Hungr¨ªa abre una nueva crisis en la UE
Budapest estrena la presidencia europea con dos amonestaciones de Bruselas por una ley contra la prensa y nuevos impuestos para las empresas comunitarias
Comenzar la presidencia semestral de la UE el d¨ªa 1 y haber recibido el 3 ya dos amonestaciones de Bruselas dice muy poco a favor de Hungr¨ªa y de la propia UE, como ya ha advertido Berl¨ªn a Budapest sobre sendas leyes relativas a la libertad de expresi¨®n y a la fiscalidad. Hasta el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, ha llegado a preguntarse si Hungr¨ªa es digna de presidir la UE. La Comisi¨®n Europea sum¨® ayer su descontento al de otros socios comunitarios al reclamar explicaciones sobre la composici¨®n del nuevo organismo censor creado por Budapest y anunciar que estudia en detalle las quejas recibidas sobre la presunta fiscalidad discriminatoria impuesta a empresas europeas en Hungr¨ªa.
Luxemburgo cuestiona incluso la dignidad h¨²ngara para presidir la UE
El partido conservador Fidesz (Uni¨®n C¨ªvica H¨²ngara) de Viktor Orban gan¨® arrolladoramente las elecciones generales del pasado mes de abril, cuando se hizo con el control de m¨¢s de los dos tercios del Parlamento de Budapest. Apenas medio a?o despu¨¦s, en octubre, los h¨²ngaros, encantados con la imagen de matador sin contemplaciones del primer ministro, volvieron a tenderle un cheque en blanco en las municipales, que se hizo efectivo al otorgar a Fidesz el control de todas las provincias y de la capital.
El desastre del precedente Gobierno socialista y una crisis econ¨®mico-financiera que requiri¨® en 2008 la intervenci¨®n de emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) llevaron a los h¨²ngaros a entregarse al hombre que promet¨ªa nuevos modos de afrontar agudos problemas. Enfoques nuevos y conflictivos: Orban repudi¨® las exigencias de austeridad que le planteaban sus socios, cort¨® por lo sano con el FMI y se embarc¨® en medidas singulares (no ortodoxas, dicen los expertos) para recortar el d¨¦ficit y resucitar la econom¨ªa.
M¨¢s tarde, en un ansia por controlar a la opini¨®n p¨²blica, el l¨ªder conservador inspir¨® una ley de prensa que en realidad es una mordaza para las voces cr¨ªticas, a las que se puede acallar sin miramientos, seg¨²n la prensa que no le es af¨ªn. Pero no s¨®lo ella. Jean Asselborn, el jefe de la diplomacia luxemburguesa, que no usa pa?os calientes al hablar, declar¨® hace unos d¨ªas que la nueva ley de prensa h¨²ngara viola la letra y el esp¨ªritu de los tratados de la Uni¨®n y suscita la cuesti¨®n de "si Hungr¨ªa merece ser quien presida la Uni¨®n".
La ley estipula sanciones de hasta 730.000 euros por "atentado contra el inter¨¦s publico, el orden p¨²blico y la moral" o por emitir o publicar "informaciones parciales" a juicio de los censores, que podr¨¢n reclamar informaciones confidenciales a los medios de comunicaci¨®n y obligar a los periodistas a revelar sus fuentes cuando, a su juicio, aborden cuestiones que pongan en peligro la seguridad nacional.
Sobre la fiscalidad discriminatoria y la libertad de prensa en Hungr¨ªa se pronunci¨® ayer la Comisi¨®n, siguiendo pasos ya dados, adem¨¢s de por algunos Gobiernos europeos, por la Organizaci¨®n la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), organismos de defensa de derechos humanos, organizaciones de prensa y presidentes de grandes compa?¨ªas de distintos pa¨ªses.
Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisi¨®n, anunci¨® haber enviado a finales de diciembre una carta al Gobierno h¨²ngaro expresando sus dudas sobre la independencia del organismo que debe aplicar la ley, "en particular por su composici¨®n", seg¨²n un portavoz de la comisaria. El ente est¨¢ formado por cinco miembros de Fidesz.
La Comisi¨®n tambi¨¦n est¨¢ estudiando una ley fiscal aprobada el pasado mes de octubre, sobre la que ya requiri¨® en su d¨ªa informaci¨®n a Budapest. En l¨ªnea con la filosof¨ªa de "a grandes males, grandes remedios", el Parlamento h¨²ngaro adopt¨® un impuesto excepcional de crisis para que grandes empresas de determinados sectores, la mayor¨ªa filiales de grupos continentales de Alemania, Austria, Francia o Pa¨ªses Bajos, contribuyeran a aliviar el d¨¦ficit nacional.
Los responsables de esas 13 empresas (en Alemania, los gigantes de la energ¨ªa RWE y E.ON, la telef¨®nica Deutsche Telekom y la aseguradora Allianz; la aseguradora francesa Axa, el banco holand¨¦s ING; la petrolera austriaca OMV, entre otras) dirigieron una carta en diciembre al presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, una queja formal en la que le ped¨ªan que interviniera para hacer ver a Budapest lo crucial de que exista seguridad jur¨ªdica en al Uni¨®n y que retire esa ley. "Recurrir a determinados sectores y compa?¨ªas extranjeras para equilibrar el presupuesto nacional", se?alaban los signatarios, "da?a a la inversi¨®n y la credibilidad del compromiso de Hungr¨ªa con el mercado ¨²nico".
Mientras Bruselas considera c¨®mo proceder con Budapest, el Gobierno h¨²ngaro se mantiene firme: envi¨® informaci¨®n en diciembre sobre la ley fiscal y Orban se ha mostrado inflexible con la ley de prensa: "No tenemos miedo de las cr¨ªticas, vengan de la Europa del Oeste o de m¨¢s all¨¢". Llamativa esa alusi¨®n a la Europa Occidental en un pa¨ªs que hasta ahora se ten¨ªa por miembro recuperado de la comunidad occidental con la ampliaci¨®n de 2004.
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