Los datos del censo sobre minor¨ªas o barrios ser¨¢n menos fiables

Los grandes datos ser¨¢n fiables y comparables. Algunos peque?os, no, o no tanto, y, en algunos casos, incluso pueden desaparecer. El nuevo sistema para hacer el censo de poblaci¨®n y vivienda de este a?o (se elabora a partir de los datos del padr¨®n, se deja de ir puerta a puerta y se encuesta solo al 10% de la poblaci¨®n) ha encendido el debate entre los expertos. Este paso de un recuento exhaustivo a una macroencuesta har¨¢ que se pierda informaci¨®n, por ejemplo, sobre minor¨ªas o peque?as demarcaciones territoriales como los barrios, advierten varios dem¨®grafos. Otros especialistas quitan hierro al cambio, empujado por la crisis econ¨®mica. El nuevo censo, cuya fiabilidad defiende el INE , no ser¨¢ exhaustivo, pero s¨ª m¨¢s barato: permitir¨¢ ahorrar m¨¢s de 300 millones de euros. Costar¨¢ 90, en lugar de casi 400.

"El censo es necesario e insustituible", defiende Del Campo

Carmen Alcaide, ex presidenta del INE, cree que "el cambio est¨¢ justificado"

En un mundo tan fr¨ªo como el de las estad¨ªsticas, el nuevo recuento de poblaci¨®n que se iniciar¨¢ este oto?o levanta pasiones. "Me da mucho miedo el cambio", afirma Salustiano del Campo, uno de los soci¨®logos m¨¢s veteranos. "Un censo es car¨ªsimo, pero es una operaci¨®n necesaria e insustituible. Ninguna encuesta puede suplirlo, porque no se pueden calcular los totales por muestreo", explica. "Adem¨¢s, el censo es la referencia de la fiabilidad de todas las encuestas posteriores", a?ade. Los grandes sondeos se dise?an a partir de los datos censales.

"El recuento casa por casa nos permit¨ªa un conocimiento global y exhaustivo de la poblaci¨®n. Con el nuevo sistema, perdemos representatividad, sobre todo en los municipios grandes", plantea Francisco Zamora, profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense.

"Vamos a perder datos, por ejemplo, sobre poblaciones de tama?o reducido en grandes ciudades, donde est¨¢ previsto encuestar al ocho y pico por ciento de la poblaci¨®n. Los datos sobre subpoblaciones

[minor¨ªas ¨¦tnicas, por ejemplo] ser¨¢n imprecisos, ya sea porque desaparezcan o porque resulten sobrerrepresentadas". Adem¨¢s, se produce "una ruptura de las series estad¨ªsticas, porque cambia la fuente", a?ade el dem¨®grafo Zamora. "Los grandes datos s¨ª se podr¨¢n comparar autom¨¢ticamente, pero los peque?os, no", puntualiza.

Un s¨ª con dos reservas plantea Juan Antonio Fern¨¢ndez Cord¨®n, ex director del Instituto Estad¨ªstico de Andaluc¨ªa. El nuevo m¨¦todo "va en l¨ªnea con lo que se hace en otros pa¨ªses y con los esfuerzos que se han hecho para tener un buen registro de poblaci¨®n como es el padr¨®n", dice. Pero cree que ser¨¢ dif¨ªcil que el nuevo censo cumpla una de sus misiones tradicionales, el cotejo de las cifras de poblaci¨®n con las que arroja el padr¨®n. La segunda pega: "Se van a perder o dejar de tener datos de detalle sobre las variables que no incluye el padr¨®n en el ¨¢mbito territorial".

"El censo, por ser exhaustivo, es el ¨²nico instrumento que permite tener el mismo conjunto de datos para cualquier unidad territorial", plantea este dem¨®grafo. Desaparecer¨¢ esta precisi¨®n que "permite definir una manzana de casas".

Desde el Centro de Estudios Demograficos de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, el investigador Amand Blanes se muestra cauteloso. Ve razones a favor del cambio, como la abundante informaci¨®n recogida ya en el padr¨®n y el elevado coste de un censo cl¨¢sico, cuya informaci¨®n tarda en estar disponible y envejece con rapidez. Pero encuentra inconvenientes como las "posibles p¨¦rdidasde informaci¨®n para algunas variables". Las dudas se despejar¨¢n "a partir de 2013", cuando se conozcan los datos de detalle del nuevo censo.

El cambio tambi¨¦n tiene defensores decididos. "Est¨¢ plenamente justificado", afirma Carmen Alcaide, economista y presidenta del INE cuando se hizo el censo anterior, que cost¨® 200 millones. Le parece "razonable" tanto por el ahorro que supone como porque "el registro de poblaci¨®n es cada vez mejor".

Aunque el padr¨®n solo recoge datos generales de la poblaci¨®n (sexo, edad, domicilio y nivel de estudios en el momento de la inscripci¨®n), esta experta cree que podr¨¢ completarse la foto sociodemogr¨¢fica a trav¨¦s de la encuesta. "Si es suficientemente amplia, bastar¨¢ para conocer las caracter¨ªsticas de la poblaci¨®n", sostiene. En cuanto a la p¨¦rdida de datos detallados, Alcaide plantea su duda: "No s¨¦ si el esfuerzo que requiere un censo merece la pena para la utilidad que se le da".

Otra lanza llega desde la unidad de estad¨ªstica del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. Un censo elaborado con una macroencuesta y otro realizado exhaustivamente pueden ser igualmente fiables, "siempre que sea correcto el dise?o del muestreo y la recogida de datos", afirma la estad¨ªstica Laura Barrios. Esta admite que con el nuevo sistema puede perderse precisi¨®n en los datos sobre grupos sociales o unidades territoriales peque?as. "Pero eso es algo que tambi¨¦n puede pasar con un censo convencional, por ejemplo si hay colectivos que no contestan".