Las reducciones de jornada se disparan tras aprobarse la reforma laboral

La reducci¨®n de jornada como alternativa al despido empieza a ganar peso en Espa?a. En 2010 cerca de 40.000 trabajadores se vieron afectados por este tipo de regulaciones de empleo (ERE), casi el doble que en 2009. La reforma laboral se aprob¨® en septiembre. Desde entonces el uso de estos ERE se ha multiplicado. M¨¢s de la mitad de los trabajadores afectados en 2010 por reducciones de jornada lo fueron entre octubre y diciembre, m¨¢s que en todo el a?o anterior, seg¨²n el Ministerio de Trabajo.

El aumento de este tipo de ERE contrasta con la ca¨ªda del conjunto de regulaciones de empleo del a?o parado. En 2009 los ERE afectaron a 550.000 empleados; el a?o pasado, a 300.000.

El mismo fen¨®meno, aunque menos acentuado, se observa cuando se analiza el n¨²mero de expedientes. El total cay¨® de 19.434 a 17.149, mientras que los que reduc¨ªan jornada pasaron de 2.131 a 3.160.

El n¨²mero de afectados por ERE en 2010 baja en casi 250.000 empleados

Establecer relaciones de causa y efecto con poco tiempo es arriesgado. Pero lo cierto es que el fen¨®meno llega tras la aprobaci¨®n de la reforma laboral en septiembre, que conten¨ªa varias iniciativas para impulsar este tipo de ERE frente a las rescisiones de contrato o las suspensiones temporales, mucho m¨¢s utilizados en lo que va de crisis, sobre todo las ¨²ltimas. Tampoco hay que olvidar que desde que comenz¨® la crisis en Espa?a han desaparecido muchos empleos temporales, la v¨ªa m¨¢s f¨¢cil de ajuste laboral.

En lo peor de la crisis, Alemania evit¨® que el paro se disparara recurriendo de forma masiva a la reducci¨®n de jornada. La econom¨ªa germana lleg¨® a caer m¨¢s de un 5% en 2009. El desempleo nunca super¨® el 10%. Con la reforma laboral, el Gobierno trat¨® de copiar el modelo. O m¨¢s exactamente, intent¨® impulsar los ERE de reducci¨®n de jornada que ya exist¨ªan en Espa?a pero con poco ¨¦xito como instrumento de ajuste de plantillas.

En concreto, la reforma laboral fij¨® las reducciones entre el 10% y el 70% de la jornada, ampliando los umbrales previos. Tambi¨¦n estableci¨® que la prestaci¨®n por desempleo de los trabajadores afectados se reducir¨ªa en funci¨®n de las horas proporcionales que cobraran. No por d¨ªas, como hasta entonces. Adem¨¢s, subi¨® las bonificaciones a las empresas (del 50% al 80% de las cuotas sociales) que pactaran estos ERE y los combinaran con formaci¨®n.

Pese a todo, todav¨ªa falta mucho para que el mercado laboral espa?ol se parezca al alem¨¢n. Los trabajadores afectados por reducciones de jornada apenas suponen el 12,6% del total. Claro que en Espa?a la mayor¨ªa de ajustes se hace recurriendo al despido individual, no mediante regulaciones de empleo. Dicho de otra forma, la flexibilidad interna frente a la externa (la rescisi¨®n) todav¨ªa tiene un trecho por recorrer.