Mira Bernab¨¦u
La fotograf¨ªa naci¨® con voluntad de convertirse en un g¨¦nero art¨ªstico desde el momento en que algunos de sus pioneros intentaron competir con la capacidad anal¨ªtica del dibujo o realizar composiciones de historia, como las que presentaba la pintura. Mucho tiempo despu¨¦s, cuando las artes se expandieron fagocitando otras disciplinas y apropi¨¢ndose de t¨¦cnicas hasta entonces ajenas, la fotograf¨ªa consigui¨® un aura est¨¦tica y un reconocimiento art¨ªstico que ha conducido, con mucha justicia, a ocupar un puesto destacado en galer¨ªas y museos de arte. Para ello, los artistas que se sirven de la fotograf¨ªa y los fot¨®grafos que han logrado elevar su t¨¦cnica a la categor¨ªa de gran arte han necesitado ofrecer algo m¨¢s que lo que hace el reportero o el documentalista, cargando sus im¨¢genes de un studium que, en muchos casos invade otros campos del conocimiento o la reflexi¨®n, como la antropolog¨ªa o la etnograf¨ªa.
Mira Bernab¨¦u
Galer¨ªa Fernando Pradilla
Claudio Coello, 20. Madrid
Hasta el 19 de marzo
Mira Bernab¨¦u (Alicante, 1969) se sit¨²a en ese punto en el que la fotograf¨ªa, ya entronizada como arte, se desarrolla expandi¨¦ndose por otros campos. As¨ª, sus obras, influidas por el arte conceptual, est¨¢n formadas por im¨¢genes fotogr¨¢ficas y textos, que se apoyan en temas antropol¨®gicos y etnogr¨¢ficos tomados de hechos reales o ficticios que presenta como escenograf¨ªas que podr¨ªamos situar entre el reportaje y la coreograf¨ªa teatral. Se trata, pues, de trabajos que poseen todos los ingredientes necesarios para ser reconocidos como obras de arte, pero hay algo en ellos que resta inter¨¦s o calidad a unas obras que parecen crudas.
En las obras de Mira Bernab¨¦u se aprecia que hay ingredientes como las im¨¢genes, los textos, los t¨ªtulos que son pertinentes y que est¨¢n proporcionados, que se han compuesto e "instalado" con voluntad est¨¦tica y que todo ha sido estudiado y est¨¢ correctamente ejecutado, con t¨¦cnica y limpieza, pero cuando se leen los textos, se miran las im¨¢genes y se recorre el conjunto se percibe que a la ejecuci¨®n de la receta le falta ese h¨¢lito que convierte al conjunto en arte. Se aprecia que existe una preparaci¨®n, ya que aqu¨ª nada es improvisado, todo ha sido ensayado, se han elegido las ropas de los personajes, las m¨¢scaras que portan, el utillaje, los escenarios, todo ha sido previsto y planeado. Aunque los textos, pretenciosos y enf¨¢ticos, han sido construidos como un di¨¢logo teatral con personajes, sin embargo, queda claro que el autor no es un dramaturgo, los personajes no hablan como personas sino como textos tomados de libros, tratando temas de car¨¢cter pol¨ªtico y social que se banalizan al ser trufados con t¨®picos y citas seudoeruditas. Por su parte, las im¨¢genes carecen del m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s fotogr¨¢fico, muestran grupos de personas que posan envaradas en forzadas coreograf¨ªas de una dureza palmaria y, por ¨²ltimo, el "discurso te¨®rico" con el que se envuelve la obra destila ingenuidad.
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