Meta volante para el Gobierno

En las pr¨®ximas semanas se cumplir¨¢n dos a?os desde la derrota del bipartito y el regreso del PP al Gobierno gallego. Resultar¨ªa injusto hacer ya balance de legislatura, porque falta a¨²n otro tanto y porque lo l¨®gico ser¨ªa pensar que la concreci¨®n de proyectos se intensificase en esa segunda mitad. Aun as¨ª, un balance de situaci¨®n es posible y necesario.

Un ejercicio que debe comenzar necesariamente por constatar que la Xunta actual se enfrenta al peor escenario financiero de la historia. Ca¨ªda de ingresos tributarios, devoluci¨®n de anticipos e ingresos cobrados en exceso y traslaci¨®n del Gobierno central a las comunidades aut¨®nomas de los esfuerzos de ajuste fiscal hasta 2013, suponen de facto un volumen de ingresos real significativamente inferior al de la legislatura pasada. Cualquier comparaci¨®n que se pretenda establecer en el terreno de objetivos cuantitativos (crecimiento de los recursos en el sistema educativo, plazas de guarder¨ªa o atenci¨®n a dependientes, entre otros muchos) lleva las de perder respecto al pasado reciente. Por eso, necesariamente el Gobierno de la Xunta debe concentrarse en objetivos cualitativos (por ejemplo, la mejora en resultados educativos), que no cuesten apenas dinero (como la aprobaci¨®n de las directrices de ordenaci¨®n del territorio), o que suponga hacer las cosas de diferente manera (reducci¨®n de convenios a los ayuntamientos y ampliaci¨®n del Fondo de Cooperaci¨®n Local). En segundo lugar, a las alturas de legislatura en que nos encontramos, es tan importante lo que se ha hecho como los planes existentes para el futuro. Finalmente, una cosa es lo que se hace y otra lo que se transmite. La comunicaci¨®n importa.

Ante el ajuste fiscal, la Xunta debe concentrarse en objetivos cualitativos que no cuesten dinero

Con todo lo anterior en mente, no todas las ¨¢reas de gobierno y l¨ªneas de trabajo merecen la misma valoraci¨®n. Personalmente, me parece un error haber abandonado las principales l¨ªneas de trabajo en Medio Rural, una de las ¨¢reas mejor pensadas y enfocadas por el bipartito, sin que parezca existir un modelo global y alternativo bien definido. La Conseller¨ªa de Industria ha puesto el acento comunicativo en las discutibles subvenciones a la adquisici¨®n y renovaci¨®n de veh¨ªculos, ventanas y muebles, y se ha olvidado de dar publicidad a su valioso y eficaz trabajo de soporte financiero a empresas acuciadas por los problemas de liquidez. Ha puesto en marcha algunas medidas interesantes en el terreno de la internacionalizaci¨®n, pero se ha olvidado de integrarlas en un plan global que permita entender el conjunto. Sobre el nuevo plan de I+D+i a¨²n no tengo una opini¨®n bien perfilada.

En el ¨¢rea de Traballo, Beatriz Mato disfruta del aval de la Confederaci¨®n de Empresarios, UGT y CCOO, lo que blinda su actuaci¨®n por ese lado. Por el flanco del bienestar, las cr¨ªticas sobre la aplicaci¨®n de la Ley de Dependencia no parecen muy justas: en todas las comunidades aut¨®nomas se est¨¢n produciendo enormes retrasos y disfunciones que tienen que ver, sobre todo, con la imposible aplicaci¨®n de una ley tan costosa en una coyuntura financiera tan dif¨ªcil. Toca reprogramar. Al contrario, no acabo de entender esa extra?a y extempor¨¢nea Ley de la Familia, sin sustancia en t¨¦rminos de derechos y mucha y muy discutible carga ideol¨®gica.

En el terreno de la hacienda y la planificaci¨®n econ¨®mica son positivos los esfuerzos de control de gasto, el trabajo en pro de la fusi¨®n de cajas, y los avances en materia de planificaci¨®n estrat¨¦gica. Aunque es verdad que esa apuesta por la fusi¨®n puede acabar significando nada si en la segunda ronda actual nos quedamos sin caja. El trabajo que se haga desde la Xunta vuelve a ser fundamental. En cuanto al Plan Estrat¨¦gico de Galicia, urge conocer c¨®mo queda despu¨¦s de su paso por el Parlamento y su ejecuci¨®n controlada externamente: de nada valen los planes que quedan en los cajones. Persiste tambi¨¦n la duda de en qu¨¦ acabar¨¢ el proyecto de agencia tributaria gallega.

Por razones de espacio, no es posible entrar a evaluar otras ¨¢reas de gobierno, m¨¢s lejanas, eso s¨ª, de la gesti¨®n econ¨®mica. Pero, en conjunto, me parece que la actual Xunta deber¨ªa reorientar y redefinir parte de sus esfuerzos si quiere pasar con holgura la rev¨¢lida de 2013 por m¨¦ritos propios y no por dem¨¦ritos de una oposici¨®n a la que, a veces, parece faltarle algo.