Dos enemigos que se quieren

William Hanna y Joseph Barbera en un retrato en sepia. Uno, l¨¢piz en mano, realiza trazos en un papel en blanco, mientras el otro se apoya con un brazo en el pupitre y parece dar algunas indicaciones. La media sonrisa y la pose de ambos hacen sospechar que eran conscientes de que estaban siendo inmortalizados. Lo mismo ha ocurrido con los 114 episodios que escribieron y dirigieron de Tom y Jerry, entre 1940 y 1957. Las aventuras de estos dos personajes animados, un gato y un rat¨®n enzarzados eternamente, siguen siendo tan frescas como cuando fueron creadas para la m¨ªtica Metro Goldwyn Mayer.

Ganadores de siete oscars al mejor cortometraje de animaci¨®n, EL PA?S ofrece ma?ana la primera entrega totalmente gratis de las aventuras de Tom y Jerry en DVD. El resto de cap¨ªtulos de la colecci¨®n podr¨¢ conseguirse cada s¨¢bado con el peri¨®dico por tan solo 1 euro.

Tom y Jerry se conocieron en 1940, en un episodio titulado Puss gets the boot. Desde entonces no se ha separado uno de los d¨²os m¨¢s emblem¨¢ticos del celuloide, muy conocido por su mezcla de rivalidad, amistad y perenne persecuci¨®n. Las payasadas constantes dentro de un sentido del humor muy visual hacen que sus aventuras diviertan por igual a todos los miembros de la familia. El equipo que formaron Hanna y Barbera dirigi¨® la mayor parte de los 200 episodios que atesora la biblioteca de estos personajes capaces de darse los abrazos m¨¢s encendidos y minutos despu¨¦s el mazazo m¨¢s doloroso por cualquier disputa.

Jerry, el rat¨®n, es tranquilo. Va a su aire hasta que se le molesta. Cuando se siente arrinconado se convierte en el problema de Tom, un gato feliz que constantemente se divierte persiguiendo al rat¨®n. La trastada le lleva a meterse en grandes problemas constantemente. La calidad de sus historias les ha llevado hasta la gran pantalla: Jerry apareci¨® en el musical de acci¨®n real de MGM Levando Anclas, en el que bail¨® con el mism¨ªsimo Gene Kelly.

El amor se ha interpuesto a veces entre estos dos entra?ables personajes. En una escena los dos aparecen sentados en una hamaca. Cada uno sorbe una pajita de un vaso compartido. El gato lo hace con tanta fuerza que el rat¨®n acaba succionado por el tubo y cae al interior del recipiente. Tom, cari?osamente, lo saca y le da de beber. La armon¨ªa es total. "Pero entonces apareci¨® ella", dice una voz en off, mientras en el horizonte se ve a una hermosa gata. Tom pierde la cabeza de inmediato. Jerry intenta controlar su obsesi¨®n, pero el rat¨®n conoce a otra ratita y acaba en la misma situaci¨®n que su amigo: locamente enamorado. Ellas prefieren irse con otros m¨¢s apuestos. Destrozados, con los ojos llorosos, el gato y el rat¨®n se sientan en las v¨ªas de un tren. Suena una locomotora de fondo. The End aparece en la pantalla.

Ma?ana, domingo, primera entrega gratis con EL PA?S.