"Soy un constructor de juegos"
En la Amazonia colombiana, concretamente en la regi¨®n de Putumayo, el curaca (el cham¨¢n de la zona) te indica que busques un ¨¢rbol en la selva y que est¨¦s toda la noche bajo sus ramas: "Si sabes escuchar ¨¦l te responder¨¢ a tu pregunta". Enrique Vargas, director de Or¨¢culos, se ha convertido en una especie de cham¨¢n en Madrid, concretamente en San Agust¨ªn de Guadalix donde, desde ayer y hasta el pr¨®ximo 3 de abril, se presenta esta propuesta teatral de la compa?¨ªa Teatro de los Sentidos, una experiencia para que el espectador se responda a su propia pregunta.
"No hemos inventado nada, sencillamente volvemos al teatro que ya realizaban las culturas hel¨¦nicas y que hemos olvidado en Occidente. Nos remontamos a ese antiguo formato en el que no exist¨ªa una separaci¨®n entre espectador y actor, trabajamos sobre la naturaleza de la experiencia, hacemos hincapi¨¦ en la vivencia frente a la recepci¨®n de una informaci¨®n", explica en un receso del espect¨¢culo.
Ha tenido que pasar m¨¢s de una d¨¦cada para que esta compa?¨ªa regrese a Madrid con un montaje de estas caracter¨ªsticas: un laberinto de silencios en el que cada cual podr¨¢ escuchar su propia voz y descubrir los porqu¨¦s de sus intuiciones, lo que no sab¨ªa que sab¨ªa, en una hora y cuarto de juego.
"Se trata de crear las condiciones de posibilidad para que la gente juegue a escucharse. Y como todo buen juego es una cosa seria y esconde cierto misterio", asegura Vargas, "m¨¢s que un dramaturgo, soy un constructor de juegos", dice quien desde que ten¨ªa seis a?os ya creaba recorridos llenos de sorpresas entre los cafetales de su pueblo para sus vecinos.
Esta vez se han llevado el laberinto a San Agust¨ªn de Guadalix, "porque el alcalde, Jes¨²s Sainz Arias (partido Independiente), quiere ubicar su municipio en el mapa cultural de la capital, al fin y al cabo est¨¢ a media hora de la ciudad en autob¨²s [32 kil¨®metros por la A-1], se tarda m¨¢s en moverse por el centro en metro", comenta Vargas.
Desde ayer puede cogerse ese autob¨²s para iniciar un viaje casi cham¨¢nico que acaba en la llamada Casa de Gus, el centro de juegos del municipio de la sierra norte madrile?a, suficientemente deformada para que cualquiera que cruce su puerta entre en otro mundo, tan grande o tan peque?o como su imaginaci¨®n.
Or¨¢culos ha viajado ya por medio planeta y despu¨¦s de Madrid viajar¨¢ m¨¢s: Dinamarca, Singapur... "Es curioso ver las reacciones de la gente", dice Vargas. "Una vez que se crean las condiciones para que la gente se ponga a jugar, responden de una manera parecida, aunque algunas culturas, como la danesa, tardan m¨¢s en entrar en el juego, pero cuando lo hacen se liberan del todo; otras, como las caribe?as, entran de lleno y, sin embargo, luego se retraen", cuenta. Vargas asegura que lo que m¨¢s ocurre es que la gente, de cualquier lugar, no quiere salir del laberinto. "Cuando llegan a la 'zona de descompresi¨®n' no quieren tomar el camino de salida, afuera hace mucho fr¨ªo". A Alicia le pasaba algo parecido en el Pa¨ªs de las Maravillas de Tim Burton.
Or¨¢culos. Del 3 de marzo al 3 de abril. Casa de Gus (San Agust¨ªn de Guadalix). Precio: 10 euros.
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