Hipotecas, ?y ahora qu¨¦?
La nueva norma sobre deducciones abre una peque?a guerra en este sector del cr¨¦dito entre comunidades aut¨®nomas
Empieza una peque?a guerra (o grande, seg¨²n c¨®mo se mire) entre comunidades aut¨®nomas en materia hipotecaria. La norma general, recogida en los Presupuestos Generales del Estado, establece que solo tendr¨¢n derecho a la deducci¨®n hipotecaria del 15% (sobre un m¨¢ximo de 9.040 euros, equivalentes a 1.356 euros al a?o por persona) quienes tengan unos ingresos inferiores a 17.707,20 euros anuales. Entre esta cantidad y 24.107 euros, la deducci¨®n ser¨¢ variable. Para ingresos superiores, simplemente inexistente.
?Para todos? Pues no. La mitad de ese 15% de desgravaci¨®n, es decir, el 7,5%, depende de la "voluntad" de los Gobiernos auton¨®micos. Y el de Madrid, por el momento el ¨²nico, ya ha aprobado en su ¨²ltimo consejo mantener la deducci¨®n por adquisici¨®n de vivienda habitual en su tramo auton¨®mico para todos los contribuyentes, independientemente de su nivel de ingresos. ?Resultado? Todos cuantos se hipotequen en 2011 en Madrid, aunque obtengan m¨¢s de esos 24.107 euros de renta, seguir¨¢n pudiendo ahorrarse como m¨ªnimo hasta 678 euros al a?o (7,5% sobre 9.040 euros). Los de ?vila (Castilla y Le¨®n), Guadalajara (Castilla-La Mancha); Sevilla (Andaluc¨ªa), etc¨¦tera, no.
La mitad del 15% de desgravaci¨®n prevista en la norma depende de las comunidades
La regulaci¨®n abre otro frente de batalla entre pol¨ªticos y entidades financieras
Dicen los expertos que de esta nueva norma fiscal tambi¨¦n se derivar¨¢n algunos cambios formales: es posible -se?alan- que cada vez sean m¨¢s comunes los porcentajes distintos de titularidad de la hipoteca, siempre a favor del que menos rentas obtiene. La ventaja: que puede lograrse una mayor deducci¨®n; la desventaja, que cada uno -podr¨ªa firmarse otro documento privado paralelo- debe asumir en el presente y el futuro su parte de la deuda.
Empieza otra peque?a guerra (o grande, seg¨²n como se mire) entre entidades financieras y grupos pol¨ªticos. Estos ¨²ltimos, bajo la presi¨®n social derivada del gran n¨²mero de desahucios -el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) prev¨¦ que solo en 2010 se habr¨¢n alcanzado las 118.000 ejecuciones hipotecarias- se plantean algunos cambios normativos de poco agrado de los bancos y cajas. Hace unos d¨ªas, el Congreso de los Diputados, a iniciativa de CIU, plante¨® que se estudiara la posibilidad de establecer un "pacto en las escrituras de constituci¨®n de hipotecas por el cual la obligaci¨®n garantizada se haga solamente efectiva sobre los bienes hipotecados, no alcanzando a los dem¨¢s bienes del patrimonio del deudor", o lo que es lo mismo, que una hipoteca quede completamente cancelada con la entrega de la vivienda, sin que puedan solicitarse cantidades adicionales (tal y como sucede en la actualidad).
Se ha solicitado tambi¨¦n que se estudie "un seguimiento de las modificaciones legislativas necesarias con objeto de incrementar las cuant¨ªas fijadas actualmente como inembargables de salario, sueldo, pensi¨®n, retribuci¨®n o su equivalente, para responder de deuda pendiente de pr¨¦stamo hipotecario ejecutado..."; analizar los cambios legislativos necesarios "a fin de considerar la paralizaci¨®n de la ejecuci¨®n hipotecaria de la vivienda habitual cuando el deudor persona f¨ªsica se encuentre incurso en procedimiento concursal..."; fomentar la mediaci¨®n entre las familias y las entidades financieras para la soluci¨®n de impagos, "posibilitando en los casos de p¨¦rdida de la propiedad la permanencia en la vivienda en r¨¦gimen de alquiler"...
Desde la Asociaci¨®n Hipotecaria espa?ola (AHE) la respuesta ha sido clara: "Algunas de las iniciativas que se est¨¢n proponiendo o que forman parte del debate actual de nuestras autoridades, lejos de ser necesarias y beneficiosas para el mercado, pueden herir gravemente los pilares fundamentales del negocio hipotecario y resultar en un da?o general m¨¢s grave que el beneficio perseguido. Este es el caso de una posible modificaci¨®n de las garant¨ªas personales en los cr¨¦ditos hipotecarios o del establecimiento de obst¨¢culos a los procesos de ejecuci¨®n; medidas socialmente demandadas para intentar suavizar los efectos de la crisis en la sociedad, pero que endurecer¨ªan las condiciones de financiaci¨®n en los mercados de capitales y pondr¨ªan en jaque los m¨¢s de medio bill¨®n de t¨ªtulos hipotecarios emitidos en circulaci¨®n".
En materia de tipos de inter¨¦s no habr¨¢, al menos en la primera mitad de 2011, grandes guerras ni sobresaltos. Es m¨¢s que probable -aseguran una gran parte de los analistas- que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga los niveles actuales de tipos de inter¨¦s en el primer semestre del presente ejercicio.
En principio, y salvo problemas graves de liquidez en las entidades bancarias, no se producir¨¢n, por tanto, significativas alzas en el Eur¨ªbor, principal referencia hipotecaria de los cr¨¦ditos variables. Pero, dado que este indicador mantendr¨¢ la ligera tendencia al alza de los ¨²ltimos meses, s¨ª subir¨¢n las cuotas mensuales de las hipotecas. No de forma muy relevante, pero en algunos casos -los m¨¢s afectados ser¨¢n los hipotecados en 2009 y 2010 que se han beneficiado de unos tipos de inter¨¦s en m¨ªnimos- s¨ª significativamente (unos 30 euros al mes en un cr¨¦dito de 140.000 euros a 25 a?os).
El futuro es m¨¢s confuso: es probable que, a medio plazo, los tipos de inter¨¦s suban, b¨¢sicamente porque est¨¢n en niveles muy bajos. La posibilidad de llegar (o superar) a la cota del 5%, algo que sucedi¨® en octubre de 2008, parece lejana, pero no imposible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.