Futuro incierto para la caja

Tras numerosos rescates p¨²blicos de instituciones financieras e intervenciones para garantizar la solvencia y estabilidad de monedas y econom¨ªas, la crisis ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema financiero mundial y la importancia de su regulaci¨®n. En Espa?a, se uni¨® el clima general de desconfianza, la debilidad del proyecto europeo, el r¨¢pido incremento del desempleo, el elevado endeudamiento externo del sector privado, la crisis del sector inmobiliario espa?ol y las dudas sobre la solvencia de nuestra econom¨ªa, para generar una tormenta que oblig¨® al Gobierno a impulsar iniciativas y cambios estructurales. As¨ª, con el objetivo de mejorar nuestra credibilidad y garantizar la sostenibilidad del Estado de bienestar, se inici¨® la reforma del sistema financiero, se adoptaron medidas de reducci¨®n y control del d¨¦ficit p¨²blico, se reform¨® el mercado laboral o se alcanz¨® un pacto social por las pensiones.

Hay que concertar una estrategia, con el liderazgo de Feij¨®o, que implique a partidos y agentes sociales

En el sector financiero, una vez encendidos los focos y las alarmas sobre su solvencia se adoptaron decisiones para proporcionar credibilidad, seguridad y confianza. As¨ª, el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB), la publicaci¨®n de los tests de estr¨¦s, la modificaci¨®n de la ley de cajas y la correspondiente adaptaci¨®n de las legislaciones auton¨®micas a esta ley (pendiente todav¨ªa en Galicia) buscaban sanear los balances, garantizar la solvencia y profesionalizar la gesti¨®n. Fruto de esta reestructuraci¨®n las 45 cajas existentes al inicio de la crisis pasaron a 17, una de ellas, Novacaixagalicia (NCG). Sin embargo, pese a los avances producidos en las diferentes reformas y a la intensa reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, contin¨²a el fantasma de la desconfianza en la capacidad de bancos y cajas para capitalizarse, al tiempo que permanece paralizado el cr¨¦dito.

Esta situaci¨®n tiene su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil en las cajas que, a pesar de representar el 51% del sistema financiero espa?ol, siguen resultando poco comprensibles y transparentes para los inversores extranjeros lo que limita su capacidad de captar fondos. Tanto es as¨ª que destacados representantes del PP, como Dolores de Cospedal, defienden la necesidad de acelerar otra reestructuraci¨®n del sector de la que resultar¨ªan s¨®lo dos o tres cajas.

Todo indica que es la reiterada y persistente desconfianza sobre la solvencia del sistema financiero y su negativa repercusi¨®n sobre la credibilidad de la econom¨ªa, la que lleva al Gobierno a imponer condiciones de solvencia m¨¢s duras y a dise?ar un fondo p¨²blico para sanearlas. Medidas bien recibidas por la UE, el Banco Central Europeo o la patronal de las cajas, por las que las entidades que tengan dificultades para acceder a financiaci¨®n privada podr¨¢n acudir al FROB y, como contrapartida, el Estado nacionalizar¨¢ parcial y temporalmente la instituci¨®n e impondr¨¢ su bancarizaci¨®n. El objetivo es despejar definitivamente las dudas sobre su solvencia y enviar un mensaje de confiabilidad a los mercados. El fin es recapitalizar nuestro sistema financiero y permitir el acceso al cr¨¦dito de las familias y las empresas resolviendo uno de los problemas que hoy estrangula nuestra econom¨ªa.

En este contexto, es preciso conocer las consecuencias del nuevo marco regulador sobre NCG, proyecto que cont¨® y cuenta con un amplio respaldo institucional y social y con el visto bueno del Banco de Espa?a. Galicia debe mantener instituciones financieras propias, ¨²tiles y solventes, y quiere mantener los beneficios sociales de una caja que apoya al tejido empresarial gallego, atiende a los ahorradores evitando la exclusi¨®n financiera y desarrolla una importante obra social y cultural.

Obviamente, para definir las opciones de futuro la direcci¨®n de NCG debe aclarar de una vez su exposici¨®n al riesgo y las aportaciones de capital necesarias para superar las nuevas condiciones de solvencia. Ser¨¢ preciso, adem¨¢s, conocer su capacidad para acceder a capital privado y/o su necesidad de acudir a los fondos p¨²blicos del FROB y evaluar las diferentes opciones de futuro. Adem¨¢s, es imprescindible que, con el liderazgo del presidente de la Xunta, se concierte una estrategia con los partidos pol¨ªticos y los representantes sociales en defensa de los intereses de Galicia.

Entidades como La Caixa o Caja Madrid han adoptado una posici¨®n proactiva enviando mensajes claros a los mercados y a los clientes, tanto de solvencia como de mantenimiento de los beneficios sociales. Lamentarse no resuelve los problemas, por el contrario, pone en evidencia la debilidad de NCG y del Gobierno gallego, empe?ado desde el primer d¨ªa en externalizar responsabilidades y desaparecer de las escenas conflictivas.