Flechas, no; cartuchos, s¨ª
Batidas de jabal¨ªes a tiros al d¨ªa siguiente de suspenderse la caza con arco
El sigiloso siseo de las flechas ha dado paso a la ensalada de tiros y mucha gente no entiende nada. Ayer, a la ma?ana siguiente de que la Generalitat retrocediera en la idea de paliar la superpoblaci¨®n de jabal¨ªes en el parque natural de Collserola a base de autorizar su caza nocturna con arco y flecha, numerosos paseantes se encontraron con una batida a escopetazos de aqu¨ª te espero contra esos animales. ?Se puede matar a los puercos a tiros, pero no a flechazos?, ?es lo uno m¨¢s civilizado y piadoso que lo otro?, ?John Hunter, s¨ª; Robin Hood, no?
La explicaci¨®n es que las batidas a escopeta, habituales en todos los municipios rurales catalanes para reducir a los destructores y ocasionalmente peligrosos jabal¨ªes, se producen en Collserola y sus aleda?os en zonas de caza controlada que no son estrictamente las de parque urbano, en las que est¨¢ prohibido el uso de armas de fuego. En estas ¨²ltimas la Generalitat, sin imaginar la que se le ven¨ªa encima, autoriz¨® que se cazara a los omnipresentes jabal¨ªes con arcos manejados por arqueros expertos con licencia. Y en ellas, desde la reconsideraci¨®n del viernes, solo se puede capturarlos empleando trampas. La otra alternativa legal es el uso de dardos tranquilizantes a lo Daktari.La pol¨¦mica por el cambio de actitud de la Generalitat est¨¢ servida. El objetivo de la iniciativa era reducir la poblaci¨®n de jabal¨ªes, ya que los animales ocasionan problemas. Los principales inconvenientes son que provocan da?os agr¨ªcolas, se cuelan en las casas de los vecinos y, desde hace unos a?os, se adentran cada vez m¨¢s en el ¨¢mbito urbano, lo que comporta riesgo de accidentes de tr¨¢fico. De hecho, hace unas semanas se produjo una colisi¨®n entre un motorista y uno de estos animales, y la administraci¨®n del parque de Collserola se tuvo que hacer cargo del asunto.
Lo que pasa es que "el tiro con arco no es la soluci¨®n", sostiene uno de los guardas forestales del parque. "Los cultivos y las viviendas deber¨ªan estar bien vallados para impedir su acceso, y si los jabal¨ªes van a la ciudad a por los restos de comida, se tendr¨ªa que poner un control a esta basura", a?ade.
Por su parte, los defensores de los animales consideran que la caza con arco es un acto cruel y que estos sufren al quedar heridos y morir lentamente, aunque "con la escopeta a veces tambi¨¦n quedan heridos y mueren al cabo de horas", afirma Luis Creus, un cazador de toda la vida, informa Lorena Ram¨ªrez.
El cazador Francesc Mart¨ªnez sostiene que la caza con arco "es muy segura y ecol¨®gica, y nunca ha habido accidentes".
Ya hace tiempo que se est¨¢n poniendo en marcha medidas para controlar la poblaci¨®n de jabal¨ªes, dicen algunos cazadores. Para ello, la Generalitat concede a los cazadores permisos especiales para ir m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites habituales de la regulaci¨®n de caza.
Un claro ejemplo son las cinco batidas de jabal¨ªes que se realizan por a?o en cinco ¨¢reas de caza controlada que limitan con el parque natural de Collserola. La ¨²ltima batida y broche de esta temporada, en la que participaron 50 cazadores, se produjo ayer por la ma?ana y se capturaron un total de cinco ejemplares. "Realizamos un servicio social al desarrollar el papel de depredadores, ya que regulamos la poblaci¨®n de jabal¨ªes", defiende el presidente de la Sociedad de Cazadores de Sant Just Desvern, Jaime Tax¨¨.
Lo que est¨¢ claro es que, con arco o sin ¨¦l, los jabal¨ªes de Collserola siguen estando en el punto de mira.
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