El jefe militar egipcio manifest¨® a EE UU su apoyo a los Gobiernos civiles
"El Ej¨¦rcito no debe ocuparse de los asuntos internos", dijo Tantaui
El mariscal Mohamed Tantaui jam¨¢s debi¨® de imaginar que dirigir¨ªa una transici¨®n pol¨ªtica iniciada con el derrocamiento popular de Hosni Mubarak, revuelta que ha dejado todo el poder en manos de los militares. Hace 14 meses, Tantaui opinaba sobre el papel que debe desempe?ar el Ej¨¦rcito en un Estado. "Cualquier pa¨ªs donde los militares se dedican a asuntos internos est¨¢ condenado a tener muchos problemas [...] Los pa¨ªses deben estipular claramente los deberes de los militares en su Constituci¨®n y los militares no deber¨ªan desviarse de esas responsabilidades definidas", seg¨²n cuenta un cable diplom¨¢tico de diciembre de 2009. Tantaui se refiri¨® a este asunto durante una conversaci¨®n con el entonces director Nacional de Inteligencia de EE UU, Dennis Blair, sobre la situaci¨®n en Pakist¨¢n y Afganist¨¢n, donde el que ha sido durante 20 a?os ministro de Defensa y Producci¨®n Militar de Egipto fue agregado militar.
El mariscal opin¨® sobre la situaci¨®n de Pakist¨¢n y Afganist¨¢n en 2009
"Una Constituci¨®n debe estipular claramente el papel castrense", dijo
Los cables obtenidos por Wikileaks dan otras pistas sobre el jefe del pu?ado de militares que hace y deshace todo en Egipto desde la huida de Mubarak, y sobre la relaci¨®n militar de EE UU con uno de sus principales aliados ¨¢rabes. Tantaui es "religioso, honesto, conservador" y "una persona en la que es dif¨ªcil influir". Con estas palabras le describ¨ªa el general israel¨ª Amos Gilad, alto cargo del Ministerio de Defensa, seg¨²n un telegrama secreto de julio de 2009 que no deb¨ªa ser visto por extranjeros. Gilad, de visita al embajador norteamericano en Tel Aviv para informarle de una ronda de reuniones en El Cairo, se queja de que "pese a que el acuerdo de paz [Egipto-Israel] viene de lejos [1979], los ejercicios militares, su entrenamiento y su ret¨®rica siguen tratando a Israel como el enemigo", escribe el embajador James Cunningham.
Cuando a¨²n no hab¨ªan pasado 48 horas desde que se convirti¨® en el hombre fuerte de Egipto, Tantaui telefone¨® al titular de Defensa israel¨ª, Ehud Barak, para asegurarle personalmente que Egipto mantiene el acuerdo de paz con su vecino. Ambos pa¨ªses se han enfrentado en guerras en 1948, 1956, 1967 y 1973. El tratado de paz es crucial para el Estado jud¨ªo; y tambi¨¦n para su aliado EE UU, como revela una nota diplom¨¢tica secreta de la Embajada en El Cairo de marzo de 2009. "Los beneficios tangibles de nuestra relaci¨®n est¨¢n claros: Egipto sigue en paz con Israel y los militares estadounidenses disfrutan de acceso prioritario al canal de Suez y al espacio a¨¦reo egipcio". Cuenta el cable que "para Mubarak y los l¨ªderes militares (...) la piedra angular" de esa relaci¨®n es una ayuda anual "de 1.300 millones de d¨®lares [960 millones de euros], una compensaci¨®n intocable por hacer la paz con Israel y mantenerla".
La paz Israel-Egipto se suele definir como una paz fr¨ªa. Apoyada por los dirigentes de ambos pa¨ªses, pero no por sus pueblos. Un despacho de abril de 2009 describe el apoyo log¨ªstico que Egipto da a EE UU: autorizaci¨®n para 45.000 sobrevuelos de aviones para operaciones militares desde 2001 y seguridad para los barcos de guerra que cruzan el canal de Suez. La ayuda norteamericana tambi¨¦n ha contribuido a la modernizaci¨®n del Ej¨¦rcito con la sustituci¨®n del material sovi¨¦tico obsoleto por material estadounidense.
Los telegramas secretos indican que EE UU ten¨ªa sus reticencias hacia el ahora jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas Egipcias. Durante los 20 a?os que Tantaui lleva al frente del Ministerio de Defensa, afirma el despacho, "la preparaci¨®n t¨¢ctica y operacional de las Fuerzas Armadas de Egipto se ha degradado". Y adem¨¢s lo se?ala como "uno de los principales impedimentos para transformar nuestra relaci¨®n de seguridad". La Administraci¨®n de Barack Obama sostiene que en la actual crisis econ¨®mica Egipto deber¨ªa esforzarse y diversificar su labor para dedicarse m¨¢s a lo que EE UU denomina amenazas asim¨¦tricas como el terrorismo. La Casa Blanca querr¨ªa tambi¨¦n que mejorara la seguridad en sus porosas fronteras, que formara militares iraqu¨ªes, que ampliara sus misiones de paz en Sud¨¢n y que se sumara a sus vecinos contra la pirater¨ªa mar¨ªtima.
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