A un paso del duelo final
La industria editorial tiene la oportunidad de no repetir los errores de las discogr¨¢ficas haciendo atractiva la compra electr¨®nica y abaratando precios
?Se desmoronar¨¢ la industria editorial como antes la musical? Solo el tiempo lo dir¨¢. De momento contemos algunas experiencias.
- El olfato Bubok. Hace dos a?os, ?ngel Mar¨ªa Herrera fund¨® en Internet Bubok, un espacio donde usted o Umberto Eco, si quiere, pueden publicar gratis sus libros y venderlos luego al precio que usted, o Umberto Eco, deseen. El 80% ser¨¢ para usted, el resto para Bubok. En estos dos a?os han publicado la friolera de 35.000 t¨ªtulos, entre ellos los de algunos autores como Jos¨¦ ?ngel Ma?as, Alberto V¨¢zquez-Figueroa o Rosa Reg¨¤s. Herrera, sagaz emprendedor, ha dado con una tecla que suena bien en el mundo digital y que recuerda poco al modelo tradicional de negocio de una editorial. "La industria del libro est¨¢ teniendo los mismos miedos que la musical y no est¨¢n reaccionando bien con los precios o el DRM (el sistema anticopias)", opina. "Quieren mantener en versi¨®n digital el mismo beneficio que en el papel y no puede ser, es un mundo nuevo". ?Y el DRM? "Es poner puertas al campo. Dificulta la experiencia al que quiere pagar, el que quiera piratear va a dedicar el tiempo que necesite a crackear [romper la protecci¨®n]".
"Quieren ganar en Internet el mismo dinero que en el papel", dice Herrera
"Los beneficios los reciben empresas de tecnolog¨ªas", se quejan escritores
- El pesimismo de Salamandra. La editorial acaba de celebrar una d¨¦cada de aciertos, que incluyeron el descubrimiento de Harry Potter o de S¨¢ndor M¨¢rai. No saben si cumplir¨¢n otros cinco. De momento piensan en 2011, confiesa el editor Pedro del Carril, profundamente cauto e inevitablemente pesimista: "Si un d¨ªa hay un mercado que ha reemplazado el papel, nosotros tenemos poco qu¨¦ decir ah¨ª". Pero Del Carril cree que todav¨ªa no hay un mercado y, sobre todo, piensa que la novela "no casa bien" con el libro electr¨®nico. Muchos autores se oponen a las versiones electr¨®nicas, como J. K. Rowling. Algo que no impidi¨® que alguna entrega de Harry Potter se tradujera al espa?ol en la Red antes de que el libro llegase a las tiendas. "Lograron el documento no s¨¦ c¨®mo, se repartieron las p¨¢ginas y comenzaron a traducir... No s¨¦ puede hacer nada contra eso", se resigna el editor.
- Libros enriquecidos. Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo publicar¨¢ su pr¨®ximo libro, El hacedor (de Borges). Remake, en doble formato. Pero no ser¨¢n iguales. En el electr¨®nico hay a?adidos como links y v¨ªdeos caseros realizados por el propio escritor que se insertar¨¢n en la pantalla. "Con los extras das otras lecturas a los cuentos y a los poemas, se podr¨ªa decir que son dos libros distintos", explica. Un camino que arranca con El hacedor... y que continuar¨¢ en el futuro: "Poder meter m¨²sica o mis v¨ªdeos me parece s¨²per creativo y estimulante, es como una sinfon¨ªa". ?Le preocupa que le pirateen? "No puedo luchar contra eso. El problema es de los creadores, no de la gente. El mundo ha ido por un lado y nosotros tenemos que cambiar el modelo. Podemos patalear, pero es lo que hay".
- Qui¨¦n gana y qui¨¦n pierde. Copirrait es una plataforma de artistas y creadores que defienden el copyright, a la que pertenecen, entre otros, Lorenzo Silva, Almudena Grandes, Antonio Mu?oz Molina, Elvira Lindo, Juan Bonilla, ?ngeles Caso, ?ngeles de Irisarri, Luisa Castro, Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu, Luisg¨¦ Mart¨ªn, Gustavo Mart¨ªn Garzo, Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, Rosa Montero, Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, Fernando Savater o Enrique Vila-Matas. Dicen: "Los partidarios de la cultura gratis no suelen decir nunca que para acceder a esas obras y poder disfrutarlas hay que poseer un arsenal tecnol¨®gico y pagar previamente unos servicios que no son ni gratis ni baratos (...) La gran democratizaci¨®n de la cultura excluye a quienes no tengan un ordenador ni una conexi¨®n ADSL (...) Los beneficios los reciben las empresas de telecomunicaciones, que usan los productos culturales y sus descargas como palancas para vender m¨¢s".
- A?o cero, libros a 2,49. Matilde Sanz es la directora de desarrollo digital de Santillana (Grupo PRISA, editor de EL PA?S). Asegura que 2010 fue el "a?o cero". Se cre¨® Libranda, la plataforma digital de venta de libros a la que pertenecen 22 librer¨ªas y los principales sellos. En Santillana comenzaron a digitalizar el cat¨¢logo (lo han hecho con el 50% de t¨ªtulos vivos) y el proceso para convencer a autores y agentes de que el mundo digital est¨¢ ah¨ª para quedarse. Procuran lanzar las novedades en los dos formatos, aunque deben contar con el visto bueno del autor. La novedad m¨¢s cara se puede comprar a 12,99 euros (en papel oscila entre 30 y 35). Sanz asegura que el 70% de los t¨ªtulos se venden a 5,99 y algunos, a 2,49. "Cada editorial tiene su pol¨ªtica de precios, pero tampoco podemos salir a perder dinero". ?Qu¨¦ hay de los sistemas anticopia (DRM) que dificultan o entorpecen la descarga al lector que ha pagado? "Es el ACS4 de Adobe, el est¨¢ndar internacional. Estamos interesados en que la experiencia del usuario sea lo m¨¢s c¨®moda posible, pero depende de los proveedores de tecnolog¨ªa. Cualquier contenido que se compra en Apple o Amazon tiene DRM".
Estado del mercado
- Seg¨²n los datos del Observatorio de pirater¨ªa y h¨¢bitos de consumo de contenidos digitales, elaborado por la consultora IDC, el fen¨®meno comienza tambi¨¦n a cebarse en los libros. En el primer semestre de 2010 afect¨® al 35,1% (frente al 19,7% del semestre anterior).
- El valor de las descargas no autorizadas de libros en ese tiempo alcanz¨® los 421,5 millones de euros. Al auge contribuy¨® sobre todo la venta de nuevos dispositivos de lectura como el iPad de Apple.
- Las ventas de libros electr¨®nicos fueron del 1,1% sobre el total en 2010, seg¨²n el informe La sociedad de la informaci¨®n en Espa?a, de la Fundaci¨®n Telef¨®nica. En EE UU, el mercado m¨¢s desarrollado, las ventas electr¨®nicas representan el 9% de la facturaci¨®n editorial.
- Las publicaciones digitales, seg¨²n el estudio de Telef¨®nica, crecieron el a?o pasado un 31,8% hasta alcanzar los 285 millones de euros de facturaci¨®n.
Babelia
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