Sarkozy apuesta por el FMI para impulsar la cooperaci¨®n monetaria

El presidente de la Rep¨²blica francesa, Nicolas Sarkozy, est¨¢ convencido de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe convertirse en la "piedra angular de la cooperaci¨®n monetaria internacional" y que para ello, debe "realzar su papel" a fin de coordinarse a¨²n m¨¢s con el G-20. Sarkozy, como presidente de turno, recibi¨® ayer en el El¨ªseo a los ministros de Finanzas y a los gobernadores de los respectivos bancos nacionales de este grupo de pa¨ªses que representan el 85% de la econom¨ªa mundial y dos tercios de su poblaci¨®n. Tambi¨¦n al director general del FMI, Dominique Strauss-Khan.

Ayer se celebr¨® la primera reuni¨®n ministerial del grupo y hoy volver¨¢n a reunirse en el Ministerio de Econom¨ªa franc¨¦s, en Par¨ªs, para tratar de llegar a alg¨²n acuerdo en alguno de los puntos que la cargada agenda francesa para este a?o quiere impulsar. Sarkozy, que se ha implicado muy de cerca en su presidencia del G-20, advirti¨® a los distintos ministros que, hoy por hoy, una agenda as¨ª de ambiciosa es la ¨²nica manera de ser prudente. "Lo ¨²nico que est¨¢ prohibido es el inmovilismo".

Francia quiere que una tasa grave las transacciones financieras

Uno de los puntos que quiere impulsar Francia en la reuni¨®n de hoy es el de ajustar los desequilibrios financieros globales, que se traducen, entre otras cosas, en super¨¢vits y d¨¦ficits nacionales extremos. Estos se hab¨ªan reducido en los tiempos m¨¢s duros de la crisis pero, con la recuperaci¨®n, se vuelven a poner de manifiesto. Francia aspira a fijar una serie de indicadores (ahorro privado, balanza por cuenta corriente, d¨¦ficit p¨²blico...) para controlar este tipo de desequilibrios, consecuencia de que la salida de la crisis se est¨¢ haciendo a distintas velocidades: los pa¨ªses emergentes remontan a muy buen ritmo mientras que Europa avanza m¨¢s lentamente.

Estos desequilibrios tuvieron parte de culpa en la pasada crisis: el enorme crecimiento de las exportaciones chinas se sostuvo con el endeudamiento de los consumidores estadounidenses. La debilidad de la demanda china (volcada al ahorro) y la pol¨ªtica de mantener el yuan devaluado completaron un c¨ªrculo vicioso: las ganancias comerciales chinas se reciclaron en los mercados financieros y el cr¨¦dito fluy¨® tanto que se alimentaron inversiones especulativas que desembocaron en la hecatombe financiera de 2008.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, asegur¨® en octubre que el 4% del producto interior bruto (PIB) podr¨ªa ser la cota de referencia para los pa¨ªses del G-20 en cuanto a su d¨¦ficit o super¨¢vit. Ya entonces China y Alemania, principales pa¨ªses exportadores, se opusieron.

Sarkozy fue ayer claro: "Es dif¨ªcil encontrar consenso en un periodo de recuperaci¨®n econ¨®mica. La tentaci¨®n de dar prioridad a los intereses nacionales es grande. Pero os lo digo claramente: eso significar¨ªa la muerte del G-20". La ministra de Econom¨ªa francesa, Crhistine Lagarde, se hab¨ªa referido horas antes a esta falta de coordinaci¨®n econ¨®mica internacional: "Tenemos a China que ahorra y exporta, a Europa que consume y crece con lentitud y a Estados Unidos que consume y pide dinero prestado. Tenemos que plantearnos si podemos seguir as¨ª"

Con todo, ser¨¢ dif¨ªcil que hoy se llegue a un acuerdo en este punto. El ministro de Finanzas brasile?o, Guido Mantega, ya avis¨® ayer de que ni Brasil ni otros pa¨ªses emergentes (India, China, Rusia y Sud¨¢frica) estar¨¢n dispuestos a que se pongan l¨ªmites a esos indicadores y que son partidarios de que solo se fijen recomendaciones.

Sarkozy tambi¨¦n se refiri¨® a otros puntos que Francia quiere impulsar y que tambi¨¦n carecen de un consenso: una tasa que grave las transacciones financieras, la manera de luchar contra las grandes subidas de los precios de los alimentos o la reforma del sistema monetario internacional.

Ya hay expertos que sostienen que esta reuni¨®n ser¨¢ simplemente una toma de contacto y una manera de encauzar las discusiones y organizar el trabajo para el futuro. De ser cierto, la cita definitiva ser¨¢ la de noviembre, en Cannes. La misma ministra Lagarde advirti¨® ya hace unos d¨ªas: "Si no se llega este fin de semana a un acuerdo, tampoco ser¨¢ un drama".