¡°Queremos ser bomberas¡±

El enemigo de Natalia Baza, aspirante al Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, se llama ¡°carrera de velocidad sobre 110 metros con transporte de implementos¡±. No es una prueba m¨¢s de la oposici¨®n para incorporar a 220 nuevos bomberos a la capital. Es la prueba. Su pesadilla y la de las otras cuatro mujeres de cuerpos nervudos y castigados por el entrenamiento con posibilidades reales de conseguir una plaza. La prueba consiste en correr 10 metros, coger del suelo dos pesos de seis kilos y correr con ellos otros 100 metros. Y todo en 18 segundos. Es eliminatoria y, en palabras de Baza, de 29 a?os, ¡°inalcanzable¡± e ¡°imposible¡± para una mujer, por mucho entrenamiento que lleve encima.

"M¨¢s del 40% no tienen la vocaci¨®n que tienen ellas", dice un bombero

Las aspirantes a bombera aseguran que ninguna mujer -y poqu¨ªsimos hombres- podr¨ªa superar la prueba. Y por eso consideran que la oposici¨®n las discrimina. Madrid es, si no la ¨²nica, una de las pocas ciudades espa?olas en las que las exigencias f¨ªsicas para ser bombero son exactamente iguales para hombres y mujeres. Lo habitual es usar baremos diferentes. Por ejemplo, correr o nadar la misma distancia pero con tiempos m¨ªnimos diferentes. As¨ª lo hacen al menos diez cuerpos de bomberos (Valencia, Santander, Cuenca, Las Palmas, Alicante, Fuenlabrada, Guadalajara, Le¨®n, Salamanca, el cuerpo de bomberos de Aena...). Algunos, como Cuenca, modificaron las bases de las oposiciones para ajustarse a la Ley de Igualdad, y as¨ª lo hacen constar en la convocatoria de plazas.

La capital tiene a 1.500 bomberos en plantilla. Solo dos son mujeres, pero son lo que se conoce como "bombero conductor", diferente de "bombero especialista". Es decir, solo conducen; no participan en los siniestros. Baza cree que podr¨ªa superar las pruebas f¨ªsicas para conductora. "Pero no es el mismo trabajo. Es que yo quiero ser bombera", insiste. El cuerpo de Barcelona, donde no existe distinci¨®n de tareas, tiene 694 hombres y 13 mujeres. Baza ha contado 50 recursos de aspirantes en la ciudad de Madrid. La Federaci¨®n de Servicios P¨²blicos de UGT de Madrid ha presentado un recurso de reposici¨®n para que las bases queden anuladas.

Tanto Baza como otra aspirante a bombera, M. S., de 31 a?os, han aprobado las pruebas f¨ªsicas en otras ciudades, como Valencia y Cuenca. "?Acaso un bombero en Valencia es de segunda categor¨ªa"?, se pregunta Baza. Las dos se consideran "mujeres fuera de serie" en lo f¨ªsico. Atletas. Y ni as¨ª pueden conseguir plaza en Madrid. "Algo falla cuando aqu¨ª no hay ni una sola mujer bombero", se?ala. Sienten que el Ayuntamiento no las quiere en el cuerpo. El Consistorio lo niega, pero admite que las pruebas f¨ªsicas no facilitan su entrada.

"Es cierto que la de los 110 metros es la prueba mas exigente para las mujeres", asegura el director general de Emergencias, Alfonso del ?lamo. "Todas las pruebas que implican potencia son m¨¢s dif¨ªciles para las mujeres que para los hombres. Su potencia muscular es infinitamente menor; es un hecho que est¨¢ ah¨ª", a?ade. Esta es la primera convocatoria en la que el Ayuntamiento ha modificado las pruebas f¨ªsicas con el objetivo de adecuarlas a "la actividad real del bombero", asegura. Si antes consist¨ªan en pruebas homologables con competiciones atl¨¦ticas, como los 100 metros lisos, ahora son como gincanas. "Lo que primamos es la habilidad para realizar determinadas tareas. Son pruebas que no necesitan discriminaci¨®n por sexo".

Ellas no lo ven as¨ª. Y tampoco entienden por qu¨¦ una misma Administraci¨®n tiene un criterio diferente en el caso de otros de sus funcionarios. La Polic¨ªa Municipal s¨ª aplica baremos distintos en funci¨®n del sexo del aspirante. "Antes pensaba que la igualdad era hacer las mismas cosas que ellos, pero ahora me doy cuenta de que es tener las mismas oportunidades", defiende Baza. Pese a que no parecen dispuestos a distinguir por sexos, en el Ayuntamiento son conscientes de que en la prueba de los 110 metros quiz¨¢ se les ha ido la mano. "No descarto la posibilidad de que el tribunal, una vez constituido, eleve un segundo el tiempo m¨¢ximo", apunta Del ?lamo.

"Mentir¨ªa si dijera que quiero que entren mujeres", admite el director. "Lo que quiero es una capacidad f¨ªsica sensata". Las aspirantes a bombera defienden sus capacidades. "Este es un trabajo de equipo, donde todos tenemos carencias y habilidades. No todo es la fuerza bruta. Yo tengo mis ventajas: consumo menos aire con un equipo, puedo entrar por huecos peque?os, como en un coche accidentado", afirma M. S.

Bomberos hombres como Juan Andr¨¦s Gonz¨¢lez, representante de UGT en el cuerpo, a?aden otra virtud: "En las ¨²ltimas promociones m¨¢s del 40% de los hombres no tienen la vocaci¨®n que tienen ellas". Ambas trabajan actualmente en el sector de las emergencias mientras se preparan, varias horas al d¨ªa, para las oposiciones de su ciudad. Los bomberos, tanto hombres como mujeres, no vuelven a pasar pruebas f¨ªsicas una vez consiguen la plaza.