El precio de la revoluci¨®n ¨¢rabe
El encarecimiento de las importaciones de petr¨®leo y gas amenaza con retrasar la recuperaci¨®n econ¨®mica en Espa?a y Europa
Un joven llamado Mohamed Bouazizi tuvo mucho -o todo- que ver con la atropellada marcha de Jordi Crespi y Bruno D¨ªez de Libia hace apenas unos d¨ªas. Su empresa, una compa?¨ªa de de Tarragona que construye campos de golf y de f¨²tbol, lleg¨® al pa¨ªs ¨¢rabe en 2009 para hacer fortuna a lomos de las aspiraciones de Muamar el Gadafi.
"Vimos un pa¨ªs por construir, lleno de dinero, y el Gobierno no escatimaba en calidades para las instalaciones deportivas. Quer¨ªan siempre lo mejor", explica Crespi, director de Selprats, despu¨¦s de regresar de lo que parec¨ªa uno de sus habituales viajes de trabajo. "En Espa?a hay crisis, y all¨ª el Comit¨¦ Ol¨ªmpico era una de las ni?as bonitas del r¨¦gimen. Aspiraban a muchos grandes acontecimientos e iban a construir 50 complejos polideportivos en el pa¨ªs". Crespi se march¨® hace una semana, como ten¨ªa previsto, dejando atr¨¢s las manifestaciones. Pero su empleado all¨ª, Bruno D¨ªez, regres¨® a Espa?a el mi¨¦rcoles, con el pa¨ªs en rebeli¨®n.
Las empresas esperan la apertura democr¨¢tica de los pa¨ªses en conflicto
M¨¢s de la mitad del suministro de gas depende del norte de ?frica
Hidrocarburos, obras y servicios acaparan la inversi¨®n espa?ola
"Marruecos puede ser la f¨¢brica de Espa?a", dice un empresario
Un Gadafi obsesionado por convertirse en l¨ªder y referencia del continente africano se hab¨ªa decidido a organizar esos eventos deportivos internacionales capaces de dar lustre y cierta imagen de modernidad a un pa¨ªs, en este caso, podrido de petr¨®leo pero sometido a su dictadura desde hace 40 a?os. A saber, la Copa ?frica de la Juventud, que estaba punto de celebrarse; los Juegos del Mediterr¨¢neo, a los que aspiraba; o la Africa's Cup de f¨²tbol, en 2013. La empresa de Crespi llevaba cuatro estadios construidos y ten¨ªa apalabrado m¨¢s trabajo.
Esto es lo que el norte de ?frica ha supuesto para las empresas espa?olas en los ¨²ltimos a?os: un foco de inversi¨®n para las que han apostado por la zona, un proveedor de energ¨ªa y un mercado. Marruecos, T¨²nez, Egipto, Libia o Argelia, con crecimientos del 2% al 6% en los ¨²ltimos 10 a?os, han atra¨ªdo a grupos energ¨¦ticos, de construcci¨®n y de servicios al calor de su riqueza en hidrocarburos, su hambre de infraestructuras y, en algunos casos, su inter¨¦s para el turismo y la distribuci¨®n.
Libia era -es- dinero. Gadafi era recibido con boato en la Uni¨®n Europea. El l¨ªder acampaba con su jaima y guardia formada por 30 mujeres -oficialmente v¨ªrgenes- en las capitales europeas (en el Palacio del Pardo, sin ir m¨¢s lejos, en 2007).
Este ha sido el panorama hasta el 17 de diciembre. Pero ese d¨ªa, un vendedor de fruta de T¨²nez dijo no. Mohamed Bouazizi se neg¨® a pagar el soborno que le exigi¨® la polic¨ªa para pemitirle seguir trabajando y recibi¨® una bofetada. Luego fue golpeado y le robaron el carro con la fruta. Le hab¨ªa ocurrido otras veces. Pero aquella tarde, Mohamed estall¨®. Compr¨® dos bidones de gasolina y se quem¨® vivo ante la polic¨ªa. Muri¨® el 4 de enero. Las revueltas sociales desatadas a ra¨ªz de ello acabaron con la dictadura de Ben Al¨ª 10 d¨ªas despu¨¦s.
La c¨®lera social tom¨® cuerpo en j¨®venes m¨¢s formados que nunca, sin empleo y hastiados de la cleptocracia. La p¨®lvora corri¨® despu¨¦s a Egipto: su mandatario, Hosni Mubarak, abandon¨® El Cairo el 11 de febrero. Y ahora, la llama juvenil ha desbordado Libia, donde Gadafi, atrincherado en Tr¨ªpoli y defendido por mercenarios, aseguraba esta semana estar dispuesto a resistir o, m¨¢s bien, a morir matando.
As¨ª que los nuevos contratos previstos por Selprats est¨¢n en el aire, y los dos millones de euros que, seg¨²n cuenta Jordi Crespi, tiene pendientes de cobro, tambi¨¦n. Repsol, presente en el pa¨ªs desde los a?os setenta, ha evacuado a su personal junto con las otras grandes petroleras y ha recortado su producci¨®n de crudo (que representaba el 3,8% del total en 2009) hasta la mitad. Sacyr, con dos contratos de urbanizaci¨®n, est¨¢ a la espera de lo que ocurra. Abengoa tiene tambi¨¦n presencia en el pa¨ªs.
Ninguna compa?¨ªa cuantifica por el momento el impacto que todo esto tendr¨¢ en sus cuentas. Ahora se habla en esos pa¨ªses democracia y dictadura, de vida o muerte, no de econom¨ªa.
En Espa?a, s¨ª. De momento, el Ibex 35 ha roto su racha alcista y ha perdido un 2,2% en esta semana. La incertidumbre cotiza a la baja. Pero, a largo plazo, los reg¨ªmenes democr¨¢ticos aportan mayor seguridad jur¨ªdica y la corrupci¨®n (si bien no desaparece en las potencias desarrolladas) pierde la patente de corso. Empresarios y analistas est¨¢n de acuerdo.
"Es muy dif¨ªcil que un pa¨ªs logre dinamizar su econom¨ªa y al mismo tiempo mantener un r¨¦gimen aut¨¢rquico, que es lo que han intentado algunos pa¨ªses y lo que parece querer China", explica Vicente Pallard¨®, director del Instituto de Econom¨ªa Internacional de la Universidad de Valencia. Toda liberalizaci¨®n econ¨®mica genera intereses de clases medias que no aceptan el estancamiento pol¨ªtico, advierte.
Eso s¨ª, la ola revolucionaria de estos pa¨ªses y la tensi¨®n generada en sus vecinos supone para los espa?oles riesgos econ¨®micos colaterales en tres frentes: uno es el del suministro de gas y petr¨®leo (Espa?a es una isla energ¨¦tica: m¨¢s de la mitad del gas natural que consume procede del norte de ?frica y buena parte del crudo viene de Ir¨¢n, Libia y Arabia Saud¨ª), aunque no ha tenido ning¨²n problema de momento; otro afecta a los proyectos de inversi¨®n de las empresas que han optado por internacionalizarse. Este, que tiene que ver con los flujos de inversi¨®n, se concentrar¨ªa en Marruecos (ver cuadro).
Pero, hoy por hoy, no hay amenaza m¨¢s tangible que el precio enloquecido del petr¨®leo. El pasado jueves, el barril de brent roz¨® los 120 d¨®lares, la punta m¨¢s alta desde el r¨¦cord de 2008 (que fue de 146 d¨®lares, pero con la econom¨ªa a¨²n en crecimiento). Seg¨²n los c¨¢lculos del Gobierno, por cada 10 euros de incremento del petr¨®leo la econom¨ªa espa?ola pierde 6.000 millones por la factura energ¨¦tica, que se ceba en los bolsillos familiares (llenar el dep¨®sito del coche es hoy entre 11 y 14 euros m¨¢s caro que hace un a?o), los balances de las empresas y las cuentas p¨²blicas. Y la recuperaci¨®n, ese aproximadamente 2% que necesita crecer Espa?a para crear empleo, se demora m¨¢s.
El impacto econ¨®mico resulta, de momento, relativo en los tres frentes, pero las alarmas se encender¨¢n en funci¨®n de lo que se prolongue la inestabilidad. ?Qu¨¦ va a ocurrir con el precio del crudo? La Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) ha lanzado un mensaje de tranquilidad, pero el mercado pide movimiento. Tras haber rozado los 120 d¨®lares, el anuncio de Arabia Saud¨ª de que bombear¨¢ m¨¢s crudo suaviz¨® el precio al final de la semana, hasta quedar en la frontera de los 112. "Si el precio se enquista sobre los 110, se reducir¨¢ la intensidad de la recuperaci¨®n, y la presi¨®n inflacionista puede poner nervioso al Banco Central Europeo y que suba los tipos de inter¨¦s, ser¨ªa un nuevo obst¨¢culo para la recuperaci¨®n", advierte Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI). El Gobierno no prev¨¦ de momento revisar su previsi¨®n de crecimiento para este a?o, del 1,3%
Eso s¨ª, ha tomado algunas medidas de ahorro energ¨¦tico. El viernes aprob¨® la reducci¨®n de la velocidad m¨¢xima en autov¨ªas y autopistas a 110 kil¨®metros por hora, lo que supondr¨¢ un ahorro de 1.560 millones de euros anuales al precio actual del barril, seg¨²n el Ministerio Industria.
A la incertidumbre que acompa?a a la econom¨ªa espa?ola en los ¨²ltimos a?os, en resumen, se ha unido un nuevo fantasma. "Y las inversiones se retrasan por ello", agrega Ontiveros.
Es el caso de la compa?¨ªa de material el¨¦ctrico y alumbrado p¨²blico Simon, que ha decidido dejar en suspenso la puesta en marcha de una nueva firma en Argelia. "Ser¨ªa suicida para cualquier empresa lanzarse a hacer una inversi¨®n all¨ª ahora. Hay que esperar", explica Xavier Torra, director general, quien, no obstante, defiende lo estrat¨¦gico del Magreb para las empresas espa?olas. La suya lleva desde finales de los 90 fabricando en territorio marroqu¨ª, ahora con dos factor¨ªas en T¨¢nger. "Marruecos puede ser la f¨¢brica de Espa?a para un tipo de industria poco especializado. El coste de un trabajador no especializado sigue siendo muy similar al de China, y tenemos mucha m¨¢s proximidad geogr¨¢fica y cultural", reflexiona.
Hay unas 500 empresas espa?olas de todos los sectores instaladas en el pa¨ªs que controla Mohamed VI. Y un centenar de buques espa?oles se benefician del acuerdo de pesca de la Uni¨®n Europea y Marruecos, que expira hoy domingo y cuya renovaci¨®n, seg¨²n fuentes cercanas a la negociaci¨®n citadas por Efe el viernes, "solo est¨¢ pendiente de r¨²brica". Xavier Torra cree que la situaci¨®n marroqu¨ª, pese a las manifestaciones por la democracia en varias ciudades, "est¨¢ lejos de los que ha ocurrido en T¨²nez y Egipto".
No parece probable que los dos pa¨ªses donde ya han ca¨ªdo los dictadores vayan a romper ahora los grandes acuerdos comerciales internacionales, opina Olivia Orozco, coordinadora del programa socioecon¨®mico y empresarial de Casa ?rabe, aunque el futuro en Libia es incierto. T¨²nez ha crecido a un ritmo superior al 3% desde 2003, y el Gobierno planeaba impulsar la inversi¨®n en autopistas, aeropuertos y un nuevo puerto. All¨ª hay empresas agroalimentarias, de cemento (Portland Valderribas) y, sobre todo, del sector tur¨ªstico, como Iberostar, Sol Meli¨¢ y Barcel¨®.
De rebote, esta industria en Espa?a ha sacado provecho de la sacudida social de este pa¨ªs y de Egipto: seg¨²n c¨¢lculos del Instituto de Turismo de Espa?a (Turespa?a) desde el inicio de la crisis a mediados de diciembre se han desviado entre 600.000 y 650.000 paquetes tur¨ªsticos para los pr¨®ximos meses, sobre todo a Canarias. Y enero ha cerrado con un crecimiento de visitantes extranjeros del 4,7%, el mayor desde mayo de 2008.
Egipto afront¨® algunas reformas econ¨®micas en 2004 y ha vivido una etapada de bonanza econ¨®mica en la ¨²ltima d¨¦cada (con crecimientos del 7% en 2007 y 2008 y del 4,% en 2009). En este dinamismo han participado empresas como Cepsa, Gamesa o Uni¨®n Fenosa. Esta ¨²ltima participa en una planta de licuefacci¨®n a 60 kil¨®metros de Suez que est¨¢ operando con normalidad, seg¨²n explica la compa?¨ªa.
La rebeli¨®n en Libia tampoco ha apuesto en apuros el suministro en Espa?a. El pa¨ªs norteafricano proporcion¨® el 12,7% del petr¨®leo importado por Espa?a entre noviembre de 2010 y noviembre de 2011, seg¨²n el ¨²ltimo Bolet¨ªn Estad¨ªstico de Hidrocarburos. Para Olivia Orozco, "al margen del porcentaje de petr¨®leo o gas que importamos mensualmente de cada pa¨ªs (que var¨ªa mucho seg¨²n el mes), las cifras anuales muestran que ning¨²n proveedor supone m¨¢s del 14% de nuestras importaciones de crudo (ver gr¨¢fico)".
La cosa cambia en gas natural. La primera vez que entr¨® gas en Espa?a fue con procedencia de Libia en 1969, justo el a?o en que Gadafi se hizo con el poder en el pa¨ªs. Hoy, a la hora de pensar en este suministro la mirada se centra en Argelia, origen del 30% del consumo espa?ol. La dependencia de este pa¨ªs se ha reducido paulatinamente (entre finales de los ochenta y principios de los noventa oscilaba entre el 70% y el 80%), pero un conflicto abierto en la zona encender¨ªa las alertas.
Antonio Llard¨¦n, presidente de Enag¨¢s, explica que desde que comenzaron las revueltas todos los cargamentos de gas se reciben con normalidad. "Si hubiese alguna interrupci¨®n tenemos otros suministros y almacenes subterr¨¢neos" adem¨¢s de las interconexiones europeas. Para Llard¨¦n, "ser¨ªa muy buena una tercera conexi¨®n con Francia" que a¨²n est¨¢ fase de discusi¨®n. Adem¨¢s, el gaseoducto Medgaz (en el que participan, entre otras, la argelina Sonatrach, Cepsa, Endesa, e Iberdrola) comenzar¨¢ el flujo comercial en abril entre Argelia y Espa?a.
Gas Natural llama a la calma. "El Gobierno dispone de planes de contingencia para el caso de que se produzcan situaciones extremas, a las que nunca hemos llegado", dicen fuentes de la compa?¨ªa, que conf¨ªan en que "no se llegar¨¢n a activar esos planes".
En Bahr¨¦in, donde la poblaci¨®n tambi¨¦n exige cambios, operan empresas espa?olas como Mapfre, Inditex o Porcelanosa.
Despu¨¦s la bofetada que recibi¨® Mohamed Bouazizi aquel 17 de diciembre, el statu quo en Egipto, T¨²nez y Libia ha saltado por los aires. El clamor ciudadano en Bahr¨¦in, Argelia, Yemen o Marruecos va in crescendo. Pallard¨® advierte que "ahora falta ver en qu¨¦ redundan estos movimientos, si finalmente dan lugar a reg¨ªmenes democr¨¢ticos". O no.
La econom¨ªa espa?ola conf¨ªa a largo plazo en la regi¨®n. Jordi Crespi, de la empresa de Tarragona, tiene la mente en un concurso p¨²blico marroqu¨ª para construir 36 campos de c¨¦sped artificial.
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