Malasa?a, lienzo en blanco

El olor a pintura invad¨ªa ayer las calles del barrio madrile?o de Malasa?a. Desde las diez de la ma?ana m¨¢s de cien artistas preparaban los pinceles y los sprays para plasmar sus dibujos en alguna de las 140 persianas que 72 comerciantes de la zona cedieron de forma gratuita para convertir el barrio en una galer¨ªa de arte al aire libre.

"Una de las cosas que m¨¢s preocupa a los habitantes de la zona es el aspecto de dejadez del vecindario", explica Diego uno de los padres de la iniciativa. "Nos dimos cuenta de que muchos propietarios contrataban a grafiteros para evitar otras pintadas en sus cierres y pensamos que pod¨ªa ser una buena idea para evitar las firmas inc¨ªvicas que ensucian el barrio". Cada uno pone algo de su parte: los comerciantes las persianas y los artistas el talento y la pintura.

El d¨²o de grafiteros Totemjau escoge una persiana en la calle de San Vicente Ferrer, 23. El objetivo de estos artistas de M¨®stoles es "llevar el arte urbano a la gente desde una perspectiva urbana y reivindicativa". A primera hora su dibujo es solo un garabato, horas m¨¢s tarde una ni?a salta a la comba frente a un tanque con una alambrada de espinos como cuerda.

La participaci¨®n en Persianas libres no estuvo limitada a los grafiteros sino que se abri¨® tambi¨¦n a ilustradores, dise?adores, pintores y artistas noveles. Vicente Chumilla se define como un "pintor convencional". El ¨¢ngel negro que dibuj¨® ayer en la persiana de un estanco de la calle de San Andr¨¦s es su primera intervenci¨®n urbana: "Ha sido una experiencia buen¨ªsima", asegura. Chumilla se?ala que ha elegido una imagen llamativa porque el arte en la calle "tiene que atraer m¨¢s la atenci¨®n. El mensaje ha de llegar m¨¢s r¨¢pido".El pincel tambi¨¦n gana la partida en el cierre de la mercer¨ªa Magino en la calle de la Corredera Alta de San Pablo. Los j¨®venes pintores reconocen entre risas que utilizan el pincel porque no saben utilizar el spray "y porque el acabado es m¨¢s fino", a?aden. Se han apuntado a la iniciativa por la oportunidad de expresarse a lo grande aunque no se acostumbran a tener corrillos de espectadores a su alrededor. En Esp¨ªritu Santo, tres amigas prueban t¨ªmidamente a pintar una de las persianas. Para dos de ellas, estudiantes de Bellas Artes, es una manera de iniciarse "con tranquilidad y sin miedo" en el arte en la calle.

El barrio de Malasa?a es un barrio muy castigado por las pintadas. El restaurante Sandos, en una de las esquinas de la plaza del Dos de Mayo, tiene pintadas no solo en las persianas sino tambi¨¦n en la fachada. La ¨²ltima (farlopa, en grandes letras negras) es del s¨¢bado por la noche. El gerente del establecimiento decidi¨® ceder sus tres persianas a los artistas "porque ya est¨¢n todas llenas de pintadas y prefiero un grafiti bonito, a ver si lo respetan". Cuenta que cada dos o tres meses los operarios de limpieza del Ayuntamiento borran las pintadas de la fachada pero que al poco tiempo "vuelve a estar igual".

Entre los grafiteros hay un c¨®digo ¨¦tico: "Si pintas, tienes que respetar la obra del que ha pintado antes", nos confirma Scamez que ha creado para uno de los cierres de la calle de Velarde un monstruo verde "cabreado".

Muchos de los locales de la zona han optado ya por esta f¨®rmula del "si no puedes con tu enemigo ¨²nete a ¨¦l" y han contratado a grafiteros para que decoren sus persianas con pintadas que por ahora, contin¨²an intactas. El propietario de la galer¨ªa art¨ªstica LaPieza, Anto Llovera, va m¨¢s all¨¢ y suele usar su fachada como una prolongaci¨®n del espacio expositivo.

Raperos, una ni?a que se lava los pies, monstruos azules atontados, mu?ecos de inspiraci¨®n manga, firmas y hasta operarios de limpieza limpiando una pintada son algunos de los 140 dibujos que desde ayer decoran los cierres del barrio. Para las creaciones los artistas utilizaron plantillas, esparcidos, fotograf¨ªas o bocetos aunque tambi¨¦n los hubo que prefirieron improvisar o pintar a ritmo de hip-hop.

La mayor¨ªa de vecinos que ayer paseaban por el barrio se mostraban a favor de la propuesta porque cuenta con el consentimiento de los comercios y saca al grafiti "de la clandestinidad".

Los comerciantes de m¨¢s de una docena de calles han prestado sus persianas a los dibujantes. Algunos de los grafiteros han venido desde otros lugares de Espa?a (Barcelona, Vigo o Salamanca) mientras que otros se han desplazado desde otras ciudades de Europa como Bruselas o Mil¨¢n. Uno de los grupos m¨¢s numerosos formado por ocho grafiteros ha venido desde Bristol (Inglaterra) para participar en el proyecto. Los artistas no fueron los ¨²nicos que se desplazaron hasta Malasa?a sino que la propuesta atrajo al barrio a muchos visitantes que c¨¢mara en mano se acercaron para inmortalizar y ver en directo el proceso de creaci¨®n de los grafitis y para comparar los primeros trazos con el resultado final,

La presidenta de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU), Isabel Rodr¨ªguez, afirm¨® que con el consentimiento de los due?os de los establecimientos "s¨ª nos gustan los grafitis, lo que rechazamos son las pintadas indiscriminadas que nadie autoriza y que afean el barrio". Otro portavoz de la asociaci¨®n vecinal, Jordi Gordon, aprovech¨® la cita para denunciar la degradaci¨®n que sufre el barrio. "Padecemos todos los problemas m¨¢s desagradables del ocio nocturno: ruido botell¨®n, lateros, orines y muchas pintadas vand¨¢licas", concret¨®.

Algunos de los participantes, sin embargo, confesaron que no siempre que pintan cuentan con el consentimiento de los propietarios. Es el caso de Jeff que reconoce tener "unas cuantas multas". La mayor¨ªa de los artistas asegur¨® que "es muy dif¨ªcil" hacer pintadas por los barrios del centro de la capital aunque a juzgar por las numerosas firmas que inundan Malasa?a nadie lo dir¨ªa.