos.

Entre los estertores de su insaciable y desquiciada verborrea, S¨¢nchez Drag¨®, trasunto de Don Hilari¨®n en la verbenera corte madrile?a, ha comparado a su jefa de filas y filias con Salom¨¦ y con Judith, se supone que por su afici¨®n a cortar cabezas, afici¨®n que comparte con su logorreico y valetudinario valedor. Los evanescentes chal¨¦s de Esperanza-Salom¨¦ le velaron definitivamente el intelecto y no me cabe duda de que se ofrecer¨ªa, sumiso, a ejercer el papel de Holofernes si ella empu?ara la espada. Pero volviendo al Bel¨¦n de la Puerta del Sol: nadie puede quitarle a Esperanza Aguirre su potestad para urbanizar y privatizar sus dominios, a ponerle donde le d¨¦ la real gana un castillo a Herodes o a quitarnos a sus s¨²bditos ese 20% de suelo que hasta ahora ten¨ªan que ceder los promotores inmobiliarios a la Comunidad de Madrid para operar en sus dominios, en su maqueta favorita, en su Bel¨¦n privado.