Las cajas acaparan el riesgo del ladrillo
Los activos problem¨¢ticos tienen mucho m¨¢s peso en su balance que en los bancos
Tras el stress test, ha llegado el striptease. Bancos y cajas de ahorros se han desnudado ante los mercados para mostrar el riesgo inmobiliario alojado en sus balances. Lo han hecho a toda prisa por recomendaci¨®n -l¨¦ase exigencia- del Banco de Espa?a. Aunque hay entidades que han arrastrado los pies a la hora de hacer p¨²blicos los datos o que los han presentado con menos claridad de la deseable, al final la fotograf¨ªa del sector financiero espa?ol tiene una nitidez sin precedentes. Y las zonas m¨¢s sombr¨ªas de esa fotograf¨ªa corresponden a las cajas de ahorros, sobre todo las que han acometido procesos de integraci¨®n y reestructuraci¨®n con ayuda p¨²blica. El peso de los activos del ladrillo "potencialmente problem¨¢ticos" en sus balances es significativamente superior al de los bancos.
Catalunya Caixa, Unnim, Caja3 y Caja Duero-Espa?a, las m¨¢s vulnerables
Caja Madrid Bancaja se ha convertido en la mayor inmobiliaria
Bancos y cajas tienen 28.000 millones en suelo y 61.500 en inmuebles
El total de activos problem¨¢ticos supera los 143.000 millones
Las cajas han dotado m¨¢s provisiones gracias a las fusiones
Entre los bancos, Popular y Sabadell tienen el mayor riesgo inmobiliario
"La entidad hace p¨²blico el riesgo con el sector inmobiliario siguiendo las recomendaciones del Banco de Espa?a para calmar a los mercados internacionales", rezaba sin ambig¨¹edad la primera p¨¢gina de la presentaci¨®n de una de las cajas m¨¢s vulnerables. Pero aunque la transparencia delimita el alcance del da?o, algunos datos m¨¢s que calmar, inquietan.
Las pruebas de resistencia a la banca espa?ola solo sirvieron para devolver temporalmente la confianza de los inversores en la salud del sistema financiero espa?ol. Tras el rescate de Irlanda, arrastrada al agujero por su banca sin que las pruebas de resistencia hubieran alertado del peligro, los inversores pusieron en el punto de mira a Espa?a, que ha vivido una gran burbuja inmobiliaria y de la construcci¨®n. Para recobrar la confianza, el Banco de Espa?a exigi¨® a las entidades que se desnudasen ante los mercados, que mostrasen el riesgo inmobiliario alojado en sus balances.
Pero antes siquiera de que se conociesen esos datos, el Gobierno y el supervisor llegaron a la conclusi¨®n de que la transparencia no bastaba para tranquilizar a los mercados. Quiz¨¢ porque el desnudo de las cajas confirma en algunos casos los temores de muchos inversores, el Gobierno ha decidido dar otra vuelta de tuerca para recapitalizar las cajas, sea con capital privado o p¨²blico.
Y los datos de las cajas muestran que, efectivamente, hace falta capital para hacer frente con solvencia a los activos t¨®xicos inmobiliarios.
Los datos facilitados por las entidades financieras (incluidas todas las cajas y los seis principales bancos) muestran que tienen inmuebles en su posesi¨®n por un importe bruto de 61.576 millones de euros, con una cobertura por su posible depreciaci¨®n de unos 18.400 millones (el 30%). A esa cifra se suman cr¨¦ditos destinados a la construcci¨®n y promoci¨®n inmobiliaria por importe de 239.000 millones de euros. Es decir, en n¨²meros redondos hay algo m¨¢s de 300.000 millones de euros en juego.
L¨®gicamente, no toda esa cifra est¨¢ en peligro. Los activos relacionados con el sector inmobiliario que el Banco de Espa?a considera potencialmente problem¨¢ticos son los inmuebles adjudicados y adquiridos (61.500 millones), los cr¨¦ditos morosos (42.000 millones) y los calificados como subest¨¢ndar, esto es, en peligro de pasar a ser morosos (unos 40.000 millones). Es decir, sin contar los cr¨¦ditos ya calificados como fallidos (que sumar¨ªan otros 4.000 millones, pero que ya est¨¢n totalmente cubiertos con provisiones), la exposici¨®n "potencialmente problem¨¢tica" es de algo m¨¢s de 143.000 millones, con una cobertura de unos 40.000 millones.
Tanto si se analiza la exposici¨®n bruta como la problem¨¢tica, las cajas salen mal paradas en la comparaci¨®n frente a los bancos. De media, las cajas de ahorros destinaron casi un 20% de su inversi¨®n crediticia a la construcci¨®n y promoci¨®n de viviendas. De hecho, la cifra alcanza el 21,5% si lo que se analizan son las entidades que han participado en los grandes procesos de integraci¨®n y reestructuraci¨®n del sector. Eso es casi el doble que el 11,7% de los principales bancos.
Ese es un primer criterio de valoraci¨®n de la gravedad de los problemas. Ning¨²n banco ha destinado m¨¢s del 20% de su cr¨¦dito al sector del ladrillo. En cambio, hay seis cajas que superan ese umbral y una (Caja Espa?a-Caja Duero) que supera incluso el 30%. En esa primera foto, salen tambi¨¦n mal parados Banco Base, CatalunyaCaixa y Caja3. Esa medici¨®n es la menos sujeta a interpretaciones subjetivas, aunque habr¨¢ que ir comprobando si los criterios de clasificaci¨®n del cr¨¦dito han sido homog¨¦neos en todas las entidades.
Adem¨¢s, cuando se analizan esos cr¨¦ditos hay una proporci¨®n significativamente m¨¢s alta entre los de las cajas en que la garant¨ªa es suelo y no viviendas terminadas o en construcci¨®n. Es decir, mayor riesgo y peores garant¨ªas.
El siguiente paso es descender un escal¨®n y ver cu¨¢ntos de esos 300.000 millones en juego son los problem¨¢ticos, aunque sea potencialmente.
Para empezar, ya han dado problemas los 61.000 millones en inmuebles adquiridos y adjudicados. Esos inmuebles proceden sobre todo de las promotoras y constructoras que no han podido hacer frente a sus cr¨¦ditos y, en mucha menor medida, de las ejecuciones de hipotecas de particulares, la toma de participaciones -en general forzadas- en inmobiliarias (por ejemplo mediante canjes de deuda por acciones) y otros inmuebles adjudicados.
Aqu¨ª, de nuevo, ganan -es decir, pierden- las cajas. Con los datos disponibles ya de todas las entidades y con un mismo criterio -considerar los inmuebles por su importe bruto original, antes de reconocimiento de p¨¦rdidas, saneamientos y provisiones-, las cajas acumulan 41.500 millones en inmuebles, frente a los 20.000 millones de los bancos analizados. El problema se concentra de nuevo, desproporcionadamente, en las cajas que han tomado parte en procesos de integraci¨®n.
Lo que da m¨¢s miedo de esos inmuebles es el suelo entregado por los promotores. Los edificios terminados se pueden alquilar o vender con cierta facilidad aplicando descuentos; lo mismo ocurre con las viviendas embargadas a particulares, y la cifra de edificios en construcci¨®n es baja en comparaci¨®n con el resto. El gran problema puede radicar en los m¨¢s de 28.000 millones en terrenos y solares, parte de ellos ni siquiera urbanizables, que acumulan los bancos y cajas en sus balances. Aunque la situaci¨®n var¨ªa seg¨²n de qu¨¦ terrenos se trate, el suelo es en general un activo muy poco l¨ªquido, enormemente depreciado y para el que no hay mercado apenas en las circunstancias actuales.
Es por esa raz¨®n por la que el Banco de Espa?a exige mayores provisiones por el suelo que por el resto de los activos inmobiliarios.
La entidad con m¨¢s suelo en su balance es Banco Financiero y de Ahorros, la entidad que sirve de veh¨ªculo al sistema institucional de protecci¨®n (SIP) formado por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas. Caja Madrid ya era por s¨ª sola una entidad con un gran nivel de riesgo inmobiliario, pero se ha unido con Bancaja, en la que el peso de los inmuebles adjudicados era a¨²n mayor. El resultado es que la nueva entidad se ha convertido en la mayor inmobiliaria de Espa?a por activos con m¨¢s de 11.000 millones de euros (importe bruto original), de los que m¨¢s de 5.000 millones corresponden a suelo, una cifra superior tambi¨¦n a la de cualquier inmobiliaria.
Pero los inmuebles adjudicados no son los ¨²nicos activos problem¨¢ticos. A ellos hay que sumar los cr¨¦ditos dudosos y subest¨¢ndar. Entre las cajas de ahorros, los cr¨¦ditos problem¨¢ticos suman 57.000 millones por 25.000 millones de los bancos analizados, cuando la diferencia en inversi¨®n crediticia es mucho menor. Las cajas tienen m¨¢s morosidad inmobiliaria, y eso a pesar de que buena parte de los dudosos de Santander y BBVA son lo que denominan "dudosos subjetivos", es decir, est¨¢n clasificados como tales por su riesgo pese a estar al corriente de pago de sus obligaciones.
La suma de inmuebles, de cr¨¦ditos dudosos y subest¨¢ndar se traduce en que las cajas tienen unos 98.400 millones en activos potencialmente problem¨¢ticos frente a los 45.000 millones de los bancos analizados. M¨¢s revelador que la cifra absoluta es la proporci¨®n. Los activos t¨®xicos inmobiliarios de las cajas de ahorros representan el 13,8% de su inversi¨®n crediticia en Espa?a, mientras que en el caso de los bancos la cifra es del 7%. Esa enorme brecha es el resultado de la combinaci¨®n de todos los factores anteriores: mayor exposici¨®n al cr¨¦dito inmobiliario, mayores tasas de morosidad y de cr¨¦ditos subest¨¢ndar y mayor proporci¨®n de inmuebles en el balance.
Cuando se analiza el dato de modo relativo al tama?o de cada entidad, se muestra que las m¨¢s afectadas por el problema del ladrillo son Caja3, Unnim y CatalunyaCaixa, con Caja Espa?a-Caja Duero y Novacaixagalicia un pelda?o por debajo. En t¨¦rminos absolutos es Caja Madrid Bancaja la entidad con m¨¢s activos problem¨¢ticos (26.160 millones), pero en proporci¨®n a su tama?o est¨¢ algo mejor que las citadas.
Tanto para Caja Madrid, como para CatalunyaCaixa, Unnim, Novacaixagalicia o Caja Espa?a-Caja Duero, el problema adicional es que en la actualidad se sit¨²an por debajo del 8% de capital b¨¢sico que exige el Gobierno como m¨ªnimo de solvencia a los bancos y m¨¢s lejos a¨²n del 9%-10% que se exigir¨¢ a las cajas que no coticen ni tengan una presencia significativa de inversores privados en su capital y adem¨¢s tengan dependencia para su financiaci¨®n de los mercados mayoristas. Casi todas esas cajas necesitar¨¢n convertirse en bancos y captar capital. Si pueden, ser¨¢ privado (saliendo a Bolsa o incorporando socios de referencia). Si no, ser¨¢ el Gobierno el que les inyecte capital en una suerte de nacionalizaci¨®n parcial y temporal.
Las cajas que no han participado en grandes procesos de integraci¨®n sino que han seguido independientes est¨¢n relativamente a resguardo del riesgo inmobiliario y con unas ratios de capital relativamente c¨®modas. La Caixa, adem¨¢s, ya ha anunciado que planea captar 1.500 millones adicionales a trav¨¦s de su red en bonos convertibles de la ya cotizada Criteria, que pasar¨¢ ser CaixaBank y a absorber el negocio financiero de la entidad. Eso elevar¨¢ su capital b¨¢sico al 10,9%, seg¨²n La Caixa.
En cuanto a los bancos, no se libran de los problemas, pero su situaci¨®n es mucho mejor que la de las cajas. El primero de la clase es Bankinter, con un m¨ªnimo riesgo inmobiliario. Eso es lo que permit¨ªa a la entidad sostener que no necesitaba un coeficiente de capital m¨¢s alto, pero, parad¨®jicamente, ahora es el que necesita reforzar su solvencia para cumplir con la futura normativa. El Popular es el que tiene mayor exposici¨®n inmobiliaria y el Sabadell el que sufre una mayor proporci¨®n de activos problem¨¢ticos. En un punto intermedio entre estos dos y Bankinter est¨¢n el Santander y el BBVA, con cifras algo mejores para este ¨²ltimo.
En lo que s¨ª est¨¢n mejor las cajas es en su cobertura. Los procesos de reestructuraci¨®n y de integraci¨®n y el dinero p¨²blico recibido han permitido a las cajas de ahorros dotar provisiones con cargo a fondos propios (es decir, sin incluirlas en la cuenta de resultados) por unos 26.000 millones de euros. As¨ª, las cajas tienen unas coberturas de sus activos problem¨¢ticos que se sit¨²an en torno al 30%, frente al 26% de los bancos, y adem¨¢s han reconstituido sus provisiones gen¨¦ricas, que cubren el conjunto de los riesgos y no solo el inmobiliario. Con todo, incluso al tomar solo en cuenta el riesgo no cubierto, la conclusi¨®n sigue siendo la misma: el ladrillo pesa m¨¢s en las cajas.
?Y qu¨¦ pasa con la banca extranjera?
Entre las entidades que han publicado ya sus datos de exposici¨®n inmobiliaria est¨¢n todas las cajas de ahorros y los cinco principales grupos bancarios. De aquellas que participaron en las pruebas de resistencia europeas publicadas el pasado verano, solo faltan el Banco Pastor, que publicar¨¢ sus resultados la semana entrante, y la Banca March, una entidad no cotizada, pero sobre la que no hay ni rastro de duda, pues es la m¨¢s capitalizada de todo el sistema financiero espa?ol.
La cifra de 143.000 millones en activos problem¨¢ticos de las entidades se queda lejos de los 180.800 millones que public¨® el Banco de Espa?a con datos de junio pasado. Pero son dos cosas diferentes. En aquel caso, se tomaba en consideraci¨®n todo el cr¨¦dito al sector de construcci¨®n y promoci¨®n en funci¨®n de la clasificaci¨®n nacional de actividades econ¨®micas (CNAE) y ahora lo que se analiza es la finalidad, la financiaci¨®n destinada a la construcci¨®n y promoci¨®n inmobiliaria. Se trataba pues, de una cartera de cr¨¦dito mayor y eso explica una parte de la diferencia. Otra parte viene de las cooperativas de cr¨¦dito, que pueden llegar a representar hasta un 10% del total. El Banco de Espa?a inclu¨ªa, adem¨¢s, unos 5.000 millones en cr¨¦ditos ya declarados fallidos, que no se han tenido en cuenta en este an¨¢lisis porque no todas las entidades han facilitdo sus datos y porque, de alguna manera, son ya agua pasada y est¨¢n totalmente provisionados en los balances. Pero adem¨¢s, faltan los datos de los bancos citados (Pastor y March), de algunos otros peque?os y sobre todo, de los bancos espa?oles que son filiales de extranjeros, con Barclays y el Deutsche Bank a la cabeza. Esas entidades no est¨¢n obligadas a hacer p¨²blicos sus datos, al menos por ahora, pero algunas fuentes indican que tienen tambi¨¦n una fuerte exposici¨®n inmobiliaria. Ser¨ªa muy interesante compararlas con las cajas.
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